Por
estos días no son pocas las personas que buscan los pronósticos para el año que
recién empieza. El horóscopo pasa a ser una lectura habitual para mucha gente y
un placer culpable para algunos –yo incluido–. Cuando hablamos del horóscopo,
es inevitable hacer la referencia al Zodíaco y es a esta palabra a la que
quiero referirme hoy. ¿Sabemos qué es el zodíaco?
Cualquier
estudioso de este tema nos dirá que el zodiaco corresponde a la zona o franja celeste
por el centro de la cual pasa la eclíptica. Tiene 16° a 18° de ancho total y
contiene las doce constelaciones recorridas por el Sol en su aparente marcha
anual. Dichas constelaciones son las que llamamos signos del zodiaco.
Durante
el año, el Sol hace un giro aparente de 360 grados sobre la esfera celeste y traza
una línea imaginaria llamada eclíptica que pasa sobre las doce constelaciones
del zodíaco, cada una de las cuales ocupa una franja de 30 grados.
En
la Antigüedad aparecieron estos nombres basados en formas animales que no
siempre son tan sencillas de ver a simple vista. Como ocurre con Aries, Tauro,
Cáncer, Leo, Escorpión, Capricornio y Piscis; pero otras recuerdan figuras
míticas o simbólicas, como las de los gemelos Cástor y Pólux (Géminis), la
balanza (Libra), la virgen (Virgo), el arquero (Sagitario) o el agua (Acuario).
Los
orígenes del zodíaco pueden hallarse en las más antiguas civilizaciones humanas
asentadas entre el Tigris y el Éufrates, en Mesopotamia, pero la forma actual
es parte del genio griego, fueron ellos quienes lo plantearon tal como lo conocemos en su forma actual. Le
incorporaron, evidentemente, elementos propios de su cultura, combinándolos con
aquellos que habían heredado de los antiguos y sabios astrólogos babilonios y
egipcios, todo ello unido a la sabiduría científica de sus geómetras.
Los
griegos lo llamaron zodiakós kyklos,
que podríamos traducir como “círculo de animales”, el nombre proviene de ta zodia, que significa “los pequeños
animales'.
En
el zodíaco griego, tal como los que vemos en los horóscopos que actualmente
publica la prensa, el Sol entraba a la constelación de Aries el 21 de marzo,
como ocurría en tiempos de los caldeos. Sin embargo, debido al fenómenos de la precesión
de los equinoccios, las constelaciones se desplazan en la eclíptica a lo largo
de los siglos, dando una vuelta completa cada 28 000 años, de modo que los
signos del zodíaco que conocemos hoy ya no corresponden a las fechas que vemos
en los horóscopos, sino que con los años se han desplazado casi dos signos, de
tal modo que el equinoccio que ocurre alrededor del 21 marzo, corresponde hoy
en realidad a Acuario y no a Aries. Es curioso como la antigua disputa entre
Astronomía y Astrología, se incluso en el terreno de las matemáticas.
En
todo caso, sea cual sea, nuestra creencia respecto de la validez, el valor o la
relevancia del zodiaco y los horóscopos, siguen siendo parte de la cultura
popular y no deja de ser interesante darle una miradita cuando empieza el año.
¿Y
cómo será su año según su horóscopo? ¡El mío se viene genial!
prof. Benedicto González Vargas
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