jueves, 6 de abril de 2023

Gólgota, de Miguel Arteche

 

Cristo, cerviz de noche, tu cabeza

al viernes otra vez, de nuevo al muerto

que volverás a ser, cordero abierto

donde la eternidad del clavo empieza.

Ojos que al estertor de la tristeza

se van, ya se nos van. ¿Hasta qué puerto?

toda la sed del mundo te ha cubierto

y de abandono toda tu pobreza.


No sé cómo llamarte ni qué nombre

te voy a dar, si somos sólo un hombre

los dos en este viernes de tu nada.


Y siento en mi costado todo el frío,

y en tu abandono, a solas, hijo mío,

toda mi carne en ti crucificada.

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