El pasado 15 de mayo las autoridades del Ministerio de Educación informaron que en el proceso evaluativo al que se sometieron los docentes el pasado año, el resultado de dicha evaluación mejoró notablemente. En efecto, según la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, y Rodolfo Bonifaz, director
de Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones
Pedagógicas CPEIP, más de un 67 % de los docentes alcanzaron un nivel
competente y un 15 % destacado. En el nivel básico quedó un 17 % y menos de un 1% fue insatisfactorio, lo que claramente muestra un alza en el desempeño.
Recordemos que esta evaluación se desarrolla a partir de cuatro elementos o evidencias, un portafolio (que incluye un vídeo de una clase), una evaluación de un par, la evaluación de los directivos del colegio donde trabaja y una autoevaluación. De las evidencias presentadas, la que lejos presenta mayores resultados negativos es la filmación de la clase.
Si bien podemos destacar esta noticia
como positiva, no debemos obviar que aún se evidencia que la parte más
débil de la labor docente en nuestro país sigue siendo, precísamente, el
desempeño en el aula, que es precísamente el mayor indicador de calidad
educativa.
Ojalá que los resultados sigan
mejorando y que la evaluación docente siga validándose y mejorandose,
por el bien de nuestra educación, sus docentes y sus estudiantes.
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