Hace algunos días publiqué una interesante colaboración de Jesús Christian, creador del blog Mejorando la memoria, el artículo en cuestión fue Ejercicios para la memoria en los niños, son importantes los juegos y los juguetes. Dicho artículo provocó gran interés y tuvo varios comentarios, entre ellos, un aporte del propio autor, Jes{us Christian, el que me parece muy interesante y lo publico como artículo independiente:
Un aporte de Jesús Christian
Muy Buenos Dias:
Haciendo referencia a la invitacion para compartir mas información sobre
este tema puedo decir en base a una breve investigacion que realicé
sobre la memoria en general,que es una función del cerebro y, a la vez,
un fenómeno de la mente que permite al organismo codificar, almacenar y
evocar la información del pasado. Surge como resultado de las conexiones
sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales
(la llamada potenciación a largo plazo).
La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance
temporal, se clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo
(consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o
sensibilizarla transitoriamente), memoria a mediano plazo y memoria a
largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis
gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las
proteínas correspondientes). El hipocampo es la parte del cerebro
relacionada a la memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes
mencionado es la enfermedad de alzheimer que ataca las neuronas del
hipocampo lo que causa que la persona vaya perdiendo memoria y no
recuerde en muchas ocasiones ni a sus familiares.
En términos prácticos, la memoria (o, mejor, los recuerdos) es la
expresión de que ha ocurrido un aprendizaje. De ahí que los procesos de
memoria y de aprendizaje sean difíciles de estudiar por separado.
El estudio de la memoria suele centrarse sobre todo en los primates,
puesto que estos presentan la estructura cerebral más compleja de la
escala evolutiva. No obstante, el estudio de la memoria en otras
especies también es importante, no sólo para hallar diferencias
neuroanatómicas y funcionales, sino también para descubrir semejanzas.
Los estudios con animales suelen realizarse también para descubrir la
evolución de las capacidades amnésicas y para experimentos donde no es
posible, por ética, trabajar con seres humanos. De hecho, los animales
con un sistema nervioso simple tienen la capacidad de adquirir
conocimiento sobre el mundo, y crear recuerdos. Por supuesto, esta
capacidad alcanza su máxima expresión en los seres humanos.
El cerebro humano de un individuo adulto estándar contiene unos 100.000
millones de neuronas y unos 100 billones de interconexiones (sinapsis)
entre éstas.Aunque a ciencia cierta nadie sabe la capacidad de memoria
del cerebro, puesto que no se dispone de ningún medio fiable para poder
calcularla, las estimaciones varían entre 1 y 10 terabytes. Según Carl
Sagan, tenemos la capacidad de almacenar en nuestra mente información
equivalente a la de 10 billones de páginas de enciclopedia.
No existe un único lugar físico para la memoria en nuestro cerebro. La
memoria está diseminada por distintas localizaciones especializadas.
Mientras en algunas regiones del córtex temporal están almacenados los
recuerdos de nuestra más tierna infancia, el significado de las palabras
se guarda en la región central del hemisferio derecho y los datos de
aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se
dedican a organizar la percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros
automatismos están almacenados en el cerebelo.
Los primeros estudios sobre la memoria comenzaron en el campo de la Filosofía, e incluían las técnicas para mejorar la memoria. A finales
del siglo XIX y principios del XX, la memoria pasó a ser el paradigma
por excelencia de la psicología cognitiva. En las últimas décadas se ha
convertido en uno de los principales pilares de una rama de la ciencia
conocida como neurociencia cognitiva, un nexo interdisciplinario entre
la psicología cognitiva y la neurociencia
Jesús Christian
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