DECLARACION PÚBLICA
El país es testigo de multitudinarias manifestaciones reclamando, una vez más, por las desatendidas necesidades de la educación
chilena, especialmente la menoscabada situación que por años vive la
educación pública. Los reclamos se fundamentan en necesidades de mejor
financiamiento, adecuada gestión y más actualizada institucionalidad. El
trasfondo está, ciertamente, marcado por la profunda inequidad social
presente en nuestra sociedad y que determina enormes diferencias en
oportunidades y deficitario acceso
a los servicios que debe brindar el Estado. La inequidad es, cada vez
más, un factor de división entre los chilenos y un serio obstáculo para
alcanzar las metas económicas y sociales que el país anhela. Chile
podría ganar mucho avanzando a políticas basadas en mayor presencia del
Estado e inspiradas en principios de solidaridad, tolerancia y de
progreso con equidad.
Por años se ha postergado una solución a problemas
como la municipalización de la educación pública, el desfinanciamiento
de la misma, la falta de reglas claras y transparentes sobre la
educación privada, y la falta de políticas suficientes en cuanto a la
educación superior. La continua protesta ha llevado únicamente a
soluciones transitorias, sin abordar el fondo de las graves situaciones
planteadas, así como también todas aquellas vinculadas con el
inexcusable deber del Estado en orden a proteger,
en forma justa e igualitaria, el bien común y el derecho de todas las
personas a servicios públicos de calidad. La política tradicional no ha
canalizado estas insatisfacciones del ciudadano medio, y no ha
colaborado en forma decidida a precisar avenidas de salida frente a una situación de suyo compleja y aún controvertida en cuanto a las vías y plazos posibles para las soluciones.
La Gran Logia de Chile llama a que se constituyan las
instancias de debate que el tema amerita, y que así se establezcan con
claridad las prioridades, responsabilidades y estrategias para
abordarlo. Llama también a que los distintos actores involucrados puedan
efectivamente contribuir al mejoramiento en las políticas públicas que
correspondan y que se depongan las acciones de protesta en función de
compromisos y diálogo. Nuestra esencia republicana, siempre en pos de la
igualdad de oportunidades y el respeto a la institucionalidad y a las
personas, nos llama a formular solemnemente este llamado a un debate que
conduzca a soluciones estables, realistas y, sobretodo, justas frente a
demandas que resultan impostergables. No debemos perder de vista que
estamos tratando con el futuro de la Patria, y no caben en esto visiones
mezquinas, de estrechos límites temporales o en pro de objetivos
políticos subalternos. Las soluciones deben provenir de un debate que se
conduzca ordenadamente, pero que aborde todos los temas involucrados
tanto en lo político como en lo económico, social e institucional. Nos
declaramos dispuestos a colaborar en lo que sea para superar el difícil
momento actual.
FUENTE: www.granlogia.cl
Sin lugar a dudas, es una opinión mesurada, seria, un
llamado al respeto y a la tolerancia entre todos los puntos de vista.
Un aporte
prof. Benedicto González Vargas¿
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