Metodologías para la gestión educativa.

Hace pocos días el Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar, de la Pontificia Universidad Católica de Chile,  dio a conocer una interesante reflexión del profesor Maximiliano Hurtado relativo a nuevas metodologías para la mejora escolar, tema que, según se informa en el boletín N° 53 del mencionado proyecto, será abordado en profundidad en las VI Jornadas Interamericanas en Dirección y Liderazgo Escolar. 

La premisa inicial de su artículo es que no puede haber gestión si no hay objetivos claramente determinados y desarrollados. Sostiene que, al revisar las misiones y visiones de diversos colegios chilenos, la gran mayoría dice apuntar a una educación de calidad, que forme alumnos integrales y, en muchos casos, que logren desarrollar habilidades necesarias para desenvolverse académica y profesionalmente en el siglo XXI, tema (al igual que el Liderazgo educativo), que ha sido motivo de nuestros intereses pedagógicos desde los inicios de este blog en el ya lejano año 2004. Cabe señalar que, tal como dice el profesor Hurtado, siempre es necesario definir esos conceptos porque ¿qué entiende cada cual por educación de calidad, por ejemplo?

Como claramente lo señala el profesor Hurtado, es importante definir y establecer cómo se va a monitorear el estado de avance o consecución de dichos objetivos. Al respecto, señala que es de vital importancia que las instituciones educativas focalicen su acción de tal manera que apunten a objetivos estratégicos, que posibiliten la resolución de los problemas más críticos de las unidades educativas. Es necesario definir con claridad qué recursos van a estar dirigidos hacia ese objetivo estratégico y los procesos necesarios para alcanzarlo.

Sostiene el profesor Hurtado que, actualmente, existen herramientas que apoyan estas metodologías y que provienen de áreas distintas a la Educación, pero que han sido adaptadas a ella o, mejor dicho, por estar desarrolladas para instituciones complejas y dinámicas, se adaptan perfectamente a las instituciones educatrivas. Para implementarlas hay que partir de cuatro premisas equivalentes a las originales que fueron formuladas desde la industria del software, ellas son:

1. Las organizaciones educativas estas hechas por y para personas, sus relaciones son fundamentales.

2. El foco está en los aprendizajes más que en el método de enseñanza, 

3. El proceso de aprendizaje debe ser colaborativo, con los estudiantes como protagonistas 

4. Hay que adaptarse a las diversas formas de aprender y al contexto.

Dos son las metodologías propuestas en esta interesante reflexión. Una de ellas es el concepto de “A3”, método que busca  definir los problemas institucionales a través del contexto y los antecedentes para, posteriormente, analizar detenidamente las causas-raíz. El otro método sugerido es el Kanban, que usa un sistema de tarjetas, que se visualiza en un tablero donde se exponen las tareas que deben realizarse. Estas, en la medida en que se van desarrollando,  van cambiando de estado, con tarjetas indicadoras de, por ejemplo,  “no iniciado”, “en proceso” y “terminado”.

Ambas metodologías, muy potentes y útiles, permiten monitorear adecuadamente los procesos de gestión educativa. La metodología A3, por ejemplo,  permite focalizar aquellos esfuerzos efectuados los problemas más críticos y constantes de las escuelas, liceos y colegios, buscando tomar medidas que vayan directamente a las causas y  no a su manifestación. Por otro lado, el método Kanban permite a los equipos directivos visualizar en forma rápida y precisa, las tareas colectivas e individuales, evitando la recurrente sensación de que se está haciendo mucho, pero, sin embargo,  no se logra terminar nada.

Vistas así las cosas, resulta evidente que es necesario optimizar los procesos de gestión educativa, de manera tal que las instituciones desarrollen aquellos que son realmente claves y no otros que pueden parecer muy atractivos comunicacionalmente hablando, pero que en la práctica son distractores y accesorios.

Indudablemente es una reflexión muy necesaria en los tiempos actuales y, si viene acompañada de dos ejemplos metodológicos adecuados, fáciles de adoptar y ejecutar, es un gran aporte el que debemos al profesor Maximiliano Hurtado.

Para profundizar en estas ideas, sería interesante leer el breve, pero contundente documento original dado a conocer por este programa de liderazgo educativo y que pueden leer aquí.

prof. Benedicto González Vargas