Esta novela, que funda el género novelístico
en nuestras letras, aparece injustamente olvidada por el grueso público. Peor
aún, no han sido pocos los "expertos literarios", académicos de
escaso vuelo y altas ínfulas, que señalan a Alberto Blest Gana,
como el Padre de la novela chilena y a su estupendo Martín
Rivas, le cuelgan el título de primera novela en nuestra república.
Reconocer que Martín Rivas se publicó dos años
después de Don Guillermo y que, en justicia,
es José Victorino Lastarria el primer novelista chileno, en nada resta méritos
al escritor y diplomático Blest Gana, pero sí ayuda a valorar la obra pionera
del ícono liberal del siglo XIX.
Qué duda cabe que su compromiso político y
social se revela en una obra como Don Guillermo,
novela breve que contiene un compromiso extraliterario que, quizás, explique
por qué los investigadores y críticos contemporáneos, esos sabios académicos
que mencioné más arriba, la consideran con un menor valor literario y la
reduzcan a una mera alegoría política, lo que por supuesto es una opinión muy
básica para enmarcar esta compleja obra.
Partamos señalando que esta es una
aventura fantástica protagonizada por Don Guillermo Livingston, ciudadano
inglés, que va a dar con su humanidad a la cueva del Espelunco (nótese el
anagrama de pelucones, término que se daba a los miembros del Partido
Conservador) para enfrentar a cuatro monstruos horribles: Mentira, Ignorancia,
Fanatismo y Ambición, que tienen sumidos en la falta de libertad a los pobres
habitantes de aquella abisal república. Aventura de tal índole, no solo es la
primera novela chilena, sino que la primera representante de la literatura
fantástica en nuestro país.
Pero no es todo, la obra hunde sus raíces en una exquisita
mitología e imaginario mapuche a manera de homenaje, reconocimiento,
justificación y contexto. No puede olvidarse que Lastarria fue hombre de
pasiones y exigencias políticas, sociales e incluso supranacionales para su
época, curiosamente inspiradas en el Romanticismo, tan opuesto al racionalismo
francés del siglo XVIII, del que también es heredero. Cabe destacarse la
apropiada utilización literaria de una serie de mitos y leyendas mapuches que
logra actualizar con especial acierto en su novela, declarando de ese modo su
apego a las costumbres más arraigadas de la patria.
Pero no es todo, la novela,
además, como alegoría política plantea una comparación entre Espelunco, una
cueva abisal, que representa la oposición entre un mundo subterráneo oscuro y demoníaco,
que se identifica con el pasado y la colonia y al que se opone otro, racional,
claro y moderno, que es la nueva patria transparente, en la superficie, que se
habrá de fundar luego de vencer a los monstruos retrógrados.
En fin, abundan
las razones para leer o releer esta obrita que tanto revuelo causó en su época
y que hoy sufre el injusto olvido de las generaciones lectoras más educadas,
por la imperdonable estulticia de negarle su valor literario y aumentarle hasta
la exageración más ridícula su valor documental y político.
prof. Benedicto González Vargas
Claudia, dice:
ResponderEliminar11 julio 2008
grupos colaborativos solucion a la educacion integral e integracion social
Pablo, dice:
ResponderEliminar11 julio 2008
hola, necesito saber con urgencia el pensamiento que tenia jose victorino lastarria y sus ideas, y a la vez la influencia de estas en la epoca (XIX). Porfavor necesito respuestas concretas, saludos y GRACIAS =).
prof. Benedicto González Vargas, dice:
ResponderEliminar12 julio 2008
Hola, Claudia, tienes razón en la colaboratividad. Pablo. Como docente responsable no puedo quitarte la oportunidad de aprender por ti mismo. Este es un blog de análisis educativo, no un sitio para consultar tareas o trabajos escolares. Probablemente mucho de lo que he escrito sirva para completar trabajos, pero siempre con un acabada investigación y esfuerzo personal. Un abrazo y suerte, Benedicto
Enviado por Shyvy el 11/07/2008 a las 11:02 PM
ResponderEliminarInteresante la vida de Lastarria, Desconocida para mi, se ve comprometido, valiente y pionero en muchos aspectos del quehacer nacional. "José Victorino Lastarria es un romántico muy peculiar que está imbuido precozmente de una orientación liberal, que lo acompañará como un estigma en todo su quehacer ?desde que en 1836 se inicia como profesor hasta casi la fecha en que muere? (3) y que queda definitivamente decantada en el país en la década del cuarenta, en el marco de las discusiones literarias, metodológicas e historiográficas que motivan a los intelectuales del período, una de cuyas expresiones literarias de este nuevo soplo intelectual, es justamente la creación de la Sociedad Literaria, en 1842. De modo que su discurso, sobre todo en su primera etapa; es más bien idealista y utópico, en tanto pretende difundir las ideas liberales, la búsqueda de una identidad nacional y/o americana y hacer conciencia de la necesidad del desarrollo del país; ello en un período en que todavía dicha inquietud no tenía un asidero real, afianzado en la sociedad." Suele suceder que a veces se opacan algunos, por la ignorancia nuestra. Saludos y gracias amigo y colega
Enviado por Benedicto el 14/07/2008 a las 11:38 AM
EliminarGracias a ti, Shyvy, por tu documentado comentario. Lastarria fue un tipo sensacional y aunque esta novela no es literariamente muy buena, tampoco merece el olvido en que la tenemos. Una pregunta aparte, no te he visto por el Club de Lectura, ¿por qué? prof. Benedicto González Vargas
María, dice:
ResponderEliminar13 julio 2008
Soy venezolana y leyendo, Inventamos o erramos de nuestro Simón Rodriguez, encontré a José Lastarria . Me interesa mucho y si es posible, hoy espero encontrar la obra Don Guillermo para leerla ,también encontré el club de lectura y no sé si puedo descargarla en ese espacio.
prof. Benedicto González Vargas, dice:
ResponderEliminar14 julio 2008
Estimada María, gracias por detenerte a leer y compartir. Me parece que esta novela no está disponible en internet, lamentablemente. Incluso en Chile la novela está descatalogada. Saludos afectuosos, Benedicto
Guillermo, dice:
ResponderEliminar15 julio 2008
Estimado Profesor Yo pensaba que el apostol del laicismo (como sinónimo de libertad, que es) era Francisco Bilbao, confieso que yo he sido, uno de los ignorantes que compré, por años, la venta de Alberto Blest Gana como el pionero de la novela chilena y me desayuno, en mi opinión, preguntarse quien fue más liberal si Bilbao o Lastarria, eso hay que dejárselos a los naturales herederos del laicismo, la masonería. Yo trataré de buscar ese libro que lleva mi nombre para leer cada una de sus líneas y conocer la pluma de este insigne hombre libre.
Prof. Benedicto González Vargas, dice:
Eliminar17 julio 2008
Estimado Guillermo, Lastarria y Bilbao, ambos en su veta, (una más literario-política y otra más política-revolucionaria), fueron fundamentales en el desarrollo y expansión de las ideas liberales a mediados del siglo XIX. Lamentablemente, Bilbao tuvo una muy corta vida y falleció en el exilio. No me parece importante determinar quién fue más liberal, pero sí fundamental establecer la importancia de las acciones de ambos y, sobre todo, rescatar sus vidas, ejemplos y aportes a la sociedad chilena. Finalmente, te agradezco tu atenta nota y el que te hayas detenido a leer y comentar en este blog. Atte., Benedicto