lunes, 12 de febrero de 2007

La Educación para el futuro es hoy


Diversos estudios y publicaciones se han dedicado en los últimos meses al tema de la Educación para el Emprendimiento, la mayoría de ellos apuntando en el camino correcto y señalando diversas intervenciones pedagógicas, acentos metodológicos y lineamientos programáticos que son necesarios y útiles. Sin embargo, hay algo que aparece en forma bien permanente y que no me gusta nada, la idea de una Educación del futuro. Entiendo que la expresión tiene más que ver con el futuro de los estudiantes que con el de la Educación y eso lo comparto plenamente, como ha quedado meridianamente demostrado en mis artículos anteriores sobre el tema, pero el término "Educación del Futuro", así mencionado, me parece que deja de lado la necesidad urgente de que los cambios educativos se produzcan hoy. Hoy y no mañana es cuando necesitamos los cambios programáticos, metodológicos, evaluativos, tecnológicos, etc., que posibilite un trabajo significativo en el ámbito emprendedor a nuestros actuales alumnos. 
Es cierto que los docentes no están, en su mayoría, preparados para ello. Varias veces me he quejado del evidente retraso en varios de los enfoques que tienen las universidades formadoras de docentes y, por supuesto que me hago cargo de las imperfectas visiones de la realidad actual (no futura) que tienen muchos docentes directivos a nivel nacional, que cohíben los cambios al interior de sus unidades educativas. Todo eso es cierto, pero no puedo desconocer que una gran parte de los colegas que actualmente ejercen docencia, sienten que las nuevas tecnologías, las tics y el emprendimiento son temas muy lejanos a su quehacer profesional. 

Leía hace poco un artículo de Pedro Vera Castillo, del programa de Emprendimiento de la Universidad de Concepción que ya desde el título alude a un hecho insoslayable, su artículo se llama "Nuevos docentes y nuevos valores para la educación emprendedora" y no puedo menos que suscribir mucho de lo que dice, especialmente lo relativo a la importancia de la creatividad en el aula y a la necesidad de fundir el tema valórico con la apropiación de las diversas habilidades necesarias para enfrentar el mundo moderno. 

Esto es practicar una docencia fuertemente vinculada al humanismo, a la democracia y a la libertad que tiene todo individuo para encontrar y desarrollar sus intereses. Particularmente acertados son los cuatro puntos que propone como ineludibles en un educador moderno: 

a) Habilidad para proponer nuevos problemas antes de depender de otros para definirlos. 
b) Habilidad para transferir el conocimiento en diferentes contextos. 
c) Habilidad para reconocer que el aprendizaje es un proceso continuo y sistemático que implica cometer errores y aprender de los fracasos. 
d) Habilidad de focalizar la atención en fijar metas. 

Siento que varias de las cosas que he venido publicando sistemáticamente sobre este tema se ven muy bien reflejadas en este artículo, lo que me llena de optimismo en el sentido de que estamos avanzando en conseguir generar la masa crítica que permita hacer un verdadero cambio en nuestra educación. En la medida que más personas vinculadas al tema educativo vayan explicando, promoviendo y sensibilizando a la Opinión Pública respecto a una verdadera Educación para el Emprendimiento, tendremos para nuestros estudiantes mejores perspectivas de que la educación verdaderamente les sirva para algo. 

Discrepo, eso sí del colega penquista en una cosa que ya la dije: La Educación del Futuro debemos impulsarla hoy. Es moralmente urgente e ineludible, las universidades no pueden seguir siendo espectadores en esta tarea. Hay que generar el cambio, hay que impulsar el cambio. Hay que creer en el cambio. 

prof. Benedicto González Vargas

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