Un tema fundamental en nuestra Educación -y que, lamentablemente, sentimos que se ha ido perdiendo-, es el buen trato, que se refiere a las interacciones que los miembros de la comunidad escolar tienen entre sí y con el entorno, lo que posibilita el reconocimiento y la valoración mutua. Es indudable que esta forma de relacionarse genera satisfacción, bienestar y favorece el crecimiento y desarrollo personal.
Por eso pienso que es no solo deseable, sino que ineludible que en nuestras escuelas y liceos el buen trato no solo sea una declaración de principios o letra dormida (esperamos que no muerta) en algún manual de convivencia escolar, sino que, por el contrario, sea una acción presente en cada instancia de aprendizaje.