¿Qué utilidad presenta el Desarrollo Organizacional en el nuevo contexto de la educación chilena?

Desde que aconteció la llamada "Revolución Pingüina" en 2006, los temas educativos se han ido tomando, cada vez con creciente presencia, la agenda pública y las inquietudes ciudadanas. Hay un consenso más o menos claro respecto del diagnóstico, fundamentalmente en lo relativo a los temas de calidad de la educación, contenidos programáticos e inclusión, pero hay mucha disparidad respecto de lo que se debe hacer para resolver los problemas.

En ese sentido solo puedo decir que no siempre las soluciones que se han implementado, han ido en la dirección correcta, es más, hay hasta una evidente contradicción entre ellas y las necesidades del país en la renovación educativa que es tan urgente, Por ejemplo, en materia de contenidos programáticos, creo que aún no se ha hecho mucho, tal vez porque cuesta reconocer que hay obsolescencia de contenidos, lo que implica, además, que hay otros que, siendo fundamentales, aún no se han incorporado al currículo escolar o no han alcanzado la importancia relativa que verdaderamente tienen en el siglo XXI.

Por otro lado, es evidente que esta rigidez, tan propia de los sistemas educativos, contrasta con el dinamismo de los tiempos que corren.

Con el traspaso de los establecimientos educativos desde los municipios al Mineduc, será fundamental que cada uno de ellos pueda repensar sus respectivos proyectos educativos para ajustar, planificar y optimizar los recursos (humanos, materiales, espirituales, incluso) disponibles en cada institución educativa. Para hacerlo, sin embargo, me parece fundamental que quienes conforman estas unidades educativas, especialmente sus directivos docentes, conozcan los modelos de gestión modernos, como el desarrollo organizacional, que son grandes ayudas para enfrentar y gestionar  los múltiples problemas y necesidades del actual contexto educativo nacional.

Entre los elementos fundamentales de los nuevos escenarios educativos, cabe mencionar:

a) Adecuación de los currículos y programas educativos a las reales necesidades del país. En el plano institucional, eso se manifiesta en la necesidad de adaptar las prácticas docentes a adecuaciones curriculares que serán bastante menos estables que los programas anteriores.

b) Incorporar elementos de innovación, tanto en la gestión, como en lo académico y en la transmisión a los estudiantes de esa mirada.

c) Manejo de las plataformas informáticas, incorporación creciente de aulas virtuales, telemática, etc.

d) Incorporar las competencias en el manejo de información (CMI).

e) Globalización, internacionalización e hipervinculación de los conocimientos.

f) Vincular plenamente la unidad educativa a la comunidad.

Ante esos desafíos surgen varias preguntas, pero que abordaré en un artículo próximo.

prof. Benedicto González Vargas

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