Profesor Mario Valenzuela, en una clase al aire libre en la histórica Plaza de Rancagua (Chile, VI Región) |
Ya ha llegado la primavera a nuestro país y va mejorando el
clima, no hace frío ni llueve y la temperatura agradable invita a recorrer espacios públicos exteriores. Por estos días muchos estudiantes me han comentado que les gusta realizar clases al
aire libre o, mejor aún, salir a actividades fuera del colegio para conocer distintos lugares; algo que,
en el colegio donde trabajo, al menos tratamos de hacer un par de veces al año,
por curso. Dichos comentarios me hacen recordar algunos estudios hechos en
Reino Unido, España, Estados Unidos y Australia relativos al positivo impacto
que tiene estudiar al aire libre.