"Alma, no me digas nada,
que para tu voz dormida
ya está mi puerta cerrada.
Una lámpara encendida
espero toda la vida, tu llegada,
Hoy la hallarás extinguida.
Los fríos de la otoñada
penetraron por la herida
de la ventana entornada.
Mi lámpara estremecida
dio
una inmensa llamarada.
Hoy la hallarás extinguida.
Alma, no me digas nada
que
para tu voz dormida
ya está mi puerta cerrada."
Estos emotivos versos que están, sin duda, entre los más hermosos de la poesía
nacional, fueron escritos por nuestro Premio Nacional de Literatura 1962, don
Juan Guzmán Cruchaga. Nació nuestro autor en Santiago, el 27 de marzo de 1895,
en el seno de una respetable familia de la aristocracia agraria. Cursó todos
sus estudios en el Colegio San Ignacio y luego en la Facultad de Derecho de la
Universidad de Chile, aunque no llegó a graduarse. Antes, cuando solo tenía
quince años, publicó su primer libro de versos y colaboró, además, con las
revistas "Azul" y "Musa Joven", que fundara y dirigiera el
poeta Vicente Huidobro. Asimismo escrbía en las revistas "Zig Zag" y
"Pacífico Magazine" y en los diarios "La Nación",
"Ilustrado", "La Mañana" y "La Nación", este
último de Buenos Aires.
Su obra, humana y tierna, más allá de modas o
tendencias, creó un mundo poético personal, íntimo, donde su verso, siempre
elegante, luce esa musicalidad propia de lo que se escribe con el corazón.
Guzmán Cruchaga vivió lejos de los bullicios y las polémicas; su tarea fue
escribir libros imperecederos que a través del tiempo han sabido conservar su
encanto, con su rima leve, plena de emoción y desprovista de retórica.
Entre
sus obras fundamentales cabe destacar: Junto al brasero
(1914); La mirada inmóvil (1919), La sombra (1919), Chopin (1919); La princesa que no tenía corazón
(1920), Lejana (1921), La fiesta del corazón (1922), Agua de cielo (1925), Aventura (1940), Canción y otros poemas -su obra
más lograda- (1942), Altasombra
(1958) y Sed (1977), entre otras. Otra
de las actividades en las que ocupó su tiempo con especial dedicación fue la
diplomacia, sirviendo cargos consulares en Tampico (México), Río Gallegos,
Bahía Blanca y Salta (Argentina), Hong Kong (China), Oruro (Bolivia), Hull y
Liverpool (Reino Unido) y ante las naciones de América Central (Nicaragua,
Guatemala, Honduras y El Salvador). Fue también agregado cultural en las embajadas de
Chile en Agentina y El Salvador.
Juan Guzmán Cruchaga, este gran poeta
nacional, falleció en Viña del Mar el 21 de julio de 1978, a los 84 años de
edad.
prof. Benedicto González Vargas
Sandra, dice:
ResponderEliminar18 agosto 2008
Sin palabras , maravilloso, es un hermoso poema que expresa el sentir de una persona enamorada.
prof. Benedicto González Vargas, dice:
Eliminar19 agosto 2008
En verdad, Sandra, es un poema hermoso. Gracias por detenerte a leerlo y compartir tus opiniones. Un abrazo, Benedicto