martes, 14 de marzo de 2006

Los Consejos Escolares y la Educación para el Emprendimiento


El Decreto Nº 24 de enero de 2005 reglamentó el procedimiento de constitución y funcionamiento de los consejos escolares en cada establecimiento educacional que recibe aportes fiscales, sean estos municipales o particulares subvencionados. Este Consejo, que según el Ministerio de Educación de Chile debe tener, al menos, un carácter informativo, consultivo y propositivo (pudiendo ser resolutivo incluso si el sostenedor del establecimiento así lo decide) está integrado por el director (a) y el sostenedor (a) del colegio, el presidente (a) del Centro de Padres, el Presidente (a) del Centro de Alumnos, un representante de los docentes y aún otros miembros, si cada consejo así lo establece. Según la normativa publicada el Consejo debe ser informado en las siguientes materias: 


a) Logros de aprendizaje de los alumnos (resultados semestrales y mediciones externas) 
b) Informes de fiscalización del Mineduc. 
c) Resultados de los concursos para llenar cargos docentes, directivos, profesionales y administrativos. 
d) Presupuesto de los ingresos y gastos. 
e) informe de ingresos percibidos. 

El Consejo también será consultado en cuanto a: 
a) Proyecto Educativo Institucional. 
b) Programa Anual de Actividades Extracurriculares. Metas del establecimiento y proyectos de mejoras. 
c) Informe de gestión educativa. 
d) Elaboración y modificaciones del reglamento interno. Además podrá ser propositivo en todas aquellas materias en que sea consultado. 

Hasta aquí, sólo me he referido a la letra reglamentaria que cualquiera puede leer en los documentos del Mineduc. Pero lo que verdaderamente importa es en qué ambitos de la "cultura escolar" el Consejo debe involucrarse para impulsar una buena implementación de una educación para el emprendimiento. Por ejemplo, sin necesidad de entrar en lo curricular, que le está vedado, puede ser propositivo en lo relativo a los conocimientos, habilidades y actitudes emprendedoras que debieran fomentarse al interior de las aulas. 

En cuanto a lo valórico, su aporte puede ser enorme porque todo lo relativo a la convivencia escolar, clima social, trabajo colaborativo, tolerancia, etc., están en la esencia de sus funciones. Lo que pienso es que pueden convertirse en un motor de desarrollo creativo dentro de las instituciones educativas que genere liderazgos y encauce una participación dinámica y propositiva de los estamentos que se vinculan en el ámbito escolar. Lo peor que puede pasar con los consejos escolares es que sean una mera sombra de lo que de ellos se espera y que las usansas antiguas, pesadas y graves de las instituciones educativas los conviertan en una formalidad sin vida. Cualquier educación para el emprendimiento no puede farrearse un motor como ese. Es cierto que puede costar hacerlo funcionar al principio, puede ser un motor de partida lenta, pero les aseguro que tiene energía para crear una revolución. 

Claro, siempre y cuando queramos ser revolucionarios de verdad. 

prof. Benedicto González Vargas

2 comentarios:

  1. Roberto, dice:
    16 marzo 2006

    Un trabajo muy interesante, no había visto que se relacionaran las ideas emprendedoras con lo del consejo escolar, ¡un buen trabajo!

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    1. prof. Benedicto González Vargas, dice:
      17 marzo 2006

      Un trabajo que se hace con cariño, se nota. Gracias, Roberto.

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