¿Qué lecciones le dejó escribir de un hecho personal como el accidente cerebrovascular de su marido?
No había consueloi de ninguna manera y escribir se convirtió en sobrevivencia y búsqueda, me hizo pensar en los hechos, desafiarme a verlos con distancia, buscar el lenguaje más apropiado para transmitir. De esta manera escribí el libro que siempre quise: honesto, crudo y verdadero. Por otro lado, te das cuentas de que la honestidad es incómoda para algunos, pero también te conecta con las pérdidas de muchísimas personas.
¿Qué beneficios trae escribir en momentos así?
La escritura me parece una forma de vivir, no soy escritora sólo cuando me enfrento a un texto, lo soy todo el tiempo, para bien y para mal. Hacerlo me ayudó a darle otra forma a lo cotoidiano, me obligó a tipear y a llorar, a pensar más allá de mí, a trabajar el texto. Descubrí que podía transformar el horror, hacer lo que quisiera con él, y cuandoterminé el manuscrito encontré belleza allí, después de todo.
¿Y qué problemas?
Mucho dolor. Repasar los detalles de situaciones que no esperaste jamás vivir es un ejercicio bastante masoquista.
¿Qué aprendizaje se debería llevar el lector de "La noche del nunca más"?
Que la pérdida es universal. Que siempre duele y que no tenemos por qué verle el lado positivo porque nos dicen que es así. Que no está mal hundirse en el mar oscuro e intentar después hacer algo con esa pérdida y también con uno mismo.
¿Qué sería Lyuba Yez si no pudiese escribir?
No sería Lyuba Yez, que además es un nombre difícil de olvidar.
¿Qué hace falta en Chile para fomentar la lectura?
Profesores de Lenguaje como los que tuvo yo en la Enseñanza Media. Ante mi poco interés por las lecturas indicadas por el Ministerio de Educación, ella creó una lista de libros que incluían a Guy de Maupassant, Camus, Kundera, Isabel Allende, Jane Austen, Edith Wharton. Y, por supuesto, soltar las pantallas.
¿Cómo se reencanta al lector en la época de las pantallas?
Con buenas historias. Varias de ellas hoy son adaptaciones de libros, entonces, si ves la película, o la serie y funciona, llegas al libro de todas faormas.
Si tuviese que hacer una novela de un personaje de la contingencia chilena, ¿de quién sería?
Cualquier loca o loco de la casa, de una familia hipertradicional. Siempre hay.
Tres escritoras chilenas que recomiende:
Nona Fernández, porque es incombustible en su trabajo creativo. Lina Meruane, que abrió mi cabeza desde que leí Póstuma1999 y Cinthya Rimsky, porque experimenta en formatos e historias.
¿Cómo definiría la literatura chilena actual?
Diversa, próspera y posible gracias a la existencia de tantas editoriales nuevas, pequeñas y jugadas que abren espacios y oportunidades a autores y autoras que antes no podían encontrar eco para sus voces.
La novela perfecta tiene...
un personaje que no podrás soltar, belleza, ritmo y párrafos para atesorar en una libreta.
¿Un libro que la haya acompañado el último tiempo?
El adversario de Emmanuel Carrére.
¿Qué proyectos está preparando y verán luz en 2024-2025?
Más que proyectos, tengpo intenciones: me gustaría volver a trabajar en guines de ficción y adaptar alguna de mis novelas al formato audiovisual. Además, quiero avanzar en la historia que empecé a escribir intuitivamente desde que publiqué La noche del nunca más y que está ahí mirándome expectante por si me atrevo, porque es ruda.
Hasta acá la entrevista de Juan Toro a esta interesante escritora chilena. Ojalá les motive a buscar alguno de sus libros, leerlo y volver a comentar por acá.
GRACIAS POR PINCHAR LA PUBLICIDAD O DONAR EN ESTE BLOH
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.