En
nuestro idioma los silabarios más antiguos que se conocen provienen de
los esfuerzos de la Iglesia Católica por enseñar a leer en sus escuelas,
fueron llamados Cartillas y sus ejemplos intentaban vincular
la adquisición del lenguaje escrito y la enseñanza cristiana,
proponiéndose, de ese modo, un doble objetivo.
En un
principio, como era común por aquella época, en que las ideas
pedagógicas se basaban exclusivamente en la memoria (sin importar
demasiado la comprensión, que llegaría por sí sola con la madurez), los
primeros silabarios o cartillas abusaron de ella, sin importar (o sin
darse cuenta) que a veces se generaban confusiones, como ponerle nombre a
las letras y luego pronunciarlas distintas, como explicaremos en el
caso del deletreo.
Sin
embargo, con el desarrollo de la didáctica y la pedagogía, una nueva
clase de silabarios, más modernos, surgieron para hacer frente a ese
método de enseñanza de la lectura basado exclusivamente en la
memorización del alfabeto. Poco a poco fueron quedando de lado las
explicaciones expositivas de la fonética y las a menudo extensas y
rutinarias sesiones de lectura en voz alta.
En esta
búsqueda, hecha con esfuerzo y cariño por diversos docentes, podemos
encontrar distintos métodos que fueron probándose, oponiéndose y
fundiéndose a lo largo del tiempo, entre ellos podemos mencionar
-siguiendo la categorizaciòn de Barbosa, 1971 (1)- los siguientes :
1. Métodos de deletreo:
Consiste en enseñar el nombre de las letras y por separado su sonido,
lo que crea confusiones. Imaginemos el siguiente caso, a un niño se le
enseña que las "p" y "m" letras se llaman "pe" y "eme", luego debe juntarlas para producir las palabras "papá" y "mamá", al principio, la tendencia normal sería decir "peapea" y "emeaemea", lo que es incorrecto y solo se trata de palabras sencillas, mientras más complejas, el efecto es peor.
2. Métodos de silabeo:
Funcionan haciendo hincapié en los sonidos de las sílabas, lo que
constituye un acierto y un adelanto a la hora de enseñar, pero produce
cierto acostumbramiento en los niños que resta fluidez a su lectura una
vez que ya logran aprender el sistema.
3. Métodos fonéticos:
Muy útiles, pues parten de la idea de que se debe enseñar el sonido de
las letras y no su nombre o, dicho de otro modo, su sonido será su
nombre ( la " m", la "p"). Durante mucho tiempo se pensó que
español no se podía pronunciar las letras por separado de una sílaba,
pero se ha demostrado que nuestras consonantes "no están ligadas de
manera indisoluble con nuestras vocales, ya que es posible
desprenderlas, percibirlas y pronunciarlas separadamente" (Barbosa, 1971).
4. Métodos visuales:
Consideran que la lectura es una actividad más visual que auditiva y
predomina la imagen. Obviamente, no puede haber ningún método totalmente
visual.
5. Métodos sintético analíticos: Parten de la lógica de la letra (fonema y/o grafema), para constituir sílabas, luego palabras y finalmente frases y oraciones.
6. Métodos analítico sintéticos: Suelen partir de las palabras o frases sencillas, para desglosarse posteriormente en sílabas y letras.
7. Métodos globales:
Buscan hacerse cargo, al mismo tiempo, de lo visual, lo escrito, lo
fonético y, en algunos casos, hasta de la escritura. La idea es que la
escritura funcione como reforzamiento de la lectura.
8. Métodos ecléctico combinados:
Similares a los anteriores, se diferencian en que asumen no todas los
ámbitos señalados anteriormente, sino que escogen y juntan aquellos que
cada autor considera relevantes.
9. Métodos simultáneos: Trabajan la escritura y la lectura al mismo tiempo.
10. Métodos sucesivos: Consideran que es necesario ir desde la lectura a la escritura. Desde la letra a la sílaba. Desde la palabra a la Oración.
11. Métodos de escritura - lectura:
Como su nombre lo indica, busca mostrar primero la grafía de las
palabras y luego su pronunciación, no es que busque enseñar a escribir
antes que a leer, eso sería absurdo.
12. Métodos de lectura - escritura: Al revés de los anteriores, muestran primero los sonidos de las palabras y luego avanzan hacia lo escrito.
13. Métodos mixtos: Presentan al mismo tiempo los caracteres manuscritos y los impresos de las palabras
Todos estos métodos se reflejan, puros o combinados, en los distintos silabarios que se mencionarán a continuación.
Como ya
fue señalado, los primeros silabarios fueron de origen religioso
católico, a través de las cartillas que contenían mensajes evangélicos,
casi de de catequésis.
Por otro
lado, en forma temprana los creadores de silabarios se percataron que
una de las claves para la adquisición de la lectoescritura era la
comprensión de la sílaba. Probablemente la práctica y la ejercitación
permanente, aunque no buscara ese método, demostró que los niños, al
aprender a leer, siempre silabean y al percatarse de ese hecho surgió
nítida la necesidad de basar en la sílaba la adquisición del lenguaje
escrito. De allí a encontrar y denominar como nombre genérico de estos
textos "silabarios", hubo menos de un paso.
Aunque, claro está, ambos nombres genéricos subsisten hasta hoy, siendo claro ejemplo la existencia actual de la Cartilla Coquito de Perú y el Silabario Hispanoamericano, de Chile.
Volviendo a nuestra historia, en la España colonial el privilegio (autorización) de publicar "cartillas de enseñanza"
o silabarios pertenecía a instituciones religiosas católicas, y
fueron los obispados o las congregaciones religiosas las que se dieron a
la tarea de crear, publicar y difundir las cartillas. Si consideramos
que en todas las colonias americanas, en general, la enseñanza -y no
solo la evangelización- corrieron por cuenta de los religiosos,
destacando especialmente los mercedarios, los dominicos y los
franciscanos entre las primeras órdenes que levantaron escuelas para
educar a los hijos de los colonos, pero también a los indígenas.
Un efecto
no deseado de la autorización centralizada para la publicación de estas
obras, por parte de la corona española, fue que al ser autorizaciones
para publicaciones privilegiadas excluyentes, se fomentó indirectamente
la edición de textos alternativos no autorizados, que no siempre fueron
rigurosos ni eficaces en su forma y método, pero resultaban mucho más
baratos que los oficiales que constituían un verdadero monopolio
instalado.
En esta
etapa, donde aún subsistía el origen religioso de los silabarios, el
método usado por los docentes consistía en la interrogación individual
del estudiante sobre los signos y sílabas de la cartilla. El alumno
debía, por ejemplo, iniciar su contestación formulando un invocación
religiosa, seguida de la respuesta a la pregunta. Complementariamente en
la portada la cartilla se imprimían imágenes sagradas, generalmente de
Jesucristo representado como niño o de la Virgen.
Uno de los más famosos -y aún en uso en México y Centroamérica- es el Silabario de San Miguel, un
pequeño folleto de 8 páginas, que usa el método del deletreo. Su
creación se atribuye al padre Nicolás García de San Vicente, lo que
explica por qué también se conoce este silabario como Silabario de San Vicente.
Hasta el día de hoy es posible encontrar en su última página un breve
catecismo católico atribuido al padre Bartolomé Castaño, lo que explica
por qué algunos creen que este jesuita es el autor de la obra. Para los
especialistas actuales, este silabario es un monumento a la
antididáctica del aprendizaje de la lengua, aunque aún circula por todo
México y parte de Centroamérica.
El aspecto religioso anotado en el Silabario de San Miguel era común también en España, como podemos ver en el ejemplo de la oración de protección "Por-la-se-ñal-de-la-san-ta-cruz...", usada en la Cartilla de Valladolid funcionando como un verdadero enlace entre la enseñanza de las sílabas y el adoctrinamiento religioso.
Cabe
señalar que en esta época los ejercicios de escritura demoraban meses en
iniciarse después de comenzado el aprendizaje de la lectura, puesto que
se consideraba poco pertinente que fueran simultáneos.
A raíz de
las reformas establecidas en España por los borbones, vinculados a las
corrientes racionalistas e ilustradas, los silabarios van en búsqueda
de una educación racional, admiradora de los valores de la antigüedad
clásica y con un marcado carácter docente. En los nuevos silabarios hay
preocupación por presentar listados lo más completos posibles,
enciclopédicos podría decirse, de todas las sílabas en uso.
Con ese marco de ideas y valores, Juan Antonio González de Valdés publicó en 1875 su Silabario
trilingüe para aprender á leer y escribir todos los sonidos simples
elementales de la lengua española, griega, y latina, Ya en el título queda meridianamente clara la inspiración ilustrada de la obra.En 1810, el año de las independencias, se publicó en Buenos Aires la Cartilla o silabario para uso de las escuelas, impreso por el patriota chileno Manuel José Gandarillas. Este pequeño texto, que pretendía ser el pionero de un nuevo tipo de silabario en América Latina, era solo un listado alfabético, de casi todas las sílabas posibles en idioma castellano, intercaladas con el abecedario, los sígnos numéricos, diptongos y triptongos. La gran innovación fue la disposición del impreso, ya que no contenía mensajes religiosos ni políticos y estaba ordenado en 13 unidades numeradas, siendo de clara inspiración racionalista(2).
En 1845, en la ciudad de Buenos Aires y todavía uniendo la enseñanza de las letras, religión y moral, el pedagogo José Antonio Wilde da a conocer su Silabario Argentino, destacando en su portada que se trata de un método útil y agradable. Lo más pintoresco, sin embargo, son las exclamaciones "¡Viva la Conferederación Argentina! ¡Mueran los salvages unitarios!". No deja de ser interesante la moral que se intentaba transmitir en la época.
Durante la segunda mitad del siglo XIX
y principios del siglo XX, con el avenimiento y masificación de la
educación pública en Europa y América, se comenzó a expresar la
necesidad de un sistema basado en la práctica de la lectura de palabras,
pues se sostenía que las letras y sílabas sueltas no eran
significativas para el uso de la razón en los estudiantes y por lo tanto
atentaban contra las habilidades memorísticas del estudiante. Entre los principales impulsores de este sistema se encontraba el Domingo Faustino Sarmiento, quien publicó su Método de lectura gradual
en 1849 en Santiago de Chile, durante su exilio, en que participó
activamente de las actividades culturales y educativas de Chile.
Sarmiento, quien después fue presidente de su país, intentaba dar a su
sistema un fundamento pedagógico y una metodología progresiva. Se opuso a
fundar su sistema en la memorización y de hecho afirmaba que los
anteriores silabarios habían malogrado los potenciales beneficios del método lancasteriano. Por otra parte incluyó consejos a los docentes para "hacer más natural e intuitivo el aprendizaje",
como simplificar el nombre de las consonantes. Así, por ejemplo, de
acuerdo al sistema de Sarmiento, la "m" se llamaba "me" en vez de "eme".
Se dejaba entre los contenidos finales el uso de las que llama "letras intútiles o convencionales", como la "h" o la "u" puesta después de la "q".
destacado político y educador argentino
Hay
investigadores que señalan que la aparición del silabario moderno, y la
progresiva desaparición de las "cartillas", tuvieron que ver con el
proceso de secularización de la enseñanza y, consecuente con ello, el
silabario, al igual que otros textos escolares surgidos en la misma
época, fue utilizado para entregar a los alumnos valores propugnados por
la naciente educación fiscal, laica y racionalista, como el orgullo
patriótico y el civismo.
En el
fondo, se siguió la misma tradición anterior de las cartillas católicas,
pero ahora con signos laicos, aunque igualmente como vehículo de
mensajes ideológicos.
En 1875,
nace uno de los más persistentes silabarios del mundo Iberoamericano, el
profesor de Lengua y literatura española de la Universidad de Nueva
York, don Luis Felipe Mantilla, da a conocer su propio método, publicado
originalmente en París, pero distribuido desde México a toda
Norteamérica hispana y centroamérica, el Mantilla Nº 1, usa un método de deletreo, pero mucho más completo en sus ejemplos, que otros similares. Adscrito a la escuela lancasteriana, estaba pensado para que cualquiera que supiera algo, pudiera ser tutor de quienes sabían menos, guiándose por el libro.
En 1876,
el notable escritor y profesor español Saturnino Calleja, publicó su
propio silabario, llamado Silabario de San Antonio, cuyo método era ir de los más sencillo a lo más
complejo. La Editorial de Saturnino Calleja ha publicado, en su larga
existencia muchos otros silabarios de distintos autores, destacando los
de Aroca y Fernández.
A finales
del siglo XIX, con el mejoramiento de los sistemas de impresión, se
comenzó a hacer cada vez más énfasis en las ilustraciones como apoyo
visual al aprendizaje de sílabas y palabras. Este es el caso de uno de
los más efectivos silabarios creados en la época, aún vigente y
ampliamente usado, más que un silabario, es todo un método de
aprendizaje de la lectura y escritura: Me refiero al Silabario ilustrado, conocido como El ojo, del educador chileno Claudio Matte Pérez,
publicado en Leipzig en 1884, que durante un tiempo fue texto oficial
en Chile y se distribuyó y usó en diversos países latinoamericanos. Este
texto aprovechó tempranamente las asociaciones visuales que se podían
establecer entre imagen, grafía y el significado de las palabras:
Jorge Délano, un destacado dibujante y
escritor chileno, en un arranque de entusiasmo ante la primera palabra
del silabario (ojo), la señalaba como una onomatopeya visual, una imagen
de su propios sonido y significación.
Este "Silabario Matte",
ya consideraba en su método la simultaneidad de aprendizaje entre
lectura y escritura. Y es tal vez, uno de los grandes aciertos en
métodos de aprendizaje. Actualmente, muchas instituciones educativas
chilenas lo usan con extraordinarios resultados, por lo que se puede
concluir que permanece plenamente vigente, especialmente en la Sociedad de Instrucción Primaria (Escuelas Matte), donde ocupa un lugar de privilegio en el primer subciclo básico.
Un curioso y bien ilustrado silabario
español apareció en París en 1890, con escasas 16 páginas y bellísimas
ilustraciones, este raro ejemplar, llamado Silabario Primario Ilustrado Las diversiones de la feria, no manifiesta la autoría de su creador, pero por su belleza y dedicación merece ser mencionado en este breve recuento.
Dentro de los métodos fonéticos, aparece en 1899 el profesor Enrique Rébsamen quien publica su Guía Metodológica de la Enseñanza de la Escritura y la Lectura. Este
es un interesante silabario que parte de palabras normales, o sea,
selecciona las palabras más usuales para un niño y desde allí, como un
conjunto, enseña su escritura y pronunciación. Fue un gran aporte porque
acabó con las tortuosas sesiones de deletreo, ya que fue adoptado
oficialmente para la enseñanza en México y desde allí derivó a los
países vecinos de Centro América y el Caribe.
Fue en la ciudad de Cali, en 1930, que apareció la Cartilla Alegría de
leer, del docente colombiano Evangelista Quintana. Muchas generaciones
de colombianos, hasta bien entrada la década del 60, lo usaron y
recuerdan con nostalgia. Como dato curioso, podemos decir que esta
cartilla fue pionera en términos de marketing, pues terminaba con una
página recortable en que el niño escribía una carta a su padre,
contándole que ya sabía leer y escribir y pidiéndole que le enviara la
segunda cartilla. Un clásico, sin lugar a dudas.
Un notable escritor uruguayo, editor
y pedagogo por iniciativa propia, Constancio C. Vigil, hace un aporte
fundamental a la enseñanza de la lengua materna entre los niños
argentinos. En efecto, en 1939 hace su aparición el recordado texto Upa!
que hasta el dìa de hoy enseña a leer en miles de casas y escuelas
trasandinas. Este notable escritor es recordado por sus muchos
emprendimientos en el área de las comunicaciones escritas, como la
Editorial Atlántida y la Biblioteca Billiken, pero, por sobre todo, por
su inolvidable silabario.
Otro gran aporte chileno (el tercero en esta historia) es el Silabario Hispanoamericano,
otro gran método de enseñanza y adquisición de la escritura, creado en
1945 por el profesor Adrián Dufflocq Galdames y que ha tenido amplia
aceptación en Chile e Hispanoamérica, se encuentra plenamente vigente y
también busca la simultaneidad de escritura y lectura y asocia imagen
con texto. Esta obra, ilustrada originalmente por Mario Silva Ossa,
más conocido por su pseudónimo Coré (uno de los grandes ilustradores
chilenos), sigue plenamente vigente en Chile y varias escuelas de
Sudamérica.
En 1953 aparece en Santiago otro
importante silabario que aún se encuentra vigente en muchas escuelas
chilenas y que ha sido inolvidable para quienes aprendieron a leer en
él. Una página de Facebook convoca a todos los nostálgicos y agradecidos estudiantes de antaño que aprendieron las primeras letras en el ya mítico Silabario Lea,
obra funda,mental del destacado Premio Nacional de Educación Luis Gómez
Catalán y de sus asistentes Berta Riquelme y Domingo Valenzuela. Posteriormente, una edición especial, dirigida por la docente Berta Riquelme, llamada Silabario Lea en Colores,
mantiene vigente hasta el día de hoy este texto que sigue
reimprimiéndose, exportándose y usándose en la enseñanza de la lectura.
La gran educadora chilena Amanda Labarca Huberston, también hizo su aporte en la historia de la pedagogía nacional y en la creación de silabarios. En 1964 aparece el Nuevo Silabario Americano, donde la notable docente pone en práctica sus ideas pedagógicas referidas al mejor método de enseñanza de la lectoescritura.
El gran aporte peruano a los silabarios en español, vino de la mano del magnífico maestro don Everardo Zapata Santillana, autor de la famosa Cartilla Coquito, publicada
por primera vez en Arequipa, en 1955 y que aún sigue imprimiéndose y
utilizándose. También hay un grupo de nostálgicos en facebook que lo
conmemoran a diario.
En 1989 debuta en España uno de los
silabarios más recordados hasta el día de hoy. Una familia de gatos, a
través de sus interesantes aventuras, va enseñando a leer y, de paso,
entrega un curioso código manual de letras que va reforzando el
aprendizaje. Me refiero a la Cartilla Micho,
que no ha perdido vigencia en las escuelas españolas y que constituye
motivo de nostalgia entre quienes aprendieron con sus lecciones.
Una historia muy especial es la del
silabario que presento a continuación, su método de trabajo tiene más de
80 años de aplicación en Chile y fue creado por una docente excepcional
que, además, vivió más de 100 años y hasta el último días trabajó por
la educación. Sin embargo, solo con la llegada del siglo XXI y la
colaboración de sus hijos, también profesores, vio coronado el
reconocimiento a su muy eficiente método de trabajo con la publicación
en papel y software de su sistema de enseñanza. En efecto, fue en el año 2004 cuando aparece por primera vez la edición del Silabario Luz, basado en el Método Luz , de la docente Alicia González Opazo,
sistema que es reconocido por destacados especialistas mundiales que
avalan su éxito para superar los problemas de dislexia y, además,
señalan que es el único que permite aprender a leer en un mes.
Como
puede apreciarse, la historia de los silabarios en nuestra lengua es
apasionante, variada, hermosa, representa el esfuerzo de generaciones
de docentes por transmitir el lenguaje escrito a los niños, gracias a
sus esfuerzos, nosotros hemos aprendido a leer y es algo que no debemos
olvidar.
Listado (incompleto) de Silabarios conocidos en español
Siglos XVI al XIX: Cartilla y doctrina christiana impresa con privilegio Real en la Santa Iglesia de Valladolid.
Siglos XVI al XVIII:
Nueva cartilla de primeras letras, texto similar al anterior, editado con privilegio de exclusividad para el virreinato de Nueva España.
Silabario de San Miguel, de Nicolás García de San Vicente, México.
1785:
Silabario trilingüe para aprender á leer y escribir todos los sonidos
simples elementales de la lengua española, griega, y latina, y casi
todas la sílabas de la primera, reducido y acomodado a toda clase de
discípulos y maestros, de Juan Antonio González de Valdés.
1797: Cartilla
o Silabario para uso de las Reales Escuelas del sitio de San Ildefonso,
de la comitiva de S. M. y de S. Isidro de esta Corte.
1810: Cartilla o silabario para uso de las escuelas, de Manuel José Gandarillas. Buenos Aires.
1825: Silabario de la Academia. España
1845: Silabario Argentino, de José Antonio Wilde. Buenos Aires.
1848: Método de lectura gradual , de Domingo Faustino Sarmiento. Santiago de Chile.
1875: Libro de Lectura de Autores Selectos españoles e Hispanoamericanos, de Luis Felipe Mantilla. Conocido como Mantilla Nº 1, publicado por primera vez en París.
1876: Silabario ó Cartilla para los niños, editado en Madrid por el extraordinario escritor, impresor y pedagogo Saturnino Calleja.
1884: Silabario Lector, de José Abelardo Núñez. Santiago de Chile.
1884: Nuevo
método (fonético-analítico-sintético) para la enseñanza simultánea de
la lectura i escritura compuesto para las escuelas de la República de
Chile, de Claudio Matte Pérez, editado originalmente en Leipzig. Se le conoce como "Silabario Matte" o "El ojo".
1890: Silabario Primario ilustrado Las diversiones de la feria, Dejardin editor, París.
1890: Nuevo método inductivo analítico sintético para la enseñanza de la lectura y escritura, de Carlos Carrillo. México.
1899: Guía metodológica de la enseñanza de la lectura y la escritura, de Enrique Rébsamen. México.
1904: Silabario El Niño boliviano. Potosí. 1908: Método onomatopéyico de gramática y lectura, de Gregorio Torres Quintero. México.
1914: Silabario Castellano, de Porfirio Brenes Castro, San José de Costa Rica.
1914: Nuevo silabario ilustrado Norma, de Vicente Pinedo, editado en España con énfasis en la presencia de pequeñas ilustraciones.
1930: Silabario Rasgos, por J. Demuro. Madrid, España.
1930: Cartilla Alegría de leer, de Evangelista Quintana. Cali, Colombia.
1931: Silabario, Napoleón Quesada, San José de Costa Rica.
1937: Cartilla escolar antifascista, editada por el Ministerìo de Instrucción Pública de la República de España.
1939: Silabario Upa!, Constancio C. Vigil, Buenos Aires, Argentina.
1940: Silabario cartilla rápida de lectura, por J.P., Dalmau Carles Pla, Madrid. España.
1940: Silabario español por orden de facilidad, por Hijos de Santiago Rodríguez, Burgos, España.
1945: Silabario hispanoamericano , de Adrián Dufflocq Galdames, con ilustraciones de Coré.
1953: Silabario Lea, de Luis Gómez Catalán y Berta Riquelme. Santiago de Chile
1955: Cartilla Coquito, de Everardo Zapata Santillana. Arequipa, Perú.
1960: Cartilla Palau, método fotosilábico. Antonio Palau. España.
1962: Nuevo método iconográfico de enseñanza de las lecturas, Miguel de Bleecker, Valencia, España (conocido en Sudamérica como Sistema Bleecker, con edición en Còrdoba, 1963).
1964: Nuevo Silabario Americano, de Amanda Labarca. Santiago de Chile.
1965: Silabario El Camarada, por José Dalmau Carles, Dalmau Carles Pla, Madrid. España.
1974: Nacho Dominicano, de Jorge Osorio Quijano, Santo Domingo.
1982: Nuevo Silabario Susaeta, Madrid.
1987: Silabario Venezolano, de José Salgado
1989: Cartilla Micho, Martínez, Sahuquillo y García. España.
2004: Silabario Luz, de Alicia González Opazo. Santiago de Chile.
Sin lugar a dudas, esta breve historia
está muy incompleta, espero que mis lectores me vayan informando de
otros textos que no he llegado a conocer aún, pero incompleta y todo,
nos muestra cuán variados han sido los esfuerzos para enseñar a leer a
nuestros niños hablantes de español; Chile tiene el privilegio de contar
entre sus hijos a siete ilustres creadores de silabarios (cuatro
plenamente vigentes y ampliamente reconocidos por su éxito académico):
Manuel José Gandarillas, José Abelardo Núñez, Claudio Matte Pérez, Luis Gómez Catalán, Adrián
Dufflocq Galdames, Amanda Labarca Huberstone y Alicia González Opazo, .
Personalmente, no puedo olvidarme de que aprendí a leer, a la edad de tres años, en el notable Silabario Hispanoamericano que
aún uso para enseñar a leer cuando me corresponde hacerlo. Mis padres,
por su parte, recuerdan con afecto y se emocionan (al ver un ejemplar
nuevo igual al que ellos usaron) con el Silabario El Ojo.
Notas:
(1) BARBOSA HELDT, Antonio: Cómo enseñar a leer y escribir, Editorial Pax, México D.F., 1971. Pág. 21.
(2) Podrá parecer una vinculación antojadiza, pero me permito señalar que este silabario está fuertemente influido por el pensamiento racionalista masónico del autor, lo que se refleja en los 13 pasos o capítulos. No son pocos los símbolos con el número 13 que la Masonería de la época dejó marcados en diversos objetos aún en uso, como la bandera y escudo de los Estados Unidos, por ejemplo).
Bibliografía consultada:
BARBOSA HELDT, Antonio: Cómo enseñar a leer y escribir, Editorial Pax, México D.F., 1971.
MEMORIA CHILENA: Inicios de la instrucción primaria en Chile.
MI QUERIDA ESCUELA: Aprender a leer
TORRES CRUZ, Doris y LONDOÑO RAMOS, Carlos: Textos y pedagogía en los albores del siglo XX en Colombia.
Revista de la historia de la educación latinoamericana. Bogotá.
prof. Benedicto González Vargas
Lilian said:
ResponderEliminar28/07/2008 at 2:21
Estimado profesor, excelente aporte, pero le falta la Cartilla de Quintana.
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar28/05/2008 at 2:21 Edit Delete
Estimada Lilian, gracias por tu comentario y por tu información. No conocía la cartilla de Evangelista Quintana, pero pude investigarla en internet y la incorporé al texto. Sinceramente, muchas gracias por tu aporte!
prof. Benedicto Andrés González Vargas
Marita said:
ResponderEliminar08/06/2009 at 19:51 Edit Delete
Hola....muy interesante la investigación. Yo soy de Argentina y me eduqué en mis 2 primeros años de la escuela primaria en una escuela religiosa (católica) y estoy intentando recuperar el nombre de la metodología utilizada para la enseñanza de la lectoescritura. Recuerdo una nómina incompleta de palabras dibujadas con su inicial en un recorte de cartulina que utilizábamos como guía lafabética. La nómina que recuerde era: ANILLO-BALA-CADENA-CINTO-CHORIZO-DEMONIO-ELEFANTE-FUSIL-FRAILE-GATO-GÉNERO-HAMACA-INDIO-JAMÓN-KILO ?-LANZA-LLAVE-MOSCA-NENE-ÑANDUTÍ-OJO.......UÑA-XOLOFÓN Quizás pueda ayudarme. Muchas gracias
magdalena abraham said:
Eliminar06/08/2015 at 14:30 Edit Delete
Holaaa...ese es el método Bleker...también aprendí así...
Benedicto González Vargas said:
Eliminar25/02/2016 at 22:33 Edit Delete
Gracias, Magdalena, por el excelente dato y por detenerte a leer y comentar.
prof. Benedicto González Vargas
Daniel said:
Eliminar11/08/2015 at 16:06 Edit Delete
sistema bleecker...
http://zaidamachado.blogspot.com/2015/03/estrategias-de-lectura-metodo-bleecker.html
seguramente fuiste a colegio Salesisano...
Slds. desde montevideo.
Benedicto González Vargas said:
Eliminar15/08/2015 at 16:06 Edit Delete
Gracias, Daniel, por tu aporte, este artículo lo estamos haciendo en conjunto desde años y con cada aporte de los lectores se incrementa y mejora.
JOSE said:
Eliminar04/08/2012 at 0:58 Edit Delete
ANILLO, BALA, CADENA, CINTO, CHORIZO, DEMONIO,ELEFANTE, FUSIL, GATO, GÉNERO, HAMACA, INDIO, JAMÓN, KILO, LANZA, LLAVE, MONO, NENE, ÑANDUTÍ, OJO, PIPA, QUESO, REVOLVER, SERPIENTE, TENAZA, UÑA, VASO, WHISKY, XILOFÓN, YACARÉ, ZANAHORIA. NO HABRAS IDO AL COLEGIO EZPELETA DE BELLA VISTA NO?
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar10/07/2009 at 1:58 Edit Delete
Hola, Marita, gracias por detenerte a leer y comentar. No tengo, lamentablemente, información sobre ese silabario, que me gustaría conocer. Si averiguas algo, avísame! Gracias, Benedicto
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar15/08/2012 at 14:50 Edit Delete
Qué memoria, José! Gracias por detenerte a leer y comentar. Saludos, Benedicto
Lila said:
ResponderEliminar22/01/2010 at 21:31 Edit Delete
es excelente!!!!!lo felicito
Benedicto González Vargas said:
Eliminar31/01/2010 at 21:31 Edit Delete
Gracias, Lila, es un trabajo que aún está en desarrollo, pero se irá completando con vuestra ayuda.
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar25/02/2012 at 0:12 Edit Delete
Gracias, Lila, la verdad es que este trabajo ha gustado mucho y tengo la satisfacción de que está siendo usado como material de estudio en varias instituciones formadoras de docentes. Un abrazo, Benedicto
jose pinto said:
ResponderEliminar20/01/2011 at 15:50 Edit Delete
esta buenooo
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Reply
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar25/02/2011 at 0:08 Edit Delete
Gracias, José! Benedicto
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Eunice flores said:
ResponderEliminar16/02/2011 at 16:52 Edit Delete
Hola soy salvadorena y aprendi a leer con el silabario me gustaria obtener un ejemplar pues tengo cinco hijos chicos a quienes quiero ensenar el mismo.. Muchas gracias.
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar04/03/2011 at 3:42 Edit Delete
Hola, Eunice, no tengo cómo acceder a tu petición desde Chile, pero más de alguien podrá ayudarte. ¿Cuál es el silabario que recuerdas? Un abrazo a la distancia, Benedicto
clbe said:
ResponderEliminar04/01/2012 at 7:44 Edit Delete
¡Me ha gustado mucho tu artículo! Lo que más recuerdo yo es el método fotosilábico de Palau. Acabo de ver que hasta tiene un grupo en el facebook http://es-es.facebook.com/pages/metodo-fotosilabico-Palau/73427254992 Guardaba una baraja que encontré hace unos años, pero un compañero me la vio y se la llevó para utilizarla en su clase.
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar17/01/2012 at 3:08 Edit Delete
Gracias Clbe Por tu amable comentario. En verdad este tema nos hace recordar, con nostalgia, esos viejos queridos libros en que aprendimos a leer. Saludos afectuosos, Benedicto
Nancy said:
ResponderEliminar15/03/2012 at 7:32 Edit Delete
Yo recuerdo la lista completa...a lo mejor fuimos a la misma escuela, Mons.Antonio Sabelli. Anillo-bala-cadena-cinto-chorizo-demonio-elefante-fusil-gato-género-hamaca-indio-jamón-kilo-lanza-llave-mosca-nene-ñandutí-ojo-pipa-queso-revólver-serpiente-tenaza-uva-vaso-doble vaso-xilofón-yacaré-zanahoria. Me encantaría tener un ejemplar, me da mucha nostalgia. El libro de lectura era (creo que en segundo grado) "Arroz con leche". Nancy
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar19/05/2012 at 12:58 Edit Delete
Gracias, Nancy, por compartir tus recuerdos. Saludos afectuosos! prof. Benedicto González Vargas
genial, yo también me acuerdo y ahora que tengo que hacer una biografía escolar me encantaría encontrar esas imágenes me dieron nostalgia
EliminarLilian Cecilia Ortiz Sierra said:
ResponderEliminar27/06/2011 at 21:41 Edit Delete
En Colombia, en la decada de los 60, aprendí a leer con la cartilla Alegria de Leer, y ahora con nostalgia veo que no aparece entre los principales silabarios de latinoamerica. Creo que las generaciones de Colombianos de los 50 y los 60 aprendimos a leer con ella.Luego fué reemplazada en los 70, por Nacho Lee (talvez de la familia de Nacho Dominicano). Me gustaría saber si tienen información acerca de ella. Un cordial saludo Lilian Cecilia Ortiz S
ADALBERTO DEULOFEUT PRADO said:
ResponderEliminar17/03/2012 at 19:50 Edit Delete
Muchas gracias a usted, respetado maestro Benedicto. Compartiré en mi red de páginas amigas el enlace de su blog y así este diálogo académico se irá nutriendo con las opiniones, puntos de vistas y demás aportes de quienes les interese la temática de su blog. Saludos desde Colombia, Adalberto Deulofeut Prado Docente vinculado al magisterio nacional
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar19/05/2012 at 13:07 Edit Delete
Adalberto, gracias por sus comentarios y saludos a sus amigos y colegas. ¡Bienvenidos los diálogos y el compartir experiencias! Saludos afectuosos desde Chile! Benedicto
Alba Lucía said:
ResponderEliminar29/04/2012 at 16:53 Edit Delete
Hola soy Colombiana y recuerdo que yo aprendía a leer con la Cartilla Coquito, era muy didactica y me gustaba mucho. Además de los conocidos libros de Blanca Nieves, Caperucita Roja, los Viajes de Gulliver.... lástima no tener registro de cómo fue este proceso, pues ahora me ayudaría mucho para el aprendizaje de las lenguas extranjeras. Gracias, Alba Lucia
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar26/05/2012 at 13:13 Edit Delete
Hola, Alba, gracias por el dato, buscaré que encuentro de la Cartilla Coquito. Saludos afectuosos desde tierra chilena! Benedicto
Patricia VA
ResponderEliminarPatricia VA said:
20/05/2012 at 15:17 Edit Delete
Yo me eduqué en un orden saleciana en Argentina (Colegio Maria Auxiliadora). Aprendi a leer con asociación de palabras y letras (anillo,bala, cadena...). Se el nombre del sistema pero no se cómo se escribe: Sistema "Blejer o Blecher", lo he buscado deletreado de las dos formas sin
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar15/06/2012 at 13:51 Edit Delete
Estimada Patricia Por los antecedentes que me das, me parece que te refieres al Sistema Bleecker, un útil método de enseñanza con una metodología de lecturas secuenciadas, muy usado en Argentina y Venezuela, entre otros países. Su manual para el maestro es un libro relativamente fácil de obtener por internet. Te dejo un vídeo sobre el sistema, pinchando acá. Saludos afectuosos! prof. Benedicto González Vargas
Patricia VA
EliminarPatricia VA said:
15/06/2012 at 22:24 Edit Delete
Muchísimas gracias por la información! También le envío unafectuoso saludo desde aqui! Patricia VA
Sistema Bleecker
Eliminarjohn murray said:
ResponderEliminar16/06/2012 at 3:51 Edit Delete
Oiga, pero si (en lo medular, la información) es un plagio palabra por palabra de un artículo de Wikipedia. No debería firmarlo. Y recibe felicitaciones por trabajo ajeno, hecho por voluntarios. No me parece nada honesto.
Juan Gómez said:
Eliminar06/06/2014 at 17:15 Edit Delete
Nada que ver, he visto ambos textos y no se parecen en nada, el de wikipedia es harto pobre en comparacion con este y si en alguna edición anterior se parecieron (no me consta), no será culpa del profesor benedicto, que es una persona responsable que siempre aporta y comparte sus ideas.
Saludos!
Juan Ángel Gómez Saldías
Benedicto González Vargas said:
Eliminar09/06/2014 at 23:42 Edit Delete
Gracias, Juan, no me preocupa este comentario en lo más mínimo, tal como aparece en mi respuesta, el artículo de Wikipedia se ha basado mucho en el mío, que es anterior, aunque por error mío, la data aparece más reciente. En todo caso, mi artículo ha ido evolucionando y mejorando gracias a la colaboración de mis lectores y el de Wikipedia se ha ido quedando pegado e incompleto.
Gracias por tu aporte y comentario!
Benedicto Andrés
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar16/06/2012 at 4:11 Edit Delete
Este es un comentario bastante absurdo y tal vez algo mal intencionado. Este artículo es bastante más extenso y completo que el de Wikipedia, con una larga búsqueda de información e imágenes que ha tomado mucho tiempo y, además, en constante modificación, tanto porque le voy agregando información cada vez que la encuentro, como porque se ha ido completando con la colaboración de varios de los lectores que han sugerido nombres de silabarios de distintos países. No sería la primera vez, en todo caso, que en Wikipedia se utilizan artículos míos para publicar información, lo que, en realidad, me da lo mismo. Saludos!!
prof. B. Andrés González Vargas said:
ResponderEliminar16/06/2012 at 4:40 Edit Delete
De nada, estimada Patricia VA. Un abrazo afectuoso a la distancia! prof. Benedicto
Patricia Rodriguez said:
ResponderEliminar08/07/2012 at 1:48 Edit Delete
yo aprendi a leer y escribir con el silabario tradicional mis hijos mis sobrinos aun yo cuando empece a ejercer mi maestria tambien tuve la oportunidad de ensenar con el silabario y me di cuenta que tambien para ensenar es un metodo muy facil de manejar siempre recordare ese exelente libro y ahora mi nieto esta aprendiendo a leer y escribir en espanol con el tradicional SILABARIO
prof. B. Andrés González Vargas said:
ResponderEliminar16/07/2012 at 23:10 Edit Delete
Hola, Patricia, gracias por tu amable comentario, pero ¿cuál es el silabario que recuerdas? La palabra "silabario" es genérica y como ves en esta entrada muchos textos se llaman silabario, ¿cuál es el autor del que nos hablas? Saludos afectuosos, Benedicto
geysha garcia said:
ResponderEliminar26/06/2012 at 16:05 Edit Delete
No mencionan al libro Victoria, con ese fue que me alfabetizaron..
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar27/06/2012 at 0:13 Edit Delete
Estimada Geysha No tengo información sobre ese silabario, si me das algún antecedente, como autor, país o año de publicación y uso, tal vez podría investigar algo. Saludos afectuosos, Benedicto
carolina said:
ResponderEliminar13/08/2012 at 2:50 Edit Delete
hola, mi hijo de 7 años aun no aprende a leer asi que voy a enseñarle con el silabario aunque no se como se enseña a leer ojala aprenda estaria muy feliz .
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar15/08/2012 at 15:07 Edit Delete
Hola, carolina, Los silabarios traen indicados su método de trabajo y enseñanza, así que no te costará demasiado usarlos. Gracias por detenerte a leer y comentar. Benedicto
carlos gonzalez said:
ResponderEliminar07/10/2012 at 3:04 Edit Delete
busco copias de la cartilla la citolegia de martin restrepo mejia cartilla de lecture de 1912
prof. B. Andrés González Vargas
Eliminarprof. B. Andrés González Vargas said:
16/10/2012 at 0:57 Edit Delete
Estimado Carlos, yo no tengo copia de esa cartilla, solo las referencias obtenidas en la web. Ojalá alguien pueda ayudarte, éxito! Benedicto
miguel alejandro ramos manzo said:
ResponderEliminar26/08/2011 at 22:03 Edit Delete
santo silavario
Reply
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar30/08/2011 at 1:31 Edit Delete
Estimado Miguel, lamentablemente no me queda claro el comentario. ¿Es el nombre de un silabario? ¿de qué país? ¿cuál es el autor? Gracias por comentar. Saludos afectuosos, Benedicto
Thanya said:
ResponderEliminar22/11/2012 at 13:01 Edit Delete
Mi hijo acaba de récibir el _Nuevo silabario hispanoamericano_, que se usa en El Salvador. Es una nueva edición del que yo usé en los 70 para aprender. Desafortunadamente, tiene muchos errores ortográficos y palabras un poco raras para niños o quizá no aptas. A mí hijo le encanta pero, como profesora de lengua española, me gustaría ver de qué manera se puede corregir los errores del libro ya que es una pena que se les enseñe a los niños con un libro lleno de problemas. Sé también que este libro se les ha dado gratis a todos los niños salvadoreños que comienzan la escuela. Podría usted darme algún consejo ya que me gustaría que se revisara la edición y tengo la sensación de que puede ser algo difícil de hacer. Saludos desde Alemania, Thanya Santacruz
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar27/01/2013 at 21:34 Edit Delete
Estimada Thanya, desde Chile tengo poca información de cómo podría influir para solucionar el problema que me expone. Lo más sensato sería hacer un detallado informe de los errores del texto y hacerlo llegar a las autoridades educativas competentes, tal vez con el apoyo de un grupo colegiado de profesores o alguna facultad de educación universitaria. Saludos y éxito! Benedicto
wolfgangfickertWolfgang Fickert said:
ResponderEliminar20/10/2012 at 18:54 Edit Delete
Tengo una colección de silabarion de todo el mundo. En ella hay silabarios hispanoamericanos en lengua kastilliana (y lenguas indigenas) que no aparecen en el artículo. Por favor una dirección email normal - puedo enviar una lista detallado. Gracias! Hay otros collecionistas con cuales puedo intercambiar cartillas / silabarios (reading primer, syllabaire, elementarz, bukvar, Fibel etc.) de differentes paises en differentes lenguas ? Saludos desde Alemania Wolfgang Fickert
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar22/10/2012 at 20:10 Edit Delete
Gracias, Wolfgang por tu intención de aportar. Puedes escribirme a univirne@gmail.com Saludos afectuosos desde Chile. Benedicto
lenin said:
ResponderEliminar07/11/2012 at 23:39 Edit Delete
hola estoy muy interesada en el metodo bleecker, el problema es que no he encontrado muchos articulos de ello ni el libro me gustaria que se me ampliara más sobre el tema seria de gran utilidad sin más reciban un gran saludo
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar31/12/2012 at 16:21 Edit Delete
Hola, Lenin, no conozco información a fondo sobre el método, yo también he buscado algo para compartirlo, porque no eres la primera en consultar, pero no he logrado dar con nada lo suficientemente serio y profundo. Lo tengo pendiente, en todo caso. Saludos afectuosos, Benedicto
vivi said:
ResponderEliminar13/01/2013 at 1:55 Edit Delete
yo tambien fui al monseñor sabelli!!! estudie con el mismo metodo y aun lo recuerdo... incluso habia otro cuadernillo para las consonantes combinadas como BR BL, que se nombraban como brazo, braile, blok... etc... y los de lectura de segundo grado eran pequeñas canciones, por ej: mariposa, muy hermosa, se murio, pues paso, mecha luminosa, era muy hermosa, se murio. jajajaj me acuerdo un monton!!!! se ve que el metodo funcionaba bien!!!! >Saludos para todos. Viviana
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar28/01/2013 at 0:54 Edit Delete
Lo hermoso, Viviana, de hacer estos recuerdos es que, de alguna manera, volvemos a la niñez. Gracias por tu comentario! Benedicto
Ana Laura Iglesias said:
ResponderEliminar19/01/2013 at 16:05 Edit Delete
Estimados, muy interesante el listado de los silabarios. Yo aprendí a leer con un silabario heredado de mi hermano, el silabario de Disney, de 1971. Lamentablemente tengo el libro un poco deteriorado pero según algunos datos que reuní parece que este silabario estaba basado en la Cartilla Coquito de E. Z. Santillana. Habría que confirmar la información... Aprendí rápido y fácil, en mi casa y con mis padres a la edad de 4 años, hacia 1984, 1985, en Córdoba, Argentina.
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar28/01/2013 at 0:41 Edit Delete
Gracias, Ana Laura, por tu comentario sobre el tema y por contarnos de tu silabario. Lamentablemente, no tenemos datos para ahondar en ese silabario de Disney. Yo he visto varios basados en los personajes Disney, de distintas épocas, y son bastante buenos. Un abrazo a la distancia! Benedicto
prof. B. Andrés González Vargas said:
ResponderEliminar28/01/2013 at 0:41 Edit Delete
Gracias, Ana Laura, por tu comentario sobre el tema y por contarnos de tu silabario. Lamentablemente, no tenemos datos para ahondar en ese silabario de Disney. Yo he visto varios basados en los personajes Disney, de distintas épocas, y son bastante buenos. Un abrazo a la distancia! Benedicto
prof. B. Andrés González Vargas said:
ResponderEliminar14/03/2013 at 23:00 Edit Delete
Guillermo, no sé cómo se llama ese libro, pero trataremos de averiguarlo! Benedicto
Carlos said:
ResponderEliminar29/03/2013 at 16:23 Edit Delete
siiiiiiiiiiii yo tbn en Cordoba!!!! Era la Cartilla Bleecker!!
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Reply
prof. B. Andrés González Vargas said:
Eliminar07/06/2013 at 22:48 Edit Delete
Gracias, carlos, por permitir que este artículo haya motivado tus recuerdos. Saludos afectuosos! Benedicto
Luis Moreno Escobar said:
ResponderEliminar20/04/2013 at 8:53 Edit Delete
Buenos dias: Me hace muchisima ilusión poder leer esto. Estoy buscando la cartilla dónde aprendía a leer. Año 1955. (ya ha llovido)Era muy simple, no tenía dibujos e iba aumentando el nivel a medida que aprendíamos. Tenía en la primera página legible el abcdario en minúsculas y arriba las cinco vocales. Luego casaba dos letras vocales y después consonante voca, y por lo que he visto-leido puede ser de Dalmau Carles, de quién mi profesor era "muy devoto", pero la tengo que ver para identíficarla. Por otra parte otra cartilla con la que aprendí las tablas y algunas otras nociones como por ejemplo el Sistema´Métrico Decimal. Me gustaría saber si a nuestro querido profesor le "suena"algo de esto. Reciban un fuerte abrazo. Luis
Fernando Eraña (@nando1erana) said:
ResponderEliminar21/06/2013 at 14:00 Edit Delete
Aprendí el sistema bleecker con los salesianos en montevideo, uruguay en el Colegio y Liceo San Francisco de Sales. El sacerdote que lo enseñaba era el Padre Sovinsky y lo enseñó solamente unos años porque era un método "aleman" y buehhh así eran las cosas por allá por 1964. Aprendí a los 4 años a leer y escribir por este sistema en 24 días de 1 hora cada día.- Obviamente que la practica era un "grupo de amigos" que eran las "vocales" y otro grupo con las "consonantes". Teníamos un ABECEDARIO que tenía cada letra en trazo FUERTE y con algo más suave un "dibujo" con una "palabra" cuya primer letra era la que queríamos aprender.. y así fue que aprendimos el ABECEDARIO: Anillo, Bala, Cadena, Cinto, CHorizo, Demonio, Elefante, Fusil, Gato, Género, Hamaca, India, Jamón, Kilo, Lanza, LLave, Mosca, Nene, Ñandutí, Ojo, Pipa, Queso, Revólver, Serpiente, Tenaza, Uva, Vaso, doble vaso ("W"), Xilófono, Yacaré, Zanahoria!!!! Imposible olvidar el abecedario y aún hoy mis hijos, sobrinos se rién de como se los recito, luego de casi 50 años despues!!!!.-
Fernando Eraña (@nando1erana) said:
ResponderEliminar21/06/2013 at 14:00 Edit Delete
Aprendí el sistema bleecker con los salesianos en montevideo, uruguay en el Colegio y Liceo San Francisco de Sales. El sacerdote que lo enseñaba era el Padre Sovinsky y lo enseñó solamente unos años porque era un método "aleman" y buehhh así eran las cosas por allá por 1964. Aprendí a los 4 años a leer y escribir por este sistema en 24 días de 1 hora cada día.- Obviamente que la practica era un "grupo de amigos" que eran las "vocales" y otro grupo con las "consonantes". Teníamos un ABECEDARIO que tenía cada letra en trazo FUERTE y con algo más suave un "dibujo" con una "palabra" cuya primer letra era la que queríamos aprender.. y así fue que aprendimos el ABECEDARIO: Anillo, Bala, Cadena, Cinto, CHorizo, Demonio, Elefante, Fusil, Gato, Género, Hamaca, India, Jamón, Kilo, Lanza, LLave, Mosca, Nene, Ñandutí, Ojo, Pipa, Queso, Revólver, Serpiente, Tenaza, Uva, Vaso, doble vaso ("W"), Xilófono, Yacaré, Zanahoria!!!! Imposible olvidar el abecedario y aún hoy mis hijos, sobrinos se rién de como se los recito, luego de casi 50 años despues!!!!.-
el silabario de San Miguel cuando se creó?
ResponderEliminarHermoso como cosigo el silabario hispano o coquito ?
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