domingo, 26 de febrero de 2017

Dinámica y fómula del rumor

Nada más pernicioso que el rumor. Todos hemos sufrido alguna vez de las situaciones equívocas y a veces graves que genera el rumor. Para quienes somos educadores es una realidad que se ve a diario y que afecta mucho a nuestros niños y jóvenes y que en el último tiempo, debido a las redes sociales y al extendido mayor uso del celular  -incluso entre niños pequeños- se ha agudizado.

Para entender la dinámica del rumor es bueno recurrir a una fórmula que considera los principales factores intervinientes y que corresponde a la imagen que encabeza este texto. Considero imprescindible que quienes tienen una posición de liderazgo, formal o informal, tengan muy en claro esta dinámica.


Donde el significado de los distintos componentes de la fórmula es:

A = Grado de ambigüedad de la información o mensaje original. Esta ambigüedad puede estar determinada  por imprecisiones o vacíos en el mensaje.

I = Grado de interés y/o necesidad que se tenga acerca de la materia que trata la información o mensaje original.

D = Distancia entre la fuente emisora y el receptor. Esta distancia debe ser entendida no como distancia física, sino como número de "estaciones repetidoras" entre el emisor y el receptor final. Las "estaciones repetidoras" pueden estar en línea (cuando a informa a b, b informa a c, c a d, y así sucesivamente). o en paralelo (cuando a informa simultáneamente a a, b, c, d, etc.)

C = Confianza en la fuente originaria de la información o en la persona o situación afectada por ella.

R = El rumor resultante del juego del juego de los elementos considerados en la fórmula, y donde éste crece proporcionalmente a los grados de incremento que tengan la Ambigüedad, el Interés y la Distancia, y decrece proporcionalmente al valor que alcance el nivel de confianza.

Las conclusiones posibles de obtener de esta fórmula son:

1. Toda persona debiera cuidar, al dar o recibir información, ser lo más preciso que pueda, controlando o comprobando si el mensaje ha sido bien entendido,

2. Debe tratar de dar respuesta a las inquietudes e intereses de su interlocutor, y si quiere que su mensaje sea bien entendido y no hay intereses manifiestos de la otra parte. debe, en primer término, motivar y despertar el interés hacia su contenido.

3. Se debe tratar de disminuir la distancia a lo menos posible, ojalá a cero, buscando tener una información confiable, ya sea directamente o a través de una fuente respaldada con documentación explícita y clara.

4. Toda persona que intenta comunicarse con otra debiera trabajar intensamente para asegurarse una buena imagen de credibilidad, confianza y honestidad permanente, al menos en las materias que está tratando en forma recurrente.

5. En todo caso, cada vez que una persona recibe información o la entrega, debe asegurarse de entender realmente las intenciones de la fuente original o la comprensión del receptor final.

6. Finalmente, en la actualidad, todo esto se multiplica exponencialmente con las redes sociales y hay que tener sumo cuidado en elegir las fuentes emisoras (o repetidoras) que elegimos para informarnos, evaluando adecuadamente su seriedad, precisión y confiabilidad.

prof. Benedicto González Vargas



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