Esta semana que ya está terminando, el Ministro de Educación Nicolás
Eyzaguirre confirmó que la selección por mérito será prohibida en los
establecimientos educacionales, incluso en los colegios de excelencia.
Esto significa que instituciones como el Liceo 1 de niñas o el Instituto
Nacional, por ejemplo, no podrán seleccionar por notas a sus
estudiantes y podrían ingresar a él jóvenes que no cumplen los
tradicionales estándares académicos que exigen estos colegios,
ampliamente reconocidos por su formación de excelencia, al menos en lo
que a nivel de estudios se refiere.
El Ministro, quien señaló que el proceso será gradual para que los
liceos emblemáticos “adapten sus métodos de enseñanza”, dejó muy clara
la posición del gobierno respecto de este tema al decir “No nos
engañemos, a la larga la selección es un espejismo, porque es arropar a
unos pocos para dejarle los pies desnudos a la mayoría”.
Indudablemente, y debo decirlo con todas sus letras, el anuncio del
Ministerio de Educación va al revés de cualquier análisis sensato sobre
el tema, puesto que claramente lo que se anuncia es nivelar para abajo.
No se dice nada respecto a mejorar la calidad de la educación pública
primaria para que más niños tengan las habilidades, competencias y
conocimientos necesarios para poder ingresar con éxito a estos
establecimientos de excelencia, sino que por el contrario, se señala que
cualquier estudiante (sin requisito de notas ni comportamiento) podrá
ingresar a estos colegios (en un plazo prudente -¿?-) y con ello se
supone que estamos en presencia de un gran avance educacional.
Insólito. ¿Alguien ha pensado cómo van a enfrentar las
responsabilidades académicas y la exigencia propia de estos colegios
estudiantes que carecen de hábitos de estudio y conocimientos para
alcanzar resultados académicos que permitan su promoción en estos
colegios? ¿o aquello de que los colegios adapten sus métodos de
enseñanza, quiere decir que se les va a pedir que bajen sus niveles de
exigencia para que estos nuevos estudiantes no fracasen? Confusa, por
decir lo menos, la idea del gobierno y lo único que yo veo claro es que
se nivela para abajo (que es más fácil), que para arriba, parece que con
ello solo se busca mostrar el cumplimiento de una mala promesa de
campaña, más que verdaderamente mejorar la calidad de la educación
pública
Ojalá solo haya sido un anuncio poco claro o que yo lo haya entendido
mal, pero en este asunto, al menos, las señales indican que algo huele
mal en Dinamarca...
prof Benedicto González Vargas
