Seguramente por lo que escribe. Indudablemente estamos hablando de una poeta de fuste, de una maestra en el uso del verbo y de una sacerdotisa capaz de convocar a la poesía para que ella ilumine sus versos Sin embargo, tengo
la sospecha de que Carmen Berenguer nos gusta tanto también por lo que
habla, por lo que opina, por sus convicciones y sus luchas, por su
ejemplo. Talento y esfuerzo que en ella se combinan con particular brillo
y eso es lo que ha sido reconocido tantas veces en las críticas
literarias, en los premios ganados y en la opinión de la gente. Bueno,
respecto de la opinión de la gente todavía hay deudas. Lo más probable
es que si preguntamos en una plaza cualquiera quién es Carmen Berenguer,
la ignorancia superlativa de los chilenos con respecto a nuestra poesía
muestre su peor y más verdadero rostro. Si lo consultamos a nuestros
jóvenes estudiantes secundarios en una marcha cualquiera, nos mirarán
como seres de otro planeta: ¿habiendo tantos problemas en la educación y
venir a preguntarnos por esa tal Carmen Beren...cuánto?
Por cierto que respuestas como ésas son más culpa de nosotros los
adultos que de los jóvenes, porque nunca les hemos dado la oportunidad
de apreciar la poesía, porque en las aulas más que enseñar a amarla, les
enseñamos a descuartizarla y así vistas las cosas, es mucho mejor para
Carmen y para quienes nos gusta su obra, que permanezca ignorada de esas
salas mortuorias (de poesía) que son nuestras salas de clases.
Sin embargo, la obra de Carmen está más viva que nunca, porque es una
poesía profundamente arraigada en sus propias búsquedas y encuentros,
en sus convicciones sustentadas a fuerza de plantearse una y otra vez su
lugar en el mundo como poeta y como mujer, poseedora de la experiencia
de vivir y luchar en una ciudad y una sociedad atravesada por
situaciones tan extremas, tan distintas y distantes que desearía
abarcarlas todas en las páginas de sus libros y debiendo contentarse con
dejar pinceladas de ello, pinceladas imborrables, por cierto, del
secreto encanto de la pasión, de la exclusión, de la lucha y de la
marginalidad. El secreto encanto de la obra de Carmen es que, muy
probablemente, aunque no queramos reconocerlo, vamos encontrado en sus
versos huellas profundas de chilenidad que no siempre es grato saber que
tenemos. Es que a veces pareciera que Carmen abre de par en par las
ventanas por mucho tiempo cerradas de nuestra identidad menos amable y
con ese acto transgresor deja escapar y pone en evidencia los malos
olores que hemos querido ocultar de nuestros propios sentidos.
Poeta atípica, más de una vez ha señalado sentirse ajena en un mundo
ajeno, pues cree firmemente que la mujer ha sido injustamente postergada
en nuestro canon literario. Una vez le preguntaron cuándo se reconoció poeta. Su respuesta elocuente fue: "Creo
que fue la conciencia que tuve de un recuerdo de infancia, y que luego
se manifestó en la juventud cuando escribí aquello que no podía
comunicar por otros medios. Pienso además que veía el mundo al revés, no
pretendo decir con esto que mi asma y mi dislexia sean una exégesis
literaria".
Por todo esto, espero confiado el día
en que las mentes brillantes que escogen los premios literarios, esas
mentes distintas, pero tan parecidas a las que negaron el Nacional de
Literatura a Vicente Huidobro, a María Luisa Bombal, a Juan Emar o a
Luis Vulliamy, tengan la deferencia, la rara deferencia, un día de
acordarse de nuestra Carmen Berenguer y anotar su nombre en la lista de
elegidos, para ver si por fin le hacemos más caso a los poetas que a los
tecnócratas o a los políticos para ir (re)construyendo de mejor forma
esta casa
nuestra que nos cobija y que agarrada a la cordillera y humedeciéndose
en el mar, es capaz de producir poetas tan notables como ella. Por
mientras, nos quedamos con sus libros, con sus versos y con esa
personalidad que nos seduce y nos encanta. Al fin y al cabo, da lo mismo
saber por qué nos gusta tanto, lo importante es que ella lo sepa, para
que no nos deje huérfanos un día de estos.
publicado originalmente en el Nº 74 de la Revista La Pollera
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.