lunes, 21 de octubre de 2019

Sobre la violencia en Chile

Imagen tomada de Unicef  / Símbolos de la Paz
Duele lo que ocurre en Chile, duele la incomprensión, la apatía, la violencia y la falta de compasión. Duele el dolor ajeno. Pero no estamos en guerra ni hay caos. 

El caos y la violencia son para quien la necesita, porque no saben actuar de otra manera.


No nos confundamos con lo que vemos, con lo que nos dicen por diversos medios y con lo que creemos saber y apenas sospechamos a partir de nuestras propias ideas enquistadas. Las cosas no son como parecen, las cosas no están tan mal en Chile, no van peor y nada está en caos.

Es un momento de necesaria transformación, las ideas y las energías se están moviendo y pareciera que todo a nuestro alrededor es violencia. La violencia está dentro de las personas y quien necesita de eso  la tendrá, pues la provoca. Las cosas se están manifestando para una evolución de acuerdo a lo que cada espíritu requiere para lograrlo Mantengamos nuestro corazón en Paz y quedémonos en la Luz y en el Amor a Dios y todo a nuestro alrededor estará en calma.

No nos enganchemos con el exterior, mantengamos en el corazón la Fe, la Esperanza y el Amor.

Pidamos a Dios, a la Divinidad en la que creas,  al Gran Arquitecto del Universo, a la Energía Universal, al Gran Espíritu, a Nguenechén,  a los Ángeles y a los Maestros de Luz que nos guían, que nos cuiden, que nos mantengan en la vibración del Amor para que eso sea lo único que atraigamos.

Todo depende de nuestras acciones y de nuestros pensamientos. Si reaccionamos ante el descontrol exterior, si en nuestra cabeza hay violencia, si nos enganchamos con la información manipulada y tendenciosa que corre en las redes sociales o con periodistas poco objetivos, con la manipulación, si compartimos eso, tendremos eso. Irradiemos Luz, Amor, Ayuda, Compasión, Empatía, Agradecimiento. 

Agradezcamos al Cielo esta oportunidad de cambio para nuestro país y el mundo y sanemos lo que necesitemos para evolucionar, trabajemos en nosotros, en nuestra Paz, en nuestra Educación, en lo que requerimos para comprender realmente quién somos y qué hacemos aquí.

Amado Dios, ayúdanos para poder ver sólo lo bueno de cada situación, para que nuestro corazón sienta Amor y Compasión por cada persona que cruce en nuestro camino, para cooperar con la Paz a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones, para aprender y sanar lo que nos corresponde estando siempre amparados en la Luz Divina. 

Que todo lo que salga de cada uno de nosotros sea siempre en Amor, Paz, Compasión, Justicia y Bien. 

Benedicto González Vargas
(adaptación de un texto anónimo recibido a través de la Hermandad Blanca Misionaria de Luz)

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