Desde hace tiempo hemos venido sugiriendo
diversas estrategias metacognitivas para implementar en nuestras salas de
clases, pero no hemos tenido tiempo aún para hacernos cargo de las opiniones de
algunos estudiosos relativos a que la Metacognición sobrecarga los procesos
mentales de los estudiantes y que, por lo tanto, es potencialmente perturbadora
para el aprendizaje.
Sin pretender desacreditar la opinión fundada de personas
tan notables en el campo investigativo como Nisbet, Davies y Mc Clure, y entendiendo
que su comentario es siempre en condicional y, por lo tanto, posible de ocurrir
en algunos estudiantes, creo necesario reflexionar respecto del impacto que las
estrategias metacognitivas tienen para nuestros alumnos, sugiriendo algunas
ideas para impedir que ocurra esa perturbación arriba señalada y que el uso de
esta herramienta tan eficaz que es la metacognición sea verdaderamente útil
para nuestros estudiantes en toda ocasión que así lo requieran:
1. Lo primero
es asegurarse que estas estrategias puedan ser comprendidas y aplicadas
fácilmente. Probablemente, al principio ello vaya unido a una actividad
específica, pero poco a poco deben ir convirtiéndose en estrategias de trabajo
independientes del contenido. En este sentido, una cierta automatización del
hábito es deseable, sin que ello implique, por el contrario, una pérdida en la
profundidad de la reflexión.
2. Para los alumnos que presentan algunos
problemas con sus aprendizajes, ya sea en la profundidad o en el ritmo de
ellos, es muy útil utilizar aquellas estrategias metamemorísticas que pueden
ser aplicadas a partir de la lectura de textos de toda índole. Me refiero a los
resúmenes, las secuencias de hechos o ideas, los organizadores gráficos, etc.
3. Es fundamental fomentar una valoración de las estrategias metacognitivas
mostrando lo eficaz que pueden ser para nuestros estudiantes. Por lo anterior
recomiendo que dichas estrategias se vayan separando de los contenidos
específicos, para que los estudiantes vean su aplicación en diversos ámbitos y temas.
4. En lo personal, me ha resultado muy útil y ha sido significativo para muchos
estudiantes, que mientras ellos hacen un trabajo metacognitivo, yo hago público
uno mío propio sobre la planificación, implementación y resultado de alguna
clase anterior reciente con ellos mismos.
5. Para conseguir que los estudiantes
entiendan la importancia de la Metacognición y la internalicen debemos
crecientemente ir abriendo espacios a una mayor autonomía en términos de
seleccionar y aplicar la estrategia que van a utilizar. Un control autónomo de
ello se opone a que se mantengan en el tiempo estrategias obligatorias para
todos, porque la metacognición lo que hace es reflexionar sobre cómo cada quien
aprende y, por lo tanto, algo totalmente individual.
6. Desarrollar en los
alumnos la reflexión sobre cuál, cómo, cuándo y dónde utilizar las estrategias
metacognitivas.
7. No hay que olvidar, en todo caso, que las estrategias
metacognitivas, pese a ser personales, se ven reforzadas por el trabajo
colaborativo, ya que la enseñanza recíproca es una habilidad social muy
necesaria. Nuestras actividades académicas, por lo tanto, deben tender a esa
interacción social que es inversamente proporcional a la clase frontal,
ordenada y silenciosa,
8. Finalmente, no debemos olvidar que todas las
estrategias metacognitivas deben enseñarse primero antes de su uso y que ellas
implican, en diferentes grados, procesos de metamemoria, metacomprensión y
autorregulación. Como este es un tema de permanente reflexión y análisis en este
sitio, de seguro volveremos pronto a él.
Prof. Benedicto González
Vargas
GRACIAS POR PINCHAR LA PUBLICIDAD EN ESTE BLOG
GRACIAS POR PINCHAR LA PUBLICIDAD EN ESTE BLOG
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.