jueves, 18 de marzo de 2021

Narradores en primera, segunda y tercera persona

Lo primero que es necesario recordar es que las acciones narradas en los textos de género narrativo son ficticias, vale decir, creíbles o verosímiles, incluso pueden estar inspirados en hechos reales, pero siguen teniendo tantos elementos ficticios, que no podemos etiquetarlos como reales.

Por otra parte, también debemos recordar que el autor es una persona real que escribe una obra literaria, pero el narrador es una voz ficticia creada por el autor y cuya existencia es exclusiva dentro del texto literario, según la forma de relatar la historia se pueden distinguir narradores en primera, segunda y tercera persona.

sábado, 13 de marzo de 2021

Cien poetas por la paz, compilado por Verónica Bianchi

 

Desde el año 2017, la Embajadora de Paz, Sra. Verónica Bianchi, poeta uruguaya, en sus convocatorias internacionales ha reunido a más de quinientos poetas que escriben por la paz alrededor del mundo y este año no es la excepción, puesto que acaba de aparecer en la ciudad de Córdoba, en la República Argentina, la quinta edición de 100 poetas por la Paz. Con esta edición se celebra un lustro de esta comprometida unión de voces, junto a 123 escritores de Argentina, Brasil, Chile, Cuba, El Salvador, España, Estados Unidos, Honduras, México, Perú, Rumania, Uruguay y Venezuela que enriquecen sus páginas en la diversidad, multiplicando esperanza.

Por cierto que un libro dedicado a la Paz es un gran aporte a la humanidad en estos tiempos tan convulsionados y merece toda la difusión que podamos darle.

domingo, 7 de marzo de 2021

Juana Azurduy de Padilla

Juana Azurduy fue una de las libertadoras de América, heroína de la independencia del Alto Perú, que llegó a ser teniente coronel del ejército argentino, una de las primeras mujeres del mundo en obtener ese rango militar.


Cuando Juana Azurduy nació, en 1780, la rebelión anticolonial iniciada por Tupac Amaru II para independizarse de España ya se expandía por la futura Bolivia y el resto de Hispanoamérica. Huérfana a los doce años, Juana entró al Convento de Santa Teresa de Chuquisaca para convertirse en monja, pero su espíritu activo le impidió consagrarse a Dios y fue expulsada.