Próximo a estrenarse documental sobre Nicanor Parra

Hay que agradecer la persistencia del cineasta Víctor Jiménez, que desde hace diez años viene grabando en cine escenas de la vida cotidiana y pública de Nicanor Parra y que está a punto de estrenar Retrato de un antipoeta, un documental de 72 minutos de duración que nos permitirá ver en pantalla grande al grande de Nicanor.

Según ha publicado el suplemento de Artes y Letras de El Mercurio, en su edición del 19 de julio, el filme inicia en 1998, en la casa de Las Cruces, donde Colombina —la hija del poeta— le corta las uñas a su hijo en la salita de estar, mientras su padre lee a Shakespeare en inglés; de pronto ella le pregunta si ya no le salen los callos que antes solía cortarle y él responde que no, que descubrió que era por culpa de los zapatos y que ya no tiene ese problema. Así de coloquial y humana es la primera imagen que tenemos del antipoeta en este documental y por ello es que, de seguro, habrá de convertirse en un testimonio de vital importancia para conocer estos últimos diez años de vida en los que se ha retirado un poco de la primera plana, pero sigue activo y lúcido en su refugio frente al mar.

Cuenta Jiménez que en el documental se incluye una secuencia donde Parra reacciona muy enojado con un camarógrafo al descubrir que está siendo filmado en la intimidad del hogar, y es que fue a base de paciencia y persistencia que Víctor Jiménez consiguió por fin la autorización del poeta para llevar a cabo este documental en el que invirtió todos los fondos personales disponibles, pues no contó con financiamiento externo y sólo ahora, en la post producción, la Universidad Tecnológica de Chile, Inacap y el Ministerio de Educación lo están apoyando.

Las imágenes se pasean entre la intimidad de su hogar, cuando le lee párrafos de Shakespeare a su nieto, cuando sale a pasear y meditar por la playa, cuando compra verduras, o esas conversaciones con pescadores cuando sale a comprar mariscos y una que otra intervención pública, siempre al límite, siempre chispeante, siempre sorprendente, como aquella vez en un discurso en la Feria Internacional del Libro de Santiago y habiendo recién sido detenido Pinochet en Londres, ante cientos de seguidores inició sus palabras diciendo: “Qué sería del mundo sin los ingleses...”.

Según el autor de este documental imperdible uno de los muchos momentos mágicos que nos traerá será la lectura del famoso poema El hombre imaginario ante un público delirante primero y silencioso después.

Nicanor Parra es para nosotros los chilenos una leyenda viviente de las letras, una consciencia activa que desde la ironía, el humor y la cotidianidad nos está permanentemente confrontando, como si fuera una conciencia o como si oficiara de espejo de nuestras costumbres, valores y discursos. Nunca le perdonaremos a la Academia Sueca haberse olvidado de él y siempre hay un espacio disponible en nuestras bibliotecas para otro libro del único e inconfundible Nicanor. Ahora, que en la ancianidad ha abrasado ideas religiosas —o cósmicas— de cuño oriental, que está más ecológico, más reposado, menos delirante, pero más profundo, Parra se alza como una voz exquisita de la más profunda, sincera y transparente humanidad cada vez que tenemos la ocasión de escucharlo.

No es común que un documental llene salas de cine, no al menos en mi Chile, pero estoy seguro que en agosto, cuando salga a la luz pública, los cines tendrán largas filas de personas cuando se estrene, que la película viajará por todo Chile y Latinoamérica y que, lamentablemente para Víctor Jiménez, circularán varias “copias piratas” que tendrán asegurado éxito comercial.

¿Qué dijo Parra al ver el filme? —pregunta la periodista Maité Armendáriz. “Me felicitó por la paciencia y me regaló un artefacto que dice: ‘Por fuera soy así… OJO… por dentro todo lo contrario’ ”, responde Jiménez, y nos quedamos a la espera de esa cinta inolvidable que nos regalará 72 minutos con Nicanor Parra, con música de Colombina Parra, Juan de Dios Parra y Cristóbal Ugarte.

prof. Benedicto Gnzález Vargas

Publicado originalmente en Revista Letralia el 22 de julio de 2009