miércoles, 7 de diciembre de 2005

Una visita estelar


Casi sin darnos cuenta estamos entregando a Uds. La segunda edición de este poemario que es el fruto del esfuerzo, talento y dedicación de nuestros alumnos. El año pasado, tímidamente, asomó en el horizonte escolar el I Concurso Literario de Poesía, que tuvo más de cincuenta participantes. Este año, con más de ciento treinta trabajos participando, el concurso adquirió un nuevo rostro, un cierto aire que lo va convirtiendo en una tradición y en una necesidad.

Lo bueno de generar tradiciones es que junto con ellas, se crea identidad y compromiso. Restituir la tradición de creación literaria en el Colegio, que tuvo en el pasado tanta importancia, es el objetivo fundamental de este concurso, porque permite abrir puertas a nuestros alumnos. Permite abrirles espacios de expresión artística que son siempre importantes para su desarrollo y formación humana.

Sin embargo, lo más bello es que sin darnos cuenta, se ha creado una necesidad. En efecto, como comprobarán en estas páginas, hay más de algún alumno cuyo nombre se repite en las publicaciones de 2004 y 2005. Quienes hemos tenido el privilegio de participar en la organización de este evento, sabemos que los nombres que se repiten entre los participantes son muchos más.

Iniciamos la revisión de los poemas ganadores con el trabajo de Micaela Moreno quien, desde su mirada de niña nos recuerda una verdad irrefutable: la belleza está presente en todas partes, porque toda la Creación es belleza, algo que, a veces, los mayores olvidamos.

Cristóbal Garrido, por su parte, nos invita a caminar, su poema es un paseo por lugares conocidos y cotidianos, es un homenaje a la sencillez y a la vida, que es siempre un camino que debemos recorrer.
Helein González Reinhardt, quien comparte el primer lugar en su categoría, desde sus infantiles siete años va en una búsqueda del ritmo y la armonía con su poema, la rima se asoma por sus versos plenos de alegría y optimismo.

Nicole Quezada, también ganadora del primer lugar en este nivel es ya, para nosotros, una poeta consagrada. En 2004 también inscribió su nombre en la nómina de triunfadores y este año nos presenta un hermoso poema en que, convertida en cometa, navega por los espacios siderales derramando amor a la humanidad.

Roberta Ávalos es otra consagrada. Este año traduce su imaginación en versos y nos presenta un poema tan brillante y sencillo como las estrellas,

David Galemiri, por su parte, hace gala de sus conocimientos del mundo clásico, particularmente de la mitología griega, con un poema que es todo un homenaje a la cultura eterna que está en la cuna de nuestra civilización.

Aires botánicos tiene el poema de Margarita Rodríguez, pero sobre todo demuestra la consciencia poética de su autora. Poema florido en figuras literarias, donde las imágenes, comparaciones y metáforas tienen un lugar destacado. Sin duda, un aporte.

El ganador de esta categoría Maximiliano Peña, nos comparte con sus versos el íntimo diálogo de un joven que se asoma al amor, que tiene su alma henchida de esperanzas, las que –como suele ocurrirnos en la vida– no siempre se concretan, dejándonos una amargura y tristeza inolvidable.

Pablo Sánchez nos presenta una introspección personal en la que descubre los enrevesados jeroglíficos del amor que busca un regazo donde cobijarse y que, al no encontrarlo, produce una sensación de ahogo y dolor.

La vida es un permanente renacer, es la esperanza cierta de la restitución de la belleza dormida en invierno. De eso nos habla “El Zorzal”, de Rodrigo Orellana en “hermoso hablar”.

El poema de Claudio Daza tiene un mérito notable, se encuentra en él una de las mejores metáforas de este concurso: “por debajo de la tierra seguiré hasta alcanzar las flores que me esperan”. Bellas palabras que florecen poéticamente desde el desengaño de un amor no correspondido.

Pamela Cartes quisiera transformarse en elemento para estar permanentemente cerca de su amado, de esa fantasía de amor y pensamiento surge su hermoso poema.

Brenda Castro, feliz ganadora de esta categoría, es también una doble consagrada. Este año nos presentó un poema notable, en que la abundancia de puntos suspensivos y el tono apostrófico que usa, le otorgan a sus versos una levedad e intimidad que se convierte en susurro de poderosa y triste nostalgia.

Catherine Fonseca nos presenta un poema de amor, transparente y vertiginoso como todo sentimiento sincero y apasionado. Es que el amor se vive a su edad con esperanza y angustia inefables.
El poema de Denisse Martínez es una epístola hermosa y significativa a su padre. Los recuerdos, las palabras no dichas, los deseos inexpresados, la tristeza de la ausencia, se conjugan en versos notables, íntimos y hermosos.
Catalina Braco nos hace meditar con palabras lanzadas directamente a nuestro corazón y nuestra conciencia. Sus bellas y precisas sentencias son un regalo de amor y humanidad para todos nosotros.

Consuelo Lara nos presenta el poema de mayor aliento de nuestra antología. Ganadora del segundo lugar, esta notable poeta alza su voz para penetrar en la profundidad de los sentimientos humanos. Desde lo físico a lo metafísico. De lo material a lo espiritual. De lo íntimo a lo colectivo. Un poema hermoso, un poema profundo, un poema capaz de brillar con luces propias en cualquier constelación literaria.

Andrés Rincón es el más reconocido de nuestros talentos. Joven que ha asumido plenamente su voz lírica y consecuente con ello su mirada literaria está siempre presente en cada acción que emprende. Por supuesto que estuvo en la antología del año pasado y auguramos que en el futuro muchas antologías nacionales recogerán sus versos. El poema ganador es sorprendente. Desde la intertextualidad con el conocido Chapulín Colorado, que se adivina en el título, surge un poema nada de cómico, pero sí muy humano, muy social,  muy metido en el mundo y muy comprometido con los valores permanente de la humanidad. Gran obra, poema valioso. Sus versos magistrales revelan una pluma profunda, fina y poética, propia de un poeta cabal.

La invitación queda hecha, esta poesía es lo mejor de nuestros alumnos, porque la poesía siempre es lo mejor de todos nosotros y porque abrirle espacios es abrirnos a un reino reluciente, vedado a quienes no descubren su propia sensibilidad. a poesía es siempre una visita estelar.

Prof. Benedicto González Vargas

Contenido relacionado:


Gracias por pinchar la publicidad en este blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.