miércoles, 10 de diciembre de 2014

La escuela mata la creatividad

Ken Robinson es un pedagogo británico, escritor de temas educativos,  que recorre el mundo dando charlas sobre Educación y creatividad y mostrando lo que ha sido su experiencia a lo largo de los años. Lo interesante de Robinson y que hace que sus conferencias sean inolvidables, es la seguridad con la que enfatiza la idea que da título a este artículo: La escuela mata la creatividad.


Hasta la fecha, aparte de sus conferencias, las ideas de Robinson se resentan en sus libros: El elemento, cómo encontrar tu pasión puede cambiarlo todo y Fuera de nuestras mentes: aprende a ser creativo.

En lo medular de su discurso, Robinson señala que todos los niños poseen un talento que los adultos nos encargamos de desperdiciar inmisericordemente. Sostiene que el desarrollo de la creatividad en el colegio debería ser tanto o más relevante que la alfabetización y la adquisión del cálculo en los estudiantes, que si entendiéramos eso deberíamos darle a as disciplinas artísticas el mismo estatus.

Gran parte de la culpa, según sus análisis, tiee que ver con un sistema academicista que solo premia y valida los conocimientos que eran necesarios para la sociedad industrial y que hoy se manifiestan en pruebas estandarizadas que muchas veces orillan hacia el único camino de continuidad académica que ven los estudiantes: la universidad. 

Al referirse a la labor de los docentes dice que, en general, no decimos a nuestros estudiantes que equivocarse es una parte imprescindible del proceso de aprendizaje y no un motivo para estar triste o solo pensar en la baja calificación. Dice que en su experiencia, los niños más pequeños tienden a buscar soluciones cuándo no están seguros de la respuesta pero, a medida que van creciendo (y se van normalizando), empiezan a inhibirse por miedo al error (que más de alguna sanción trae aparejada). grafica esto señalando que más  o menos a partir de los ocho años cuando muestran un dibujo espontáneo suelen preguntar si "está bien", si "es así". Lo que casi nunca ocurre con niños menores, ya que sus dibujos son simplemente lo que son y reflejan su mundo. Una anécdota interesantísima que suele contar es la niña que estaba dibujando a Dios y el profesor le dice: -nadie sabe cómo es Dios y ella le responde: -Cuando termine mi dibujo lo van a conocer. Esa es la libertad creativa que Robinson busca rescatar en nuestros estudiantes.

Para Robinson, si no enseñamos a nuestros estudiantes que equivocarse no solo es parte del aprendizaje, sino que algo muy importante porque si no se está preparado para equivocarse, nunca se podrá ser original.

Robinson describe cómo casi todos los sistemas educativos del mundo tienen algo en común, que es la primacia de las asignaturas académicas duras (Matemáticas, Lenguaje, Historia, Ciencias, Idiomas extranjeros), sobre las artísticas y la educación física. Aboga,por lo tanto por una profunda revisión de ellos ya que, según cree, ser original es precisamente lo único que nos va a situar por encima de lo que un computador puede realizar. Argumenta que mucha gente brillante piensa que no lo es: ya que el talento artístico que tienen fue menospreciado -incluso estigmatizado- en el colegio, en el que sólo se valoró un tipo de inteligencia: la académica.

A modo de conclusión, Ken Robinson afirma que debemos usar el don de la imaginación humana de manera sabia, reconociendo la riqueza que nos aporta la creatividad, y educando todas las facetas de la personalidad del niño para ayudarle a enfrentar su futuro usándola como una herramienta más para su desarrollo.

En TED hay dos conferencias de Robinson, con transcripción al español, que podemos ver y leer:



También hay una versión subtitulada en Youtube, que puede verse acá

Interesante tema,sin lugar a dudas

prof. Benedicto González Vargas

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