(por Alfredo Prior)
Me cayeron como un mazazo del Congo, las Impresiones de África, de Raymond Roussel. De allí al Locus solus, había solo un paso.
El fiord, de Osvaldo Lamborghini despertó en mí lo que estaba dormido (todavía estoy dormido).
¡Sandokán! ¡Sandokán! Los tigres de Monpracén rasguñaron mis entrañas. ¿Grande, Salgari? Verne no le llega ni a los vernes. Prefiero ese estilo grandilocuente, salvaje e itálico de Salgari.