Para responder a la pregunta digo inmediatamente que sí, pero es
necesario utilizar algunas estrategias y habilidades que hay que
ejercitar para desarrollarlas. Desde esa perspectiva, acepto con matices
la respuesta que nos entrega un reciente estudio del Centro Tren Digital, dependiente de la Pontificia Universidad Católica de Chile que parece indicar una respuesta contraria.
En efecto, la investigación arroja que
el 81% de los estudiantes chilenos estudia buscando información en el
famoso buscador. Un 69 % reconoce utilizar Wikipedia y un 54 % lo hace
con vídeos de Youtube. Hasta aquí no hay problemas, pero la
investigación, hecha mediante encuestas a cinco mil estudiantes de 7°
Básico a 4° Medio establece una inquietante correlación: Los estudiantes
que más usan internet son los que tienen los más bajos promedios del
curso. Por el contrario, quienes usan medios escritos más tradicionales
como libros, enciclopedias, o los apuntes y textos escolares, son los
que alcanzan mayores rendimientos promedio. Para un 27 % de este grupo
de estudiantes, no obstante, Internet es una ayuda importante que
consultan regularmente como complemento de sus estudios.
Para Daniel Halpern, académico investigador de Tren Digital, las cifras anteriores se explican por las siguientes razones:
1. Son los estudiantes “más flojos” los
que van a internet en busca de resúmenes, en vez de estudiar en sus
textos convencionales y
2. Porque al encontrarse en internet, la
tentación de abrir ventanas para revisar las redes sociales, buscar
vídeos o juegos on line es muy fuerte y terminan sucumbiendo ante
fuertes distracciones que los desenfocan de los estudios. “Se
observa que tecnología y el uso de redes sociales puede estar de alguna
manera afectando el rendimiento o, por lo menos, estar relacionado con
ello. Es necesario educar y trabajar con los alumnos para que ellos
aprendan correctamente a explotar estos recursos y, sobre todo, los
papás deben enseñarles a no sobrevalorarlos, sobredimensionarlos ni
entregarles mayor poder del que realmente tienen las redes sociales”, remarcó el académico de la Facultad de Comunicaciones de la UC.
Precisamente el estudio en cuestión
muestra que un 61% de quienes están estudiando en línea hace otras cosas
mientras tiene el computador conectado, por el contrario, solo un 26 %
reconoce no hacer otras actividades mientras estudia en internet.
Si nos quedamos solo con los datos
gruesos de esta investigación, habrá muchos padres que prefieran evitar
las tentaciones e impedir que sus hijos estudien en internet. No creo
que esa sea la solución. Me quedo con la parte que dice que hay que
enseñar a usar estos recursos, ésa es la clave para para revertir las
cifras negativas del estudio. Desde hace mucho tiempo que enseño a mis
estudiantes a investigar en internet acudiendo a esas formidables
herramientas de investigación que son los modelos CMI
(competencias en el manejo de información), a los que me he referido
varias veces ya. De la misma manera les transmito la necesidad de buscar
fuentes confiables, como portales educativos (no Taringa o el Rincón
del Vago), el Google Académico (y no el Google tradicional) y por sobre
todo fuentes que privilegien una información seria, bien tratada, con
bibliografía comprobable y con un lenguaje propio del mundo académico.
Finalmente, también trato de transmitirles la necesidad de evitar el
copy/paste para, de esa manera, llegar a buen puerto con las
investigaciones en ambiente digital.
Ojalá que, de alguna manera, estos
consejos estén permeando la tentación facilista de encontrar un trabajo
mediocre y cambiarle solo el nombre para entregarlo.
prof. Benedicto González Vargas
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