(de Marta de Munita)
El
juguete lo sigue esperando al borde de la cama, aunque el niño está muerto y el
sol no detiene sus brazos y la lluvia viene como al final vendrá el verano y
como llega el viento de la montaña. Las horas van girando en las ruedas de
madera, porque el juguete quiso moverse y se lo pidió al niño para estar junto
a él en los siete años.
Mueren muchos niños todos los días en un solo lugar, y
los grandes se quedan con las manos mudas para llenar el baño y el silencio
igual que el primer día de la primavera. ¿Por qué es débil la nieve si no deja
de ser blanca y el amarillo busca el azul para sentirse más fuerte? Mueren
muchos niños, pero éste tenía un juguete que lo está esperando, y no se mueve
de ese lugar porque alguien le dijo que volvía.
Por el invierno que llevan mis
pies siento el frío, y lo entiendo como una palabra amiga que siempre espera y
nunca debió escribirse, ni menos en una pizarra chica.
Cuando un hijo muere, un
hombre descansa en una multitud de movimientos nuevos que lo traen de un lado
para otro dejándolo en el centro. La casa sigue igual con sus números blancos,
aunque le cambien la puerta y los vidrios respiren la imagen más cansada. Murió
el niño, y no dijo adiós porque volvía. Todos esperamos como el juguete el día
que no nace, mientras la voz se mueve en el silencio, aunque nadie escuche la
lluvia de Dios en la noche. Porque la muerte viene y no conocemos su saludo, ni
su manera de hablar, ni la forma con que llena el hueco de la vida, cuando
todos crecen para el mismo jardín.
Anónimo, dice:
ResponderEliminar16 enero 2008
no entiendo el mensaje o el relato del niño muerto
prof. Benedicto González, dice:
Eliminar16 enero 2008
No hay que buscar el mensaje, es una historia triste, donde el dolor de la muerte se simboliza en el abandono y la espera del juguete...
J. Goncalez, dice:
ResponderEliminar19 enero 2008
El sueño de Dios es ver al ser humano a pie, caminando, con dignidad, sin la esclavitud interna o externa, consciente de su identidad nacional y de la tierra.O sueño de Dios es ver el ser humano es sentirse amado y su hijo Querido por él, sensación de sí mismos y la búsqueda de una fraternidad hermano, que actuó como fideicomisario del mundo y usted, como su pareja. Es ver a un hombre rodeado el Refugio de la casa, respetado en sus derechos, casa, comida, ropa, salud, seguridad y educação. Es ver a un hombre en desarrollo de su inteligencia para el bien, el descubrimiento de nuevas formas de vida, sin odio, venganza o envidia. Es ver al hombre libre de guerras, prejuicios, racismo y explotación en todas direcciones. Usted ve que el hombre de trabajo en el esfuerzo por un mundo de paz, con la creación de juego como si fuese un niño que necesita ser amado, acariciada y admirada. Es el hombre para ver como hermanos que viven en fraternidad, el cultivo del amor como forma desinteresada y felicidad. Es el hombre en el silencio para tratar el dulce susurro de su voz calma y amante de la invitó a sumergirse en el misterio de la vida. El sueño de Dios es ver a un hombre soñando con él en la dimensión de lo infinito, eterno, sin límites, hasta aceptar sin sentirse hombre se negó a ser el hombre concreto, limitado, perecedero y contingente. Sí, es el hombre hecho a su imagen y semejanza, entonces su sueño debe ser nuestro sueño, nuestra misión, nuestro ideal y nuestra ruta. Acreditamos, por lo tanto, que el sueño de Dios es posible y que es un imperativo, una exigencia . Sabemos, también, que es un proceso, un camino y un desafío, por lo que los invitamos a soñarlo juntos y tratar de hacerlo realidad.