En conversaciones que permanentemente sostengo con mis estudiantes, muchas veces me percato de ciertos usos semánticos, palabras o expresiones, cuyo empleo no es siempre preciso y como he comprobado que también entre adultos ocurre, desde hace algún tiempo he publicado algunas aclaraciones bajo la etiqueta de semántica.
Hoy me referiré a una confusión muy común entre los jóvenes que se puede apreciar al pedirles que utilicen sinónimos que tengan relación con la palabra empleo y ahí me percaté que normalmente ellos usan las palabras empleo y carrera como si fueran la misma cosa. Algunos tenían claro que no se trata de la misma cosa, pero no sabían diferenciar ambos vocablos.
Para ser precisos, una carrera se refiere a la trayectoria de la vida laboral de una persona, mientras que el empleo se refiere al puesto de trabajo en sí. Vale decir, a lo largo de una carrera, uno puede tener muchos empleos. Por ejemplo, yo como docente tengo más de veinte años de carrera, pero he tenido varios empleos, pues he ocupado puestos docentes en diferentes unidades educativas, o sea, diferentes empleos. ¿Otro ejemplo? Una persona puede hacer una carrera en una empresa de servicios, pero para muchos no será siempre el mismo empleo, al inicios serán porteros o recepcionistas, luego pueden pasar a cargos administrativos y tal vez, más tarde lleguen a cargos de jefatura o gerencia, esos son empleos distintos, de una misma carrera en la empresa. Y aquí me detengo a que muchos piensan que una carrera solo se refiere a lo profesional, en el ejemplo dado recién, puede que el funcionario no haya obtenido un título, pero igual "hace carrera".
Lo ideal es que una persona pueda elegir entre muchos empleos en su carrera, pero para tener esa oportunidad hay que prepararse bien y nunca es temprano para ir pensando en qué área me gustaría desarrollar una carrera. Para los niños mayores y jóvenes es difícil pensar que pasarán al menos unos 40 años trabajando y que la satisfacción personal es más importante que la proyección económica de la carrera. El problema es que hoy tanto los empleos como las carreras están en constante movimiento, pues van desapareciendo del mercado laboral. Por ejemplo, lamentablemente, en Chile, la carrera de Ingeniero Textil ya no tiene campo laboral y creo que la carrera está cerrada en muchas universidades. El empleo de cajera de supermercado (que puede ser parte de una carrera en un supermercado), está desapareciendo con gran velocidad, un día vemos uno de estos centros con muchas cajeras y al mes siguiente, vemos la mitad de espacio con cajeros digitales donde es el cliente quien hace todo lo requerido.
¡Son muchas las cosas en las que hay que pensar cuando proyectamos nuestra carrera y nuestros empleos!
prof. Benedicto González Vargas
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