sábado, 10 de mayo de 2014

Cartas para Tomás, de Malucha Pinto

Después de casi 18 años de ser publicado este libro y de poco más de tres lustros esperando su turno en mi biblioteca, me animo a aproximarme a estas Cartas para Tomás, que la actriz Malucha Pinto publicó luego de la muerte de su pequeño hijo. La espera se fundaba en dos razones, una cierta distancia que en aquellos años tenía por este tipo de literatura más autobiográfica y una suerte de pudor ante una situación tan personal y tan trágica, como el nacimiento de un niño con problemas graves y un seguro pronóstico de desenlace fatal y el  posterior uso de dicha historia para la difusión pública a través de este libro que, además, se convierte en un superventas. Por supuesto que más de algún prejuicio había en esta postergación.


Sin embargo, llegó el turno de su lectura y el texto, sencillo, directo, sin boatos lingüísticos de ninguna especie, transmite en su transparente sencillez un cúmulo de de emociones que nos hace plantearnos la vida desde una perspectiva diferente. Nos hace repasar nuestra escala de valores, nuestras vivencias, nuestros anhelos, nuestras propias inseguridades y decisiones, nuestras creencias y, por supuesto, genera nuevos balances en nuestras vidas.

El libro nos ofrece un recorrido desde los primeros momentos en que se conoce la llegada de  un nuevo hijo, hasta los primeros desalentadores diagnósticos. La sorpresa, la alegría, la esperanza, el desconsuelo, la desconfianza, la conformidad, la resiliencia y una larga lista de sentimientos y emociones se van apropiando de los lectores y nos hacen ser espectadores de primera línea de la gran y dramática obra de la Vida, donde nosotros podemos ser actores principales de nuestra propia historia.

Es un texto que hace pensar, que emociona, que nos permite empatizar con el dolor de una madre y nos plantea preguntas nuevas a nuestro corazón.

Interesante, emotivo, profundo en humanidad y sencillo en lenguaje, es el recuerdo de una vida convertido en poesía, en prosa poética y en genuina transparencia de alma. Gracias, Malucha, por esta obra.

prof. Benedicto González Vargas

2 comentarios:

  1. 25 mayo 2014
    Luisa dice:
    Lo leí hace muchos años, cuando salió publicado me lo regalaron, es muy triste, me gusta, pero me deprime.

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  2. 27 mayo 2014
    Benedicto dice:
    Hola, Luisa, gracias por detenerte a comentar, en realidad es un libro triste, pero hay un trasfondo de dulzura, transparencia e, incluso, de esperanza, que vale la pena rescatar

    Saludos afectuosos!

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