Antes de salir de vacaciones, conversaba con
el rector del Colegio Terra Nova (donde trabajo), don Roberto Cuéllar Bermal, abogado, profesor de Economía y magister en Psicología Educacional, respecto del mal uso del lenguaje que nuestros estudiantes están recibiendo como modelo a través de los medios de comunicación social, la familia e, incluso, las mismas aulas de los establecimientos educacionales.
La escasez de vocabulario, el abuso de la coprolalia, el descuido ortográfico y caligráfico, la desprolijidad en la redacción, la tendencia obsesiva de crear abreviaturas, algunas ininteligibles para quienes desconocen los códigos, y la evidente distancia con la buena lectura -especialmente de los clásicos- que aporta estilo, elegancia y permite obtener un modelo para ordenar ideas, son problemas bastante comunes de la generación actual y el sistema educacional en su conjunto, partiendo por los docentes, no logra encontrar los caminos para resolver estos males.