Hace poco tiempo leí este trabajo histórico-periodístico y fue necesario dejar pasar un mes desde acabada la lectura, para poder reciclar en palabras un esbozo de comentario crítico. del título y el hecho histórico que narra, apenas sí había oído de él, sabía que en Argentina se celebra el día del estudiante secundario en homenaje a los jóvenes héroes de La noche de los lápices, nunca supe nada más. Al leer este libro, esta historia impresionante cayó de golpe en mis emociones, mi corazón y mi conciencia de docente involucrado en el proceso de formar jóvenes. mis estudiantes tienen la misma edad de ellos y al enterarme de su ideales, sus luchas y sus destinos, un potente sentimiento de impotencia y emoción me mantuvo impresionado y dolido durante varias días. este hecho superó mis límites de asombro ante la maldad que pueden ejercer algunas personas y ante la valentía que otros, muchos más débiles en apariencia física, pero mucho mejor dotados en calidad moral y espíritu de sacrificio, pueden oponer ante los primeros.
Permítanme recordar los nombres, como ejercicio de memoria, de respeto y homenaje, de Claudio de Acha (17 años), Gustavo Calotti (18 años), María Clara Ciocchini (18 años), Pablo Díaz (18 años), María Claudia Falcone (16 años), Francisco López Muntaner (16 años), Patricia Miranda (17 años), Emilce Moler (17 años), Daniel Alberto Racero (18 años) y Horacio Úngaro (17 años). de ellos, solo Emilce, Patricia, Gustavo y Pablo, pudieron volver; con distinta actitud ante la vida, con distinta forma de asumir el dolor de lo vivido, pero los cuatro, de seguro, no han podido olvidar ni un ápice de lo que ocurrió esa noche terrible de septiembre de 1976. muchos de ellos, la mayoría, lideraba las luchas en sus respectivos establecimientos educacionales, por la obtención de un boleto escolar secundario con precio rebajado.
A mí, en lo personal, ya ese hecho me llamó la atención, pues, por aquellos años en Chile ya desde hacía mucho tiempo, que existía el pase escolar (rebajado para secundarios y gratis para básicos) en la locomoción colectiva. ni siquiera el gobierno militar en sus 16 años y toda su carga de violencia y represión contra sus adversarios, intentó eliminar esta garantía. Pues bien, estos jóvenes, luchaban por eso y aunque pertenecían a juventudes guevaristas, montoneras y peronistas, su lucha fundamental fue ésta, de carácter gremial, en las postrimerías del gobierno de María Estela Martínez, costó mucho, pero lo lograron. luego de la caída de la viuda de Perón, el gobierno de Jorge Rafael Videla, a poco de asumir el poder, inició una fuerte represión a quienes no compartían su mirada política y suprimió el boleto escolar rebajado. Los líderes nuevamente se movilizaron y allí se confirmó su liderazgo, su filiación política y su influencia social. Los militares solo tuvieron que anotar los nombres y entre el 8 y el 21 de septiembre de 1976, pero fundamentalmente la noche del 16 de septiembre. irrumpieron en sus casas o en las de familiares donde se encontraban y fueron secuestrados por militares argentinos ante la vista de padres, abuelos y hermanos. más de la mitad nunca volvió a casa. las autoridades negaron el secuestro o la prisión. La justicia no podía actuar si las autoridades negaban tenerlos prisioneros. solo cuando muchos años después, durante el gobierno democrático del radical Raúl Alfonsín, se llevó a juicio y prisión a los gobernantes militares de la dictadura argentina, uno de los sobrevivientes, Pablo Díaz, aportó datos clave para demostrar los hechos.
Lamentablemente, no todos quisieron testificar y algunos de los cargos, aunque comprobados, no pudieron agregarse a los de los imputados para la condena final porque...faltaron testigos. el miedo y el dolor habían, una vez más, ayudado a los asesinos. una chica, por ejemplo, hija de un oficial de policía que había sobrevivido, gracias a que su padre pudo conocer el lugar de prisión y suplicar a sus superiores la libertad de su hija, cuando hubo oportunidad, no declaró. El compromiso de su padre con la dictadura era nunca contar los hechos, porque si lo hace...en plena democracia, ese testimonio fundamental estuvo ausente y nadie tiene derecho a juzgar la actitud de esta sobreviviente, porque solo ella sabe el miedo, el dolor y, tal vez, las secuelas psicológicas que debió afrontar por haberse salvado, donde otros murieron.
Los jóvenes fueron llevados a Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la provincia de Buenos Aires, Polígono de Tiro de la Policía de la provincia de Buenos Aires y a las comisarías 5a, 8a y 9a de La Plata y a la 3a comisaría de Alsina. Fueron torturados, algunos hasta la muerte. encarcelados, amarrados, casi sin comida, algunas chicas tuvieron hijos en prisión que también están desaparecidos. Una historia terrible, más si se considera la edad de los secuestrados.
Relato doloroso, amargo, que golpea fuerte en la conciencia humana. Un texto periodístico objetivo, pero sin dejar de ser emotivo, incluso tierno a ratos; admirable siempre. esta historia la daría a leer a todos aquellos que creen que ser dirigente estudiantil es protestar por cualquier cosa y romper la propiedad pública y privada, como a veces ocurre entre los estudiantes chilenos.
La noche de los lápices en un monumento a la búsqueda de la justicia y a la memoria de estos jóvenes. Hoy, en la República Argentina, el 16 de septiembre se conmemora el día de los derechos del estudiante secundario, en recuerdo de las luchas estudiantiles que llevaron a la operación noche de los lápices, una película argentina y varias canciones de distintos artistas también recuerdan este hecho histórico.
Este libro tiene ediciones en las editoriales Contrapunto, Sudamericana y Debolsillo y traducciones a diversos idiomas. búsquenlo, ármense de valor y léanlo. los dejará con una sensación de amargura, pero con un aprendizaje humano muy intenso
prof. Benedicto González Vargas.
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Ana, dice:
ResponderEliminar4 abril 2013
Hola, estuve visitando tu web y esta genial me encantaria realizar un intercambio de Enlaces y/o Post hacia mi web de mineria, educacion y noticias, si estas de acuerdo no dudes en contactarme a: ENLACEMINERIA@GMAIL.COM Saludos Cordiales
prof. Benedicto González Vargas, dice:
Eliminar5 abril 2013
Gracias, Ana, plenamente de acuerdo. Visitaré pronto tu web. Saludos afectuosos! Benedicto
Luisa, dice:
ResponderEliminar6 abril 2013
Supe de La noche de los lápices por una señora uruguaya que ayuda en el trabajo de casa, y que, además de persona íntegra y excelente trabajadora, tiene el nivel cívico, la dignidad ciudadana y la educación política que querría encontrar entre mis conciudadanos con la frecuencia que encuentro en muchos de los que llegaron a este país a buscar una vida mejor -en mala hora, al parecer-. En 1936, un hermano de mi madre, 15 años, estudiante de bachillerato, murió a causa la última de la palizas que recibía a diario de compañeros de clase, hijos de falangistas, que él callaba por no preocupar a su madre. Lo peor es que estamos viviendo tiempos de regresión, muy en especial ahora que gobiernan los sucesores simpatizantes in péctore -en ocasiones, emparentados- de aquella barbarie genocida encarnada en el dictador Franco. Gracias por el extenso artículo, toda esa información.
prof. Benedicto González Vargas, dice:
EliminarGracias a ti, Luisa, por tu amable comentario a este artículo. Saludos afectuosos!
prof. Benedicto González Vargas