Escribo este texto, inusual entre mis escritos, porque estoy generando un ejemplo de crítica a un tema musical para mis alumnos de 8° Básico. Buscando en la red, me encontré que la inmensa mayoría de las críticas de música, se detienen muy poco en el contenido y más bien divagan en la cantante, en el vídeo de promoción o en los eventuales acompañantes que sirven para hacer un dúo. Sin dejar de lado, por cierto, las ventas y ganancias de la placa musical.
Por la razón arriba anotada y dado que no tendré mucho tiempo, opté por escribir este modelo de comentario crítico para trabajarlo con mis estudiantes:
La canción se inicia con un adjetivo que se va desmintiendo casi
inmediatamente después de decirlo: este buen amor, claramente no es tan bueno
y, lo peor, es que la hablante lírico tiene muy en claro que no va a cambiar.
No deja de ser interesante la firme convicción de ella en el sentido de que no
la va a convencer, pues es tan clara la experiencia de esa relación
desproporcionada en su pareja que juega, pide y tal vez exige sin dar a cambio
nada. El amor –lo sabemos- es una relación en que ambas partes deben entregar
lo mejor de sí para que dicha relación resulte placentera para ambos y exitosa
para la pareja, lo que claramente acá no ocurre.
El texto dice después: “Mi buen
amor, si no quieres regresar, por qué vuelves a buscarme”. Evidentemente
nos habla de una relación quebrada, donde ya no están físicamente juntos, pero
él vuelve porque cree tener derechos y asume que las puertas van a estar
abiertas. Me parece que hay aquí una doble lectura, no se trata solo del
ir y venir físico, entre la búsqueda y el rechazo, sino que más bien y
fundamentalmente, lo central es que hay una partida espiritual, ya no son almas
que se encuentran, ya que el
desencuentro es hondo y determinante.
Los
versos siguen ahondando en la disparidad de este amor en que una de las partes
lo da todo y la otra lo exige todo sin dar nada; peor aún, la mentira que fue
parte de los motivos de la separación, que lleva a la hablante lírica a la
necesidad de tomar terapias y de buscar amores irreales que compensen la pérdida.
Que él quiera ser (al menos) su amigo, no pasa de ser otra forma de manifestar,
por parte de él, que tiene derecho a mantener algún tipo de contacto y relación
con quien no se ha portado bien y no ha hecho nada por cuidar la relación.
prof. Benedicto González Vargas
(Gracias por pinchar la publicidad en este blog)
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