Moisés Cárdenas y su buena llegada con mis estudiantes

 

Cuando el actual 8° Básico del Liceo Alejandro Gorostiaga se encontraba en 6° Básico, conoció por primera vez la poesía de Moisés Cárdenas a través de un poema que leímos y analizamos en clases, dicho poema se titula "No me regales" es parte de una serie que el autor escribió para niños. Por aquellos días el texto llamó la atención a mis estudiantes porque explícitamente señala no querer regalos como juguetes o celulares, para terminar pidiendo un abrazo. En una edad -y en estos tiempos- en que precísamente los juguetes y celulares son tan importantes, el poema no pasó desapercibido. 

Perlas del Pensamiento: Naguib Mahfouz

Naguib Mahfouz fue un destacado escritor, guionista de cine y articulista egipcio (1911 - 2006). De entre sus muchas distinciones, las más relevantes son el Premio Nobel de Literatura 1988, el Premio Nacional de las Letras Egipcias (1972), Gran Oficial de la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral (1993). 

Con 34 novelas publicadas, unos 350 cuentos, además de muchos guiones de cine, obras de teatro, artículos en periódicos, entrevistas, etc., fue indudablemente uno de los grandes valores de la literatura mundial. 

De entre sus textos destacan las siguientes reflexiones:

Las bibliotecas de Hitler

 

Hasta el término de la II Guerra Mundial se estima que Adolf Hitler reunió una enorme biblioteca de unos 16 mil títulos que se encontraban en sus residencias en Munich, Berlín y Obsrsalzberg. Actualmente, unos 1.200 se encuentran catalogados en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Un centenar se encuentra en la Universidad de Brown, también en Estados Unidos. El historiador Thimothy W. Riback se dedicó durante casi una década a detectar los restos diseminados en otros lugares de Europa y Estados Unidos. El resultado de sus esfuerzos cristalizó en el libro La biblioteca privada de Hitler, editada por Knopf en 2008.

El tony chico, de Luis Alberto Heiremanns

Han pasado 30 años desde que leí por primera vez El tony chico, de hecho, en aquella ocasión no sólo lo leí, sino que fui al Teatro de la Universidad Católica y vi la obra. Emocionante. Hace algunos días, mientras limpiaba el venerable polvo de los libros de mi biblioteca, al pasar por él, decidí releerlo y mi comentario de hoy corresponde a esta relectura, tres décadas después de mi primera aproximación.

Indudablemente, los años, la experiencia de lector empedernido y la misma obra, permiten acercarse mucho mejor a esta pieza fundamental de la dramaturgia chilena. 

Ayer fue un día muy especial

 

Las cosas que nos ocurren siempre tienen un sentido, aunque en ocasiones cueste desentrañarlo. Estaba en la ansiosa espera de mis vacaciones de invierno para descansar y dedicarme a algunas cosas personales, siempre postergadas, cuando en el tercer día de mi supuesto descanso recibo de Inés Palomeque, presidenta de la Fundación Mil Milenios de Paz de la República Argentina, la solicitud de colaborar en la organización de una conferencia gratuita de Mabel Katz en Santiago de Chile. ¡Mabel Katz, qué honor y qué alegría! ¿Cómo negarse? Por supuesto que acepté,  se venía mucho trabajo y sobre todo convencer y aunar voluntades.

Después de aceptar, las preguntas se hacían enormes ¿Dónde la llevo a dar su conferencia? ¿A qué costo? ¿Cómo movilizo gente para que vaya? ¿Y la publicidad? ¿Y la amplificación? ¿Y la acogida? ¿Y el ornato del lugar? ¿Y el café para el público? ¿Y el día? ¿Y la hora? Y 20 preguntas más. Respirar hondo, sosegar la ansiedad y empezar a coordinar.