viernes, 18 de junio de 2021

Ignorancia y prejuicios

(por Mariana Aylwin)

En el año 2003, por unanimidad, se reformó la Constitución para establecer el kínder obligatorio como requisito para ingresar a 1° básico. En disposición transitoria (XXI) se estableció que la ley dispondrá la forma en que se implementará. Esa ley fue rechazada ayer en comisión Mixta de Educación por todos los parlamentarios de la Oposición. Lo curioso es que en la Cámara fue aprobada en general y particular sin ningún voto en contra. Luego, en el senado, de dos informes sin modificaciones de la comisión de Educación y con uno de la de Hacienda (ningún senador presentó una indicación al proyecto), la Sala pidió un nuevo informe a Educación y, entonces, se presentó una indicación nada menos que para eliminar todas las referencias a la obligatoriedad del nivel, lo que fue aprobado por la Comisión y la Sala. ¡Insólito! se rechaza lo que ya está establecido en la Constitución.

El trámite que siguió este proyecto revela, en primer lugar, el mínimo interés de estudiar bien el tema. Al parecer, en las comisiones se les pasó "colado" aquello que serviría a aquellos que legislan desde sus prejuicios e ignorancia. Prejuicios, porque todo lo miran desde la desconfianza. "Van a escolarizar a los niños". Un senador inteligente, como Carlos Montes dice: "en el tema de la sobreescolarización no hay nada serio que se esté haciendo..." Y agrega: "...voy a abstenerme porque los argumentos no tienen nada que ver con la ley, pero son muy graves". Es lo que les ha dicho "distinta gente" que ha consultado. Pero luego dice que se suma al rechazo porque él tiene "una crítica más global...una observación y crítica general a la manera como está tomando éste y otros temas el ministerio, un gobierno que se está yendo además..."

Por su parte, la senadora Provoste también dice que el debate "no tiene que ver con la obligatoriedad, sino con la oferta pública...,",porque serían los niños que viven en condiciones de ruralidad" los que no tendrían acceso y que pueden ser atendidos por programas alternativos de Junji e Integra que habrían disminuido su cobertura. Y lo más raro es su conclusión:"Hoy día aprobar una iniciativa como esta lo que hace es desescolarizar a estudiantes que son más vulnerables". Pero, luego, en una segunda intervención, su razón se funda en un proceso de escolarización que "va contra natura".

El desprecio de suponer siempre que las cosas se hacen mal es demasiado grande. La mayoría de los colegios (y hablo de los más vulnerables) tiene separados los niveles de transición, tienen un currículum y materiales adecuados. Honorables: ¿Sus hijos y nietos estuvieron o están sobreescolarizados? Además hay ignorancia, porque desconocen toda la evidencia que hay de lo importante que es para el desarrollo socioemocional, cognitivo y valórico de los niños asistir a un kínder.

Es efectivo que hay un 97% de niños que acceden al kínder, pero quedan más de seis mil niños que justamente son los más vulnerables. Y la mayoría no son de sectores rurales. El proyecto pone $2.000 millones para construir salas el primer año. Por otra parte, en Chile enfrentamos un alto ausentismo de los niños de primer y segundo nivel de transición. La Fundación Educacional Oportunidad ha reportado que en los jardines intervenidos por su programa "Un Buen Comienzo", los niños y niñas pierden el 23% de los días escolares en promedio (Arbout et al.,2016) y 66% de los estudiantes están crónicamente ausentes. Un estudio de MideUC (2018) muestra 42% de ausentismo crónico en kínder (González y Kluttig). En 2020, con la pandemia, la deserción en kínder se duplicó y en 2021 se matricularon casi 20 mil niños menos que en 2020 (o sea, ya no son seis mil). Aún persiste en la cultura familiar que enviar a los niños en parvularia no es importante. Y, sin embargo, las consecuencias son enormes hacia el futuro, lo cual está muy documentado. Por ello el signo de que kínder es un nivel obligatorio reforzará que las familias manden a los niños a clases.

Finalmente, no hay mejor oportunidad para emparejar la cancha que en la educación inicial.Si miramos con tanta liviandad los proyectos que tienen relación con la infancia, estamos hipotecando el futuro de miles de niños y niñas. Y estamos hipotecando también la anhelada y cacareada igualdad que, a juzgar por el interés de muchos políticos en temas tan relevantes como este, no es más que un discurso, salvo que las cosas se hagan solo como ellos quieren.

GRACIAS POR PINCHAR LA PUBLICIDAD EN ESTE BLOG


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.