domingo, 9 de septiembre de 2012

Una aproximación al aprendizaje colaborativo (para mis estudiantes de la USS)

Durante el desarrollo de este semestre hemos estado permanentemente trabajando en equipo, hemos constituido grupos de trabajo y de forma equivalente los dos docentes que trabajan con ustedes también lo han hecho. Ello obedece a nuestra firme concepción de la importancia que tiene en el mundo moderno el trabajo en equipo, el aprendizaje colaborativo y el uso de las herramientas que las tecnologías digitales ponen a nuestra disposición para trabajar en la web y luego compartir nuestros trabajos. 

Por todas partes encontramos evidencia de que el avance de los conocimientos y el desarrollo tecnológico ha generado una amplia oferta de información, las generaciones de jóvenes actuales tienen acceso a la mayor red de información que ninguna otra generación haya tenido antes; sin embargo, esto ha provocado serios problemas en la educación, en el ámbito universitario, por ejemplo, las nuevas formas en la conservación, renovación y transmisión del aprendizaje, ha propiciado que los estudiantes se vean inmersos en amplios procesos de constantes cambios. Hace tan solo diez años no existían ni Facebook, ni las redes sociales como las conocemos hoy. Los teléfonos móviles solo servían para hacer llamadas telefónicas y ver la hora.

¿Cómo preparar estudiantes imbuidos de una mirada positiva hacia la tecnología cuando, al egresar, luego de cinco años de estudio, lo que habremos enseñado ya no estará vigente? Los estudiantes como ustedes, que se preparan en las aulas universitarias para ejercer la docencia, no solo necesitan desarrollar métodos efectivos de aprendizaje, sino que, además, deben quedar listos para potenciar el desarrollo de sus propios estudiantes, una vez egresados de nuestra universidad. 

Una verdadera nueva educación, que se verdaderamente sea potenciada e impulsada por las tic y con un enfoque emprendedor y colaborativo, requiere la presencia de profesores y docentes directivos capaces de comprender las nuevas tendencias tecnológicas, penetrar con su mirada profesional sus posibles utilidades pedagógicas y no perder nunca de vista los contextos críticos y éticos en los que estas realidades ocurren; coherente con ello, deben ser capaces de organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar, los procesos educativos de los jóvenes y niños bajo su responsabilidad generando acciones pedagógicas que garanticen el desarrollo académico, emocional, valórico y vocacional de los estudiantes. 

Desde esa perspectiva, la creación de comunidades de aprendizaje, grupos de trabajo, trabajo en equipos colaborativos o cooperativos (cualquiera sea la mirada que adoptemos ante esta distinción), la búsqueda de información, el procesamiento de ella, la socialización de los conocimientos, la resolución de problemas a través de tareas comunes encaminadas a establecer interacciones, los juegos de adjudicación de roles o metas, los juegos digitales, etc., son herramientas a la mano que es inexcusable no comprender o utilizar, pues ellas potencian el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales. aunque nosotros no hayamos sido formados en esos contextos, debemos ser capaces de apropiarnos de ellos. 

La revolución tecnológica a la que asistimos a diario es una condición que ha cambiado los modelos de desarrollo organizacional, no solo de las instituciones educativas, sino que también de las instituciones laborales, comerciales, de gobierno y hasta las relaciones familiares. En esta nueva realidad, el aprendizaje se apoya más que nunca en la interacción que tenemos con nuestro medio y las personas que nos rodean. Los jóvenes y niños que tenemos en nuestras escuelas, nuestros estudiantes, ya no están aislados del mundo escuchando como única verdad la voz del profesor. Esta interacción es para el estudiante fuente importante de asimilación a nivel cognitivo, afectivo y socializador, pues le permite desarrollar actitudes frente al trabajo y responder, de acuerdo a sus propios intereses y capacidades, a las exigencias sociales y académicas que a diario enfrenta. 

No son pocos los científicos que opinan que la evolución humana desde la fría caverna a esta enmarañada ciudad global, tecnologizada e hipervinculada, ha sido posible, en cada etapa del desarrollo humano, gracias al trabajo colaborativo de los individuos. Solo gracias a la colaboración que los seres humanos han ido subiendo las escaleras del progreso a través de acciones cada vez más complejamente organizadas y ejecutadas que les permitieron alcanzar objetivos más altos en cada peldaño. 

Sin lugar a dudas, al margen del desarrollo biológico, fue la colaboración entre las personas la clave de la evolución. recordemos que el propio Lev Vigostky señalaba que "el psiquismo humano se forma y desarrolla en la actividad y la comunicación, destacando los beneficios cognitivos y afectivos que conlleva el aprendizaje grupal como elemento que establece un vínculo dialéctico entre proceso educativo y el proceso de socialización humana". Así entendido, la clase debe ser considerada un agente social, cuya función esencial es enseñar, transmitir conocimientos, educar, pero sin olvidar la función adaptativa, es decir, preparar a los estudiantes en el desempeño de sus roles sociales; por lo tanto, el grupo deja de ser solo un contexto de carácter ambiental y se convierte en un foco de interacción social. Entender y valorar eso hace la diferencia entre instrucción y educación. 

Fundamentos del aprendizaje colaborativo: 

Ya desde la antigüedad clásica nos encontramos con prácticas pedagógicas colaborativas notables, como la mayéutica socrática aplicada grupalmente a sus peripatéticos. No debemos olvidar tampoco la importancia que Séneca daba al aprendizaje obtenido a través del enseñar. La misma idea de Quintiliano, quien propiciaba que sus estudiantes enseñaran a sus propios compañeros de estudio. En tiempos recientes, Comenio (s. XVII) enfatizaba la importancia de los juegos como roles que preparan, a través de la imitación, la solución de problemas de índole grupal y social. Lancaster (s. XVIII), introduciría la noción y definición de trabajo en equipo en la educación. Ideas similares y complementarias tuvieron Dewey, Cousinet, Kobayashi, Montessori, Steiner, Pestalozzi, Makarenko, Freire, Rogers y otros. 

En Chile, aunque distintas y distantes entre ellas, Amanda Labarca y Gabriela Mistral, también valoraban el enfoque social y colaborativo, basadas ambas en sus influencias sobre modelos pedagógicos extranjeros. Así también lo han hecho tantos otros docentes a lo largo y ancho de nuestro mundo. según nos dice Frank Arteaga, "el tema del aprendizaje colaborativo implica el análisis desde diversos enfoques, que lleva a realizar distintos acercamientos de estudio, como por ejemplo: el sociológico, psicológico y el pedagógico".

En los fundamentos del aprendizaje colaborativo encontramos diversas teorías que sustentan la importancia de este tipo de trabajo pedagógico, así, por ejemplo, para Piaget existen cuatro premisas que intervienen en el aprendizaje: la maduración, la experiencia, el equilibrio y la transmisión social; todos ellas tienen que ver y pueden potenciarse a través de ambientes escolares de tipo colaborativo. Vigotsky, por su parte, nos señala que el estudiante requiere la acción de un agente mediador para acceder a la zona de desarrollo próximo, éste será quien permita estructurar un andamiaje que asegure los nos nuevos aprendizajes y, a la vez, posibilite que el estudiante se apropie del conocimiento y lo transfiera a su propio entorno personal y comunitario. el aprendizaje es, por esencia, un proceso de socialización, continuo, significativo, activo, de promoción de desarrollo individual y grupal; de interacción, en definitiva. el establecimiento de contextos mentales compartidos está en la base de los procesos de negociación, ello nos permite calibrar y valorar las conexiones entre aprendizaje, interacción y colaboración: es indesmentible que las que intervienen en procesos de aprendizaje colaborativos, "se afectan mutuamente, intercambian proyectos, expectativas, metas, objetivos y se plantean un proyecto mutuo que los conduzca al logro de un nuevo nivel de conocimiento que satisfaga intereses, motivos y necesidades" (Arteaga, 2006).

Otros autores como Doris Castellano, nos señalan que aprender es una experiencia de carácter fundamentalmente social en donde el lenguaje juega un papel básico como herramienta de intermediación no sólo entre profesor y estudiantes sino también entre los propios compañeros de estudio. se observa con gran nitidez que los estudiantes aprenden más y mejor cuando tienen que explicar, justificar o argumentar sus ideas a otros. Este estilo de aprendizaje constituye, según las investigaciones realizadas, una de las estrategias pedagógicas que obtiene grandes logros, ya que permite que los estudiantes construyan sus aprendizajes en conjunto con otros, si a ello agregamos el empleo de la tecnología, para rastrear y procesar información, estamos en presencia de una herramienta educativa muy potente. 

Desde la moderna teoría educativa del conectivismo, George Siemens nos dice que "vivimos en una época en que el conocimiento humano se desarrolla de manera exponencial, tiene un carácter fluido, inacabado, cambia rápidamente y tiene una vida útil corta. está en proceso de construcción constante, es cada vez más fácil que sea modificado por el diálogo, por la conversación" y por lo tanto el aprendizaje se produce a través de las diversas redes en que están insertos los sujetos. Dicen los conectivistas, a diferencia de los constructivistas, que el aprendizaje se basa en la construcción y la conexión de los conocimientos: lo que sucede es que necesitamos de las conexiones para "generar conocimiento". estas conexiones se dan en una estructura de red y puede estar mediadas por herramientas tecnológicas 2.0 que faciliten la gestión de la sobre-abundancia de información (las conexiones dentro de redes de conocimiento pueden ayudar a encontrar información más precisa y relevante, así como a organizarla y darle sentido, vincularla con prácticas y necesidades concretas. la fuerza y la diversidad de las redes de aprendizaje en las que (consciente o inconscientemente) participamos, y no solamente la tecnología, son determinantes en estos procesos. 

Como puede apreciarse, hay un amplio consenso sobre el tema y, entonces, ¿qué ocurre en nuestras escuelas para que esta metodología esté tan desprestigiada, con la paradoja agregada de que casi no se use?

Sobre el trabajo colaborativo 

 En primer término, nunca debemos olvidar que el trabajo colaborativo, por el solo hecho de tener a dos personas juntas, no provoca ningún aprendizaje. así tampoco el aprendizaje individual se produce porque un individuo esté solo. en este caso, requerirá una actividad que desarrolle el conocimiento (leer, estudiar, por ejemplo). Del mismo modo, un aprendizaje colaborativo exige la generación de actividades que se ejecuten, algunas individual y otras colectivamente, que las primeras se pongan en contacto con las ejecutadas por los otros miembros del equipo y que todas ellas intencionadamente (lo que es tarea del docente) desencadenen un aprendizaje. obviamente, esto es un proceso complejo. el grupo de trabajo colaborativo es una estructura básica que permite la máxima interacción de sus miembros, es idónea para alcanzar objetivos inmediatos. 

La interacción que surge del trabajo en equipo posibilita en cada uno de integrantes del grupo un nuevo aprendizaje. la colaboración implica la interacción entre dos o más personas todas ellas responsables y respetuosas con su propio trabajo y aporte, así como el trabajo y aporte ajenos. El clima socio-psicológico que propicia el aprendizaje colaborativo se establece a través de la articulación y la necesidad de los estudiantes o miembros del equipo de explicarle al grupo las ideas propias de forma concreta y precisa, de esta forma también los estudiantes pueden escuchar diversas inquietudes, puntos de vista y reflexiones, todas útiles, en mayor o menor medida, para el trabajo a desarrollar. se requiere fomentar o posibilitar una interdependencia positiva; que abarca la estructura y condiciones de trabajo y funcionamiento que deben darse al interior del grupo. Los miembros del grupo deben saber que se necesitan los unos a los otros, deben confiar en el entendimiento y el éxito de cada integrante, además de considerar el alcance y/o ejecución de metas, tareas, recursos, roles y productos que el grupo debe desarrollar como cuerpo de trabajo para evidenciar el aprendizaje personal y colectivo. La interrelación entre los compañeros de trabajo permite el intercambio de ideas entre los diferentes miembros del grupo; el estudiante aprende de ese compañero con el que interactúa a diario y a quien él mismo puede enseñar, es un permanente apoyarse y apoyar, un trabajo de carácter solidario que se enriquece mucho más en la medida en que se implementan diversas estrategias de retroalimentación. 

En cuanto a la contribución individual al grupo de trabajo, cada miembro debe asumir íntegra y responsablemente su tarea. Solo así cada miembro del grupo alcanzará el objetivo individual de aprendizaje y la potenciación de sus habilidades y conocimientos personales El aprendizaje colaborativo como recurso didáctico, se basa en el principio de que la socialización del conocimiento permite  la capacitación de los estudiantes para realizar actividades en conjunto a fin de desarrollar la cooperación  y el intercambio. Este tipo de aprendizaje, exige una atenta planificación previa de la clase, teniendo claros los objetivos educativos que se desea alcanzar, implica además el uso de estrategias de aprendizajes no convencionales o tradicionales, significa hacer uso del carácter activo del estudiante y el grupo, esto exige que el profesor ponga en juego una mayor dosis de creatividad. 

Aprendizaje colaborativo v/s Aprendizaje cooperativo 

Hasta aquí no hemos hecho diferencias significativas entre aprendizaje colaborativo y aprendizaje cooperativo. sin embargo, no son pocos los autores que sí las hacen, evidenciando algunas diferencias que, en nuestra opinión, son más estratégicas que de fondo, son más estructurales que esenciales, pero que es necesario conocer. Para ello, en esta parte del trabajo, seguimos un texto de la profesora chilena Macarena Guerra, quien expone: "Tres son los puntos de fondo en que el aprendizaje colaborativo y cooperativo se diferencia. El primero, es  que el aprendizaje cooperativo  tiene como fin la construcción de nuevas ideas con la contribución de pares, lo cual favorece especialmente a los estudiantes que tienen más dificultades y enriquece a aquellos más aventajados. Por su lado, el aprendizaje colaborativo tiene cobjetivo que cada estudiante desarrolle nuevas ideas y cree en conjunto con  los pares de trabajo, este tipo de metodología busca que cada alumno haga su mejor aporte a un fin común, lo que no necesariamente abarcará a aquellos estudiantes con dificultades de aprendizaje. Otro punto fundamental es la responsabilidad que tiene el profesor, en el aprendizaje cooperativo es el profesor quien propone un problema y determina el rol de cada estudiante para la solución de este, por lo que cada alumno se responsabiliza de una parte de la solución de la tarea. en el aprendizaje colaborativo el profesor propone la actividad y se transforma en un guía, es decir acompaña a los alumnos en su trabajo, pero son ellos mismos los responsables de su resultado. Él no se encarga de determinar los roles o de predeterminar los pasos del proceso. Finalmente, el enfoque colaborativo es el que requiere de una preparación más avanzada para trabajar con grupos de estudiantes (ken brufee, 1995). vale decir, el aprendizaje cooperativo es una metodología que se podría utilizar en grupos de alumnos heterogéneo en sus capacidades. esta diferencia puede delimitar su uso, es decir, es necesario diagnosticar al grupo que será sometido a esta metodología de trabajo, es imperioso saber con que nivel de responsabilidad, y preparación se cuenta para tomar la decisión de cual de los dos aprendizajes (cooperativo y colaborativo) se apuntará" (Guerra, s/f).

Como puede apreciarse la diferencia de enfoques pasa más por la metodología y los roles de cada componente de la situación de aprendizaje, que por los supuestos pedagógicos en los que se funda y, obviamente, no hace mayor diferencia en las ventajas de ambos métodos, manteniéndose la idea de la socialización del conocimiento y de la mutua influencia entre los integrantes de los grupos. para ambos métodos, cabe recordar lo dicho en la presentación que acompaña a este texto. Las "7 c" del aprendizaje colaborativo (o cooperativo), a saber: compromiso, constancia, consecuencia, complementariedad, coordinación, comunicación y confianza, son acciones necesarias para cualquier tipo de desarrollo personal y profesional. 

A manera de breves conclusiones: 

En la educación actual el aprendizaje colaborativo debe tener un lugar preponderante. en primer término, por la misión que le corresponde en la formación y desarrollo integral de los individuos y su necesidad de vivir en sociedad; recordemos la alta valoración que hoy se tiene de la tolerancia, de la diversidad, de la colaboración, del trabajo en equipo, de la construcción colectiva de conocimientos. en segundo término, porque el mundo ha dirigido su desarrollo tecnológico (y con ello ha cambiado su contexto social, económico y laboral) hacia un mundo globalizado, interdependiente, fuertemente hipervinculado donde lo que cada uno de nosotros hace repercute en el hacer y en los contextos ajenos, así las cosas, el conocimiento de las técnicas de aprendizaje colaborativo y el desarrollo de habilidades en esa área por parte de los profesores, especialmente de las nuevas generaciones de docentes, constituye una necesidad que es inexcusable de eludir por parte de las instituciones formadoras de educadores, como la nuestra.

Bibliografía

Arteaga Pupo, Frank (2006) : Aprendizaje colaborativo, un reto para la educación contemporánea.

Calzadilla, María Eugenia (2002): Aprendizaje colaborativo y TIC

Castellano, Doris (2007): Teorías actuales del aprendizaje 

Collasos, César y Otros (2008): Aprendizaje colaborativo, un cambio de rol del profesor

Concha Araya, Héctor (2010) : Aprendizaje cooperativo
  Educrea (s/f): Principios básicos del aprendizaje colaborativo

González Vargas, Benedicto y Otros (2012): Aprendizaje colaborativo

Guerra Azócar, Macarena (s/f):   Aprendizaje cooperativo y colaborativo, dos metodologías útiles para desarrollar habilidades socioafectivas y cognitivas en la sociedad del conocimiento

Makarenko, Anton: La colectividad y la educación de la personalidad 

Román Álamo, John: Trabajo en equipo

Viteri, Telmo: Trabajo en equipo

Zañartu Correa, Luz: Aprendizaje colaborativo, una nueva forma de aprendizaje interpersonal en la red

prof. Benedicto González Vargas

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4 comentarios:

  1. Iván, dice:
    12 septiembre 2012

    Muchas gracias por la aportación, me han recomendado el blog por sus contenidos, considero que es de gran ayuda para mi formación como estudiante, decidí empezar una licenciatura online en la UTEL http://www.utel.edu.mx/

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    1. prof. Benedicto González Vargas, dice:
      14 septiembre 2012

      Gracias, Iván, por tu amable comentario. Me alegro de que estas publicaciones te sirvan de algo. Un abrazo desde Chile! Benedicto

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  2. Carlos Flores, dice:
    17 septiembre 2012

    Excelente aporte... mis hijas estan asistiendo a una escuela donde se esta llevando acabo el aprendizaje colaborativo.. innovador en mi país... desde todo punto de vista se aprecio mayor desarrollo en el aprendizaje y superación en la interacción social.. saludos y un fuerte abrazo.. desde Lima, Perú.. Carlos Flores

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    1. prof. benedicto González Vargas, dice:
      21 septiembre 2012

      Gracias, Carlos por detenerte a leer y comentar y por compartirnos tu punto de vista.

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Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.