jueves, 16 de diciembre de 2004

No hay otra muerte que el olvido

El Ensayo es el género de las ideas, donde la reflexión y el examen crítico son lo medular de la obra; por esta razón, tal vez, es que en contadísimas ocasiones un libro de esta naturaleza se convierte en éxito de ventas. en Chile, además, ha habido escasos ensayistas y muchos de los así llamados no pasan de ser estudiosos o bien intencionados eruditos algunos, pero incapaces de escribir carillas sin refundir en demasía ideas ajenas, -"refritos" como les llama el profesor y poeta Juan Antonio Massone- por eso es que cuando apareció Chile o una loca geografía (1940) y fue, como diríamos hoy, un best seller, se constituyó en sorpresa; no tan sólo porque las ediciones se agotaban pronto, sino por la excepcional semblanza que su autor, Benjamín Subercaseaux, hace de Chile y de los chilenos.


Nació en Santiago el 20 de noviembre de 1902, en el seno de la aristocrática familia Subercaseaux Zañartu; hizo su primer viaje a Europa a la temprana edad de siete años. A su regreso, para el centenario, recibe las primeras letras de profesores privados, para ingresar luego, en 1912, al instituto nacional. continuó sus estudios en los sagrados corazones y posteriormente en la facultad de medicina de la Universidad de Chile, aunque no llegó a graduarse, pues debió dejar los estudios por enfermedad.

En 1923 viaja nuevamente a europa y cuando regresa a la patria llega convertido en doctor en psicología general, graduado por la universidad de la sorbonne en parís. poco dura en Chile, pues sigue viajando.

Su primer libro, Apuntes de psicología comparada (1927), se edita en francia. otras obras suyas son: Tierra de océano (1947), Jemmy Button (1950), Santa materia (1954), El mundo y la vida (1956), Lautaro o epopeya del halcón ligero (1958), El hombre inconcluso (1963), Historia inhumana del hombre (1964), entre otras.

Alguna vez, hablando del olvido de los chilenos, escribió: "este olvido que todo abarca se traduce en el gusto por demoler (...) Santiago destruyó con saña su puente cal y canto y su viejo tajamar (...) esta ciudad existe en la medida que muere y su encanto está precisamente ahí: en la fragilidad inconstante que encontramos en cada calle, en cada barrio. pero en todos ellos es posible encontrar manifestaciones de nuestra inclinación al derroche. Santiago desborda de escaparates con frioleras, y de autos que sus dueños no saben cómo pagar".

Al leerlo hoy, no pareciera que el texto tenga más de cincuenta años. Benjamín Subercaseaux Zañartu, Premio Nacional de Literatura 1963, falleció en Tacna el 11 de marzo de 1973, poco antes de morir escribió su epitafio: "no hay otra muerte que el olvido. los simples se creen inmortales"

prof. Benedicto González Vargas

2 comentarios:

  1. Ana, dice:
    17 diciembre 2004

    Profesor: Leer "...Santiago desborda de escaparates con frioleras, y de autos que sus dueños no saben cómo pagar?, de Benjamín Subercaseaux me hace sentir como si fuese un comentario del día de hoy. Eso revela una vez más la sabiduría y capacidad del autor de vislumbrar el futuro basado en su propio presente. Los cursis de hoy en día lo llamarían "prospectiva", pero yo prefiero llamarlo análisis estratégico innato.

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    1. prof. Benedicto González Vargas, dice:
      17 diciembre 2004

      Gracias, Ana, por leer y compartir. En efecto, estamos ante un gran autor, lamentablemente decsonocido para el grueso público, tan poco dado a leer gente que verdaderamente hizo aportes intelectuales de calidad. Saludos, Benedicto

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