Existe un antiguo libro que ha llamado la atención de bibliófilos, lingüistas, historiadores e investigadores de misterios desde hace ya 106 años: el códice o manuscrito Voynich.
Descubierto en 1912 por el librero Wilfrid Voynich, esta obra de cuidada caligrafía y preciosa ilustración es absolutamente ininteligible. En efecto, nadie sabe en qué idioma está escrito y tampoco es posible identificar de qué tratan las cuidadas imágenes, la mayoría de plantas y arbustos inexistentes en la actualidad (si es que alguna vez existieron).
El códice, que es resguardado por la Universidad de Yale, acaba de ser impreso en una cuidada edición facsimilar que reproduce todos los detalles de su estado de conservación actual. Se ha impreso cuidando los matices del desgaste del pergamino, las manchas e, incluso, los agujeros de las polillas que lo han atacado en estos años. La encuadernación en cuero también reproduce fielmente al original.
El Manuscrito Voynich, según el carbono 14, data del siglo XV, de alguna fecha entre el 1404 y el 1438 y en todos este centenar de años que ha sido investigado por los más grandes lingüistas del siglo XX y XXI solo se han podido reconocer una docena de palabras. Fue el catedrático inglés Stephen Bax, quien logró identificar sin lugar a dudas vocablos como enebro, coriando y azulejo, entre otros. Solo estas 12 palabras entre las 240 páginas del texto que, además, pareciera estar incompleto.
Claramente es posible advertir que el libro trata sobre botánica, farmacéutica, biología, cosmología y astronomía, pero la información y las imágenes, como ya fue dicho, son incomprensibles.
Ha sido la editorial Siloé, Arte y Bibliofilia, la que realizó los 898 ejemplares que ya estaban vendidos por suscripción cuando fue lanzada la edición en noviembre del año pasado.
De esta manera, la tecnología moderna permite que el manuscrito pueda ser atesorado sin daño alguno por mucho tiempo y que, a la vez, muchos investigadores puedan acceder en forma simultánea a él debido a la calidad de las reproducciones impresas.
Lo único que hasta hoy no se ha podido resolver, es de qué trata el Munscrito Voynich.
prof. Benedicto González Vargas
(Gracias por pinchar la publicidad de este blog)
Muy buen post un tema muy interesante amigo me gusto
ResponderEliminarSaludos! ;)
Muchas gracias por detenerte a leer y comentar. Este libro es un clásico entre las rarezas y misterios. Saludos afectuosos desde Chile.
ResponderEliminar