lunes, 9 de abril de 2018

En Educación: ¿Cómo acortar la brecha entre lo que tenemos actualmente y los cambios necesarios para una educación de calidad?

Esta es la pregunta que se han venido haciendo todos los expertos en educación en el último tiempo y no hay, por supuesto, respuestas unívocas. Desde el Desarrollo Organizacional se pueden entregar algunas pistas que, obviamente, deben ser aterrizadas e implementadas con todas las variables que el complejo modelo y sistema educativo chileno presenta. Acá van algunas de esas respuestas:


1. Se requiere sustituir una visión limitada por los recursos existentes, lo que la hace a la vez demasiado ajustada y condicionada, especialmente por ese interés ideologizado de que todas las instituciones deben ser lo más parecidas posible, como si la mentada igualdad que se busca pase por esas formalidades. Yo veo más una absurda búsqueda de uniformidad, que de igualdad. Y sustituir esa visión por una más flexible que se constituya en un mecanismo eficaz de influencia dentro de las propias organizaciones educativas, requiere cierta osadía y ciertos espacios de libertad que no se están promoviendo desde el novel central.

2, Cambiar esa visión limitada que busca empoderarse y hacerse fuerte en los mismos espacios tradicionales que se han ido desdibujando y que se encuentra en una crisis terminal, por una visión más amplia, que permita la creación de nuevos espacios y modelos educativos que aumenten la oferta disponible para los padres que requieren encontrar un lugar adecuado de enseñanza para sus hijos. En este mundo donde se reconoce la diversidad, absurdamente las autoridades educativas de los últimos años, han buscado la uniformidad, y lo han hecho con la etiqueta populista de la igualdad.

3. Dejar de tener la creencia que entiende la gestión educativa solamente como una actividad de las autoridades, esa creencia que es más bien un temor ha frenado la participación colectiva y con ello ha limitado la posibilidad de ideas nuevas en las unidades educativas. La gestión -enseña el Desarrollo Organizacional- es labor de toda la comunidad organizacional, lo que no significa un cuestionamiento a la autoridad, sino una búsqueda conjunta de soluciones y estrategias.

4. Dejar de pensar las estrategias solo como ejercicios analíticos y verlas como intervenciones pr´ctica en los distibtos niveles organizacionales o, lo que es lo mismo, en Educación, en los distintos grados en que ésta se manifiesta, desde la pre-escolaridad, hasta el post grado.

5. Comprender que las estrategias de desarrollo organizacional no son solamente análisis de las situaciones pasadas que están generando algún conflicto, sino una mirada que busca apropiarse del futuro, a partir de un sólido conocimiento de la historia y cultura organizacional de la entidad que se encuentra en reflexión.

6. Para todo lo anterior, se requiere tener una mirada analítica del futuro, a partir de las evidentes claves que nos muestra el mundo actual y hacernos cargo previamente de los problemas emergentes que ya se visulmbran en el horizonte, como el uso intensivo e intencionado de las tecnologías en el aula, especialmente a nivel de celulares (hoy la receta parece ser prohibirlos), la identidad de género, los problemas ecológicos, la diversidad sexual y, por cierto, el trato igualitario hacia la mujer.

Una institución educativa que no es capaz de cambiar esas miradas y enfrentar el futuro con decisión y osadía, pero a partir de una clara reflexión, está condenada a seguir marcando el paso con un modelo educativo obsoleto y con unas practicas organizacionales que mantendrán en permanente tensión a los actores de la comunidad educativa.

prof. Benedicto González Vargas

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