(por B. B. Cooper)
Ignoro si la cantidad de sinónimos que hay en nuestra lengua para referirse al canto de los pájaros sea una indicación o muestra de esta maravilla. Así "gorjear", "trinar", "piar" y "cacarear". Se dice que las águilas "chillan", que los búhos "ululan" y que la cigüeña "crotora". Tenemos también graznidos, cloqueos, gañidos, parloteos, arrullos, zureos y un largo etcétera. En fin, sabemos también que muchas especies tienen al menos tres tipos de canto para tres tipos de situaciones distintas: cortejo, alerta y comunicación.
Quizá la música haya encontrado su fuente original en el canto de los pájaros. Puede ser, sería no solo razonable, me parece, sino esencialmente hermoso.
Se me vino a la memoria ese poema de Jorge Teillier tan intenso, que dice:
Y no somos -como se puede pedir-
ni santios,
ni pájaros,
niños
pero vale la pena estar vivos.
Hermoso, hermoso y cierto. Aunque yo habría agregado que somos como pájaros en una rama, no sabemos cómo ni cuándo partiremos.
Publicado originalmente en El Mercurio el 19 de junio de 2021