viernes, 6 de octubre de 2023

Antología mística femenina, por Jimena Castro y Sergi Sancho Fibla

 

por Maureen Lennon Zaninovic

Descontexto publica antología de mística femenina, con poemas y prosa que recorren desde el medioevo hasta el siglo XX, empezando por Hildegard von Bingen (1098-1179).

"La mística nos habla ciertamente de ese deseo, de esa hambre. Hambre del Otro, que es hambre de amar y conocer", señalan los investigadores Jimena Castro (Santiago, Chile, 1984) y Sergi Sancho Fibla (Alcanar, España, 1987) en el prólogo de Antología de mística femenina.

Bajo Descontexto Editores acaba de salir esta contundente publicación que recoge fragmentos en prosa y versos de diversas autoras desde la abadesa benedictina Hildegard von Bingen (1098-1179), pasando por Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y Santa Rosa de Lima (1586-1617), hasta autoras más actuales como la estadounidense Emily Dickinson (1830-1886) y las chilenas Winnet de Rokha (1892-1951) y Soledad Fariña (1943).

Jimena Castro estudió Literatura en la Universidad Diego Portales y entre otras especialidades, ha escrito sobre Vicente Huidobro y Hildegard on Bingen. También cuenta con un doctorado en estudios Americanos por la Universidad de Santiago. Sergi Sancho, en tanto, es académico en la Universidad Jean Jaures de Toulouse (Francia), investigador de la Universidad de Padua (italia) y experto en espiritualidad femenina de fines de la Edad Media. Ambos se conocieron mientras realizaban un magister en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. En las aulas catalanas comenzó a fraguarse una amistad y posteriormente se embarcaron en este proyecto que les propuso  Juan Carlos Villavicencio, editor de Descontexto.

"Ahí vino nuestro primer encontronazo con la realidad, porque se nos dio la posibilidad de hacer una nueva antología sobre este tópico, y para ello tuvimos que actualizar lo que ya estaba publicado, aportar gente nueva, otros nombres", expresa Sergi Sancho. Castro complementa que realizaron una investigación y lectura exhaustiva de distintos periodos, para así llegar a la lista definitiva de las autoras que incluyeron en el libro. "Es interesante cómo el fenómeno de la mística va evolucionando. La mirada va cambiando. Por eso una motivación fue dar forma a una antología cronológica", expresa Jimena Castro. Y advierte que muchas compilaciones se cirscuncriben a la mística medieval y a inicios del Barroco, y tienen como hilo conductor a Europa. "Por eso también quisimos mostrar a exponentes de la colonia americana, como la clarisa Úrsula Suárez y a otras religiosas que, más allá de una imagen de dulzura con las que se les suele asociar, fueron visionarias", dice Castro.

En "¡Cuán preciosa es la virginidad!"...Hildegard von Bingen esribe: "Y el Hijo de Dios / así como la aurora / nació por su pasaje secreto"; Santa Catalina de Siena (1347-1380), quien está representada en este libro con Carta CII a Raimondo da Capua, le dice a su confesor: "Bañaos en la sangre: y gozad, que yo gozo por odio santo de mi misma. No digo más"; Teresa de Jesús escribe: "Oh hermosura que excedéis / a todas las hermosuras"; Alejandra Pizarnik aparece con "Los pequeños cantos" donde habla de "la gonía / de las visionarias / del otoño". y la chilena Cecilia Vicuña (1948) está, entre otros versos con  "Mi amor por ti, / ¿a qué se parece / ¿a la compasión / la conmoción / el hechizo, la maternidad /o el control?

Un bramar frente a algo que está ausente

Castro y Sancho afirman que etimológicamente el término "mística", alude a lo cerrado, a lo secreto; sin embargo, también tiene que ver con un fenómeno del lenguaje. "He aquí la gran encrucijada de la mística: el misterio que encarna su origen se debate intensamente entre la palabra y el silencio. No hay palabras para explicar la visión, no hay palabras que puedan decir la unión y, sin embargo, son lo único con lo que se cuenta", señalan. SergiSanchoFibla añade que "no solo quisimos estudiar el fenómeno, sino sus huellas. El lenguaje tiene sus consecuencias en los siglos posteriores. Por eso llamamos a la segunda parte de este libro 'la extensión del alba', porque partimos con la noche oscura del alma, pero luego llega el Alba, es decir, las huellas de la noche. Hay una porosidad que permea a través del tiempo". explica Sancho.

Los editores de este trabajo consideran que Emily Dickinson y las argentinas Ana Becciu (1948) o  Alejandra Pizarnik (1936-1972) seguramente no tuvieron una experiencia mística, "pero sus relatos dan cuenta de una cierta fisura, nos hablan de una falta y un intenso anhelo por perseguir al Otro que percibimos en laicas y religiosas de otros tiempos", manifiestan.

También reconocen que cualquier antología, con sus inclusiones y omisiones, puede abrir una polémica. "En este caso sabíamos que no incluir a Gabriela Mistral podría generar extrañeza. Nos interesa abrir un diálogo, pero también establecer diferencias entre mística y literatura religiosa. En esta última hay un sujeto frente a un objeto identificable, en cambio la mística es un bramar frente a algo que está ausente. Es un canto a la ausencia, al otro que falta, por eso la obra de la premio Nobel, como el de otras autoras, no calzaba en esta definición". concluyen.

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