Hace pocos días, mientras esperaba a alguien en una estación de
metro, me puse a leer un libro que tenía que entregar a otra persona, se
trataba de una pequeña novela infantil llamada Solomán,
cuyo autor es Ramón García Domínguez. La obra se inicia con la reunión
de la Organización Mundial de Superhéroes, que agrupa a todos los
superhéroes de cine, televisión e historietas, los que fueron convocados
para presentar a un nuevo socio: Solomán.
Solomán es un joven que no viste ningún traje especial, su único
distintivo es una "s" minúscula sobre su chaleco; es delgado, usa lentes
y carece de superpoderes. Los héroes recibieron con indiferencia a su
nuevo socio y hasta se burlaron cuando éste propuso una competencia /
misión para que todos la cuemplieran, incluido él: Llevarle una sola
amapola a Ángela, una niña que tuvo un accidente y está hospitalizada.
A los héroes como Batman, Superman, Flash Gordon, Spiderman, les
pareció una misión fácil y hasta insultante para ellos, pero confiados
en sus superpoderes estaban convencidos de lograrla en segundos. Pero
ellos no sabían distinguir una amapola de otras flores, tampoco sabía
donde hallarla y cuando por fin encontraron un campo de trigo, i
siquiera conocían a los espantapájaros, a los que atacaron como
enemigos. Incluso en el campo de trigo, Soloman debio salvar a sus
compañeros que no sabía cómo actuar ante un toro, a quien el joven
humilde toreó con la capa roja de Supermán. Al final, como era de
esperarse, todos los héroes llegaron al hospital antes que Solomán, pero
el guardia de entrada no los dejó ingresar porque sus vestimentas no
eran adecuadas para un lugar serio como ese recinto de salud. Solomán,
el último en llegar en una vieja moto desvencijada, fue el único que
pudo ingresar pues él no usa ropas estrafalarias.
Solomán es una obra que
nos habla de valores trascendentales que son muy importantes de
transmitir a nuestros niños: solidaridad, humildad, perseverancia,
esfuerzo, responsabilidad y creatividad, atributos que Solomán posee y
exhibe en alto grado. Por el contrario, algunos de los superhéroes
tradicionales se muestran orgullosos, altivos, fanfarrones, ignorantes y
hasta algo irresponsables (en la novela nos enteramos que supermán
suele llegar atrasado a las reuniones).
En definitiva, una obrita interesante, divertida, creativa y llena de
valores que nuestros niños pueden leer con agrado. Consulté con varios
de mis estudiantes mayores y muchos recuerdan esa historia con gran
placer.
prof. Benedicto González Vargas
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