Un Nobel que se encerró en su casa

 

Sin ninguna duda la poesía española del siglo XX ha tenido grandes maestros literarios y uno que podrías denominar el gran maestro vital. Entre los primeros, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Miguel de Unamuno, el segundo fue, sin temor a equivocarnos, Vicente Aleixandre (1989 - 1984). Para todos los autores de la segunda mitad del siglo XX Aleixandre, que había ganado el Premio Nacional de Literatura de España en 1933, fue no sólo un referente, sino que varios de ellos, fue además un confidente, igual que para sus viejos colegas de la generación del 27. La vivienda de Aleixandre en la calle Velintonia de Madrid, fue, durante muchos años, la casa de la poesía, donde poetas jóvenes y mayores se reunían y frecuentaban al escritor. Fue en esa casa donde Aleixandre en 1977, se enteró que había obtenido el Premio Nobel. No obstante, su frágil salud le impidió ir a retirar su galardón y fue representado por el escritor canario Jorge Padrón.

Aleixandre siempre tuvo una salud frágil, en 1932 había perdido un pulmón debido a una nefritis tuberculosa y permanentemente se sentía afectado en su salud. Luego del Nobel, Aleixandre se encerró más en su casa y dejó de conceder entrevistas. Cinco años después del Nobel concede una entrevista a su amigo el periodista Fernando González Delgado y señala: "El Nobel que yo he recibido es el dolor y el sufrimiento". Muchas veces definido como escritor surrealista, Aleixandre lo negaba: Yo no me considero un poeta surrealista. El surrealisma lleva entre sus dogmas la composición onírica". No era s caso, insistía: "Nunca lo reconocí, sabía que era imposible cualquier obra sin una consciencia filtradora".

Tras la Guerra civil, tuvo que quedarse en España debido a su frágil salud, respecto de la vida pública, señala: "Yo estaba completamente excluído, no se puede decir que olvidado, porque la juventud que representaba algo estuvo conmigo y me sentía siempre acompañado en la soledad de mi casa". Asiduos a visitarlo fueron Carlos Bousoño, Vicente Molina Foix, Jaime Gil de Biedma y su gran amigo Dámaso Alonso, quien, en su juventud,  lo condujo hacia la poesía.

Vicente Aleixandre falleció en 1984 y dejó una basta obra literaria a la que podemos acceder permanentemente en librerías, internet y la extraordinaria Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

prof . Benedicto González Vargas

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