Tradicionalmente en nuestro país las Matemáticas son una de las
asignaturas en las cuales nuestros estudiantes menos disfrutan la clase.
Expresiones como "No me gustan", "No las entiendo", "Soy malo para las matemáticas",
son comunes y las venimos escuchando desde hace décadas.
Nuestros resultados en las pruebas internacionales de la especialidad
son de mediocres a bajos y, sin embargo, se sigue trabajando con la
misma metodología de siempre, reiterativa, mecánica, basada en la repetición de ejercicios para adquirir una técnica o una dinámica de trabajo.
Singapur y Japón
son dos países con altos resultados internacionales en el área y hace
poco algunos representantes de estos países estuvieron haciendo talleres para nuestros docentes. Se trata de los colegas Ling Yuan de Singapur y Akihiko Takahashi y Masami Isoda, de Japón.
¿Qué transmitieron ellos a sus colegas chilenos en dichos talleres?
"Nos apoyamos mucho en el libro de texto, ahí vienen las actividades
y cómo hacerlas. Y el hecho de que motiven tanto a los alumnos, que
realmente participen y disfruten, hace que el profesor vaya ganando
confianza", dijo a El Mercurio Ling Yuan.
Por su parte, Masani Isoda, dijo: "En Japón, las clases de
Matemáticas se hacen para que los niños piensen, expresen, escuchen la
opinión de otros y comprendan esa opinión, y que todo esto ellos lo disfruten- Eso es una clase de Matemáticas".
Felizmente para nosotros varios colegas chilenos repletaron las
convocatorias a los talleres, es de esperar que ahora estas metodologías
empiecen a aplicarse, sistematizarse y validarse para poder algún día quitarle ese estigma tan injusto a una asignatura fundamental para nuestra vida y que, además, en mi opinión, es particularmente interesante y entretenida.
prof. Benedicto González Vargas
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