¿Qué lecciones le dejó escribir de un hecho personal como el accidente cerebrovascular de su marido?
No había consueloi de ninguna manera y escribir se convirtió en sobrevivencia y búsqueda, me hizo pensar en los hechos, desafiarme a verlos con distancia, buscar el lenguaje más apropiado para transmitir. De esta manera escribí el libro que siempre quise: honesto, crudo y verdadero. Por otro lado, te das cuentas de que la honestidad es incómoda para algunos, pero también te conecta con las pérdidas de muchísimas personas.