Cementerio Cósmico, de Curtis Garland

Ya en ocasiones anteriores me he referido a mi gusto por la ciencia ficción y al aprecio especial que tengo por los escritores de este género que, bajo el alero de la antigua Editorial Bruguera y otras, como Astri, publicaron centenares de novelas sencillas, directas, entretenidas, sin demasiadas pretensiones literarias, pero que, sin embargo, se constituyeron en un fenómeno editorial y además, fueron la puerta de entrada para muchos que como yo, valoramos la Ciencia ficción por todo el esfuerzo y talento que es necesario poner en la creación de estas obras.

Entre ellas, acabo de leer Cementerio cósmico. de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz), interesante y entretenida novela que nos proyecta varios siglos en el futuro donde un matrimonio de astronautas enfrenta un viaje especial superando la velocidad de la luz y de pronto es atraído a un cementerio cósmico donde miles de naves abandonadas, muchas de las cuales están en perfecto estado de funcionamiento, repletas de huesos como único testimonio de la vida que alguna vez cobijaron, se encuentran apiñadas en tormo a una gigantesca nave sarcófago cuya cultura, escrita en las paredes con jeroglíficos y símbolos similares a los egipcios, recuerda a las primeras civilizaciones de la Tierra. En tal nave, reposa la momia de un legendario rey de un lejano y desconocido planeta. Sin embargo, lo terrible del lugar, lo que le da a la novela el toque terrorífico es la presencia del malvado ser que custodia el descanso de la momia. Un espeluznante y voraz monstruo que acaba con toda vida en aquella perdida región del universo.

Salvados casi milagrosamente, no sin la pérdida de un compañero de viaje, el matrimonio compuesto por Dan y Gala Darek logran escapar de ese abominable lugar y regresar a la Tierra, donde las autoridades de la NASA no solo no creen su historia sino que dudan de la integridad psíquica de los astronautas. Contra su voluntad y engañados por un astuto villano, volverán al cementerio cósmico y enfrentarán nuevamente su destino con el voraz guardián asesino.

Como todas las novelas de Garland y, en general, la de los autores de este tipo de obras; son ficciones literarias sumamente entretenidas, que se leen con aidez, porque proporcionan una grata distracción que está asegurada desde la primera página y que, aunque les pese a los académicos de nariz arriscada que solo buscan mensajes ocultos en la literatura y revelaciones estéticas intrincadas y novedosas, las obras de estas colecciones que en España llamaban "de a duro", por su escaso valor, fueron una verdadera revolución y éxito de ventas y crearon muchos lectores y escritores. Son muestra de la cultura popular y de cómo la literatura presta también servicio en esa dimensión.

Interesante y entretenida, búsquenla en las librerías de viejo, no se arrepentirán.

prof. benedicto González Vargas