Hace pocos días, el Consejo Nacional de Educación de Chile, acogió y aprobó un nuevo decreto del Ministerio de Educación que elimina la repitencia automática, que se basaba en criterios matemáticos) y se enfoca en una evaluación más integral que promueve una reflexión de los docentes respecto de la posible repitencia de estudiantes.
Al respecto, Alejandra Arratia, coordinadora de Currículum y Evaluación, explicó la medida en los siguientes términos: "No se elimina la repitencia. En el mundo hay tres tipos de
políticas educativa sobre repitencia: en algunos se prohíbe, en otro la
repitencia es resultado de un proceso matemático (actualmente en Chile) y nosotros nos estamos moviendo a uno intermedio, que la repitencia es una decisión pedagógica y no matemática, no se elimina la repitencia, se elimina la repitencia automática". Y agrega: "la idea es prevenir la repitencia, y la evidencia
mundial dice que no es de las mejores medidas pedagógicas para facilitar
el aprendizaje de los estudiantes porque tiene alto impacto
socioemocional, el niño sale de su grupo de referencia, cae su
autoestima y no tiene mucho impacto positivo en los aprendizajes y se
relaciona altamente con la deserción y el fracaso escolar".
Podré parecer bastante retrógrado en este aspecto, pero la verdad es que no me convencen los argumentos señalados y mucho menos a partir de la experiencia de 22 años ejerciendo la enseñanza en mi país. La razón es muy simple, la propia coordinadora Arratia lo expresa al final de su aclaración, lo que busca el Ministerio de Educación con esta medida no es el análisis pedagógico, psicológico y contextual de la posible repitencia de un estudiante, con lo que yo estaría muy de acuerdo, sino que básicamente se busca, eufemismos más o menos, eliminar la repitencia propiamente tal. Ya vislumbro las presiones de las respectivas provinciales de Educación para anular las repitencias acordadas por los docentes tras una ardua reflexión, al más mínimo reclamo de los apoderados. Eso ocurre hoy en todos los ámbitos y no veo por qué vaya a ser distinto en este caso.
Por otreo lado, no debemos olvidar que la repitencia es la consecuencia de un proceso donde muchas veces no solo los estudiantes son los responsables por no ocuparse de sus responsabilidades académicas, sino que también los padres y apoderados, puesto que a menudo acontece que los padres de los niños y jóvenes que repiten, no son precisamente los más ocupados del desarrollo académico de sus hijos, con escaso fomento de hábitos de estudio y muy poca presencia en el colegio para colaborar con los profesores en sacar adelante a sus propios hijos. Por el contrario, son muy activos a fin de año para solicitar favores académicos de todo tipo y solucionar los problemas que el alumno arrastró todo el año escolar.
Así las cosas, vislumbro que no serán pocos los estudiantes que, a sabiendas que ya no repetirán, no tendrán ningún incentivo para esforzarse. Estamos creando y premiando a estudiantes poco esforzados que sin embargo, se enfrentarán, tarde o temprano, a una sociedad mucho más exigente con las responsabilidades sociales. La trampa se completa con el irreparable daño al NEM (1) que afectará los puntajes de los estudiantes de Enseñanza Media para ingresar a la universidad. Todos sabemos que recién en tercero medio despierta mayoritariamente la conciencia de mantener un buen promedio pensando en la PSU (2).
Para abundar más en este asunto, fue la propia ministra de Educación, Adriana Delpiano, quien dijo, respecto de la repitencia: "claramente el colegio, el consejo de profesores que tendrá esta tarea, los profesores que atienden al niño, el profesor jefe, en el decreto nosotros tenemos que especificar todo esto".
Lo anterior debido a que, "pese que el decreto ya se encuentra redactado, resta definir detalles sobre cómo será la aplicación de las normas que contiene, lo cual se definirá a través de un proceso de múltiples mesas de trabajo con los diferentes actores involucrados".
Finalmente, aclaró la secretaria de
Estado, "si hay algún problema siempre los padres de familia pueden
apelar a la Superintendencia, pero aquí estamos trabajando al revés, estamos facilitando la vida para que realmente los niños no repitan, con el estigma que eso significa".
No hay que tener demasiado entendimiento para darnos cuenta del verdadero propósito, al final la propia ministra esboza que acogerán los reclamos de los padres y, por otra parte, quién considera serio que la Ministra diga que falta afinar detalles para implementar la medida, cuando según el Mineduc el decreto ya está redactado. Por eso, así implementada, no creo que sea una buena idea.
Esa es la razón por la cual no estoy de acuerdo con la medida, porque a pocos días del término de gobierno de la presidenta Bachelet, se siguen implementando medidas equivocadas en Educación, con una impensada y pertinaz estulticia.
prof. Benedicto González Vargas
Notas:
(1) En Chile, el NEM es el promedio general de calificaciones de Enseñanza Media, que otorgan puntaje ponderado para el ingreso a la universidad.
(2) Prueba de selección universitaria.
Gracias por pinchar la publicidad en este blog.
Me pregunto si habrá alguna otra instancia resolutiva ulterior al nefasto CNE para sanjar el decreto, o si este consejo es suficiente en conjunto con la propuesta ya aprobada del ministerio. Podra el ministerio retractar la propuesta?
ResponderEliminarSería interesante indagar en el horizonte al cual desean respuesnder quitando la repitencia y ver la filosofía detrás de ello. Mejorar los estandares y disminuir gasto público son aspiraciones -creo que- obvias. Lo grave del modo de funcionamiento de este ministerio es la carencia de contraargumentos internos en sus propuestas, lo cual las hace procelitistas de su propia ideología. Esa carencia de exigencia del dialogo interno y contrastación argumental, sumado a la falta de honestidad del objetivo educativo, es decir, la garantía de la integración del sujeto y el cumplimiento de sus condiciones, me parece un error gravissimo en este escenario político.
saludos! y gracias por escribir.