martes, 27 de febrero de 2007

Contemplación de las cosas mínimas: Tuca, de Fabián Casas

 (por Juan José Santillán)

Ha quince años de su publicación Vox y Tierra Firme reeditan Tuca, de Fabián Casas, Un libro clave, tanto en la obra del autor, como en la esquiva producción poética de los 90. A través de 15 poemas, Casas desarrolla una sobriedad estilística que estampa la experiencia de un tejido, generacional y de época, maltrecho..

La edición libro-objeto se presenta se presenta en caja azul grana con tres apoya vasos, referencia tal vez, al paso del autor por el grupo 18 Whiskys. La primera página de Tuca conduce a las Malvinas: el fragmento de un suplemento cultural con la imagen de soldados argentinos atravesados por el frío. Luego, una cita de Tita Merello se extiende como envoltura de los poemas: "El ejército más grande del mundo lo forman los pobres, los enfermos y los desesperados". En ese tiempo, suspendido y etéreo se construye Tuca, última expiración de la poesía antes de consumir su propia letra: 


No todo es tan duro, ya lo sé

pero convengamos que esta falsedad

de tensar los poemas con una catástrofe

se ha convertido en mi segunda naturaleza 

("Final")

En Tuca el texto es la redención de un lenguaje que avanza, sin rodeos, en la contemplación de la experiencia mínima. Condensa el desasosiego con la transparencia del repaso descriptivo sobre una cotidianidad desapercibida:

Los chicos ponen monedas en las vías

miran pasar el tren que lleva gente

hacia algún lado.

Entonces corren y sacan las monedas

alisadas por las ruedas y el acero;

se ríen, ponen más

sobre las mismas vías

y esperan el paso del próximo tren.

Bueno, eso es todo

("Paso a nivel Chacarita")

El pequeño sobresalto de la palabra, se torna la forma situacional que desarrolla la poética de Fabián Casas. Es breve su viaje por la desolación paisajística de retazos intrsopectivos. Sin embargo, cada texto mantiene una tensión de imágenes tanto urbanas ("Una heladera en la noche"), como sofocantes y familiares ("Hoy mi madre tendría que cumplir 48 años" o "Conduciendo durante la noche"). El poema, por lo tanto será la consecuencia de una situación tangible. Y allí la preceptiva es un método que expone la fragilidad de la mirada.

Poemas con título y poemas que toman sin aviso el blanco de la página. La resonancia, en ambos casos, es abrumadora. Lo cierto es que una vez leídos, es difícil esquivar el reencuentro de la memoria con algunos de estos textos. Y en ese eco, se instala la perdurabilidad de un acento inicial que retorna.

Publicado originalmente en el suplemento cultural Ñ, N° 167, de Diario El Clarín, en diciembre de 2006.

Tuca, de Fabián Casas, en Editorial Yerba Cartonera, 2014.

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