Para
algunos, la Ciencia Ficción chilena es casi inexistente. Para otros, el nombre
señero de Hugo
Correa y, tal vez, la promesa de Jorge Baradit, sea lo único digno de
nombrar. Algunos más, no con poco esfuerzo, podrán aportar algunos otros
nombres. Pero siempre en el entendido inexpresado de que la Ciencia Ficción
chilena casi no existe. Felizmente apareció en nuestro horizonte literario
investigativo Marcelo Novoa quien, en 2006 publicó Años Luz, mapa estelar de la
Ciencia Ficción chilena, verdadera historia y antología de un género de larga
data en nuestras letras y que, además, ha tenido -y tiene- enorme cantidad de
talentosos exponentes, injustamente olvidados (incluso ignorados) por la
historiografía literaria chilena. domingo, 18 de mayo de 2008
Años luz, de Marcelo Novoa
Para
algunos, la Ciencia Ficción chilena es casi inexistente. Para otros, el nombre
señero de Hugo
Correa y, tal vez, la promesa de Jorge Baradit, sea lo único digno de
nombrar. Algunos más, no con poco esfuerzo, podrán aportar algunos otros
nombres. Pero siempre en el entendido inexpresado de que la Ciencia Ficción
chilena casi no existe. Felizmente apareció en nuestro horizonte literario
investigativo Marcelo Novoa quien, en 2006 publicó Años Luz, mapa estelar de la
Ciencia Ficción chilena, verdadera historia y antología de un género de larga
data en nuestras letras y que, además, ha tenido -y tiene- enorme cantidad de
talentosos exponentes, injustamente olvidados (incluso ignorados) por la
historiografía literaria chilena. sábado, 17 de mayo de 2008
La educación superior chilena hoy
He
tenido acceso a un excelente documento de breves, pero contundentes 22 páginas
llamado "La Educación Superior Chilena hoy, un punto de inflexión",
del Dr.
Raúl Morales Segura, Decano de la Facultad de Ciencias de
la Universidad de Chile, quien nos presenta una lúcida reflexión respecto del
estado en que se encuentra la educación superior chilena desde la perspectiva
de un académico que está inserto en ella y al frente de una facultad de la más
importante universidad chilena. Su primera reflexión se plantea desde la
paradoja que el advierte al percatarse que en Chile la Educación se ha
convertido en un negocio lucrativo cuando en Europa y Estados Unidos, naciones
que han hecho del mercado la base de su desarrollo económico, la educación es
un bien público de responsabilidad estatal. Continúa después una interesante
reseña histórica respecto del profundo cambio que significó la reforma
universitaria de 1981 donde no solo se abrió la puerta a la aparición de
universidades privadas, sino que también el Estado creó nuevas universidades
sobre la base de enajenar las sedes regionales de las dos grandes universidades
estatales de alcance nacional: La Universidad de Chile y la Universidad Técnica
del Estado (actual Universidad de Santiago de Chile). Pasamos así de ocho
universidades (dos estatales), a veinticinco, de las cuales 16 pertenecen
directamente al Estado, aunque los aportes económicos fiscales a ellas sean cada
vez más decrecientes, obligándolas a competir por financiamientos indirectos con
las otras que integran el Consejo de Rectores de
las universidades chilenas y la casi cincuentena de instituciones
universitarias privadas excluidas de dicho Consejo por haber sido creadas
después de 1981.
domingo, 4 de mayo de 2008
Ami, el Niño de las estrellas, de Enrique Barrios
Pronto este libro cumplirá 23 años. Fue publicado por primera
vez en Santiago de Chile en 1986 y ya lleva una treintena de reimpresiones y
traducciones en diversos países. Desde sus primeros días recibió el entusiasmo
de los lectores y el respaldo del Ministerio de Educación chileno que lo
calificó y recomendó como una obra apta para lectura en las escuelas debido a
los múltiples valores que ofrece. El papa Juan Pablo II, por su parte, le
otorgó una bendición especial a su autor y a la obra.
¿De qué habla este libro
tan exitoso?