Promulgada nueva Ley de Educación General en Chile

Por fin, luego de tres años, un par de protestas estudiantiles masivas, varios ministros de educación, y una larga lista de opiniones encontradas, por fin fue promulgada la nueva Ley General de Educación (LGE). Recordemos cómo esta flamante ley se generó a raíz del conflicto estudiantil que ha pasado a la historia como la "revolución pingüina" y que fue directa responsable de la caída del ministro de Educación, Martín Zilic. Vendría después la Comisión que estudió la nueva Ley y que estuvo integrada por estudiantes, docentes, investigadores, expertos, etc., los que, lamentablemente, no llegaron a conclusiones totalmente consensuadas. Luego vino el turno de los políticos y sus propias visiones del problema, reclamando los unos por el derecho a la educación y los otros, por el fin del lucro. Consignas ambas que tenían más de propaganda, que de asidero real. Hasta que un buen día, con las manos tomadas, todos los líderes de los partidos políticos firmaron un acuerdo que tambaleó varias veces en el Congreso. Hasta hoy, que la Presidenta Michelle Bachelet promulgó la nueva Ley,  asegurando que "esta ley pone el marco institucional para los cambios. Con su promulgación estamos derogando después de 20 años el marco obsoleto que era la LOCE".  

La nueva ley busca garantizar la calidad y equidad en la educación y por ello crea la Agencia de Calidad de Educación y una Superintendencia, entre otros ajustes a la estructura administrativa de la Educación. Según declaraciones de prensa, el senador Mariano Ruiz Esquide valoró que el proyecto asegure la selección a partir de sexto básico, además de la reinstalación del concepto de educación laica.

Ahora, vendrá la difícil etapa de implementar esta nueva ley, de poner los recursos económicos, humanos, de infraestructura y todos los que sean necesarios para que esta ley, que constituye un avance frente a la LOCE, sea verdaderamente un aporte y no una promesa vacía de lo que nunca será. 

prof. Benedicto González Vargas