En una oportunidad Dimbleby debía cubrir para la BBC, la visita de la reina madre a la Real Escuela de Bordado de Londres. Mientras llegaba la hora del ingreso de la destacada figura de la familia real, Dimbleby -quien siempre se preparaba muy bien para cada ocasión- describió los bordados expuestos y refirió la historia de la escuela. Pasaron los minutos y la reina madre no aparecía, así que tuvo que seguir hablando a la audiencia y así fue como contó la historia del bordado y las formas y técnicas que adquiría en China, Japón, Europa y Persia, entre otros lugares, pero la reina madre no llegaba.